El Congreso de los Estados Unidos comenzó a analizar este martes la posibilidad de que el presidente saliente, Donald Trump, sea destituido tras los incidentes que tuvieron lugar en el Capitolio el pasado miércoles 6 de enero.
El mecanismo más rápido para obtener dicha destitución era la 25ª Enmienda de la Constitución, que contempla reemplazar al mandatario de ser considerado "incapaz" de cumplir con sus deberes.
Sin embargo, la invocación de la enmienda quedó completamente descartada por la negativa del vicepresidente Mike Pence.
"No creo que ese curso de acción sea en el mejor interés de nuestra nación o sea consistente con nuestra Constitución" aseguró en una carta dirigida a la líder de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi.
La respuesta negativa de Pence garantiza que los demócratas tengan que someter el próximo miércoles a consideración de la Cámara Baja la acusación a Trump de "incitar a la insurrección" en la toma del Capitolio.
Pelosi nombró a nueve gerentes para el eventual juicio político, siete de ellos son mujeres, afroamericanos o pertenecen a la comunidad LGBTQ.
"Es su deber constitucional y patriótico presentar el caso para el juicio político y la destitución del presidente. Lo harán con la determinación de proteger nuestra democracia", les dijo.
De aprobarse la resolución, se convertirá en el primer presidente estadounidense en ser sometido dos veces a este proceso. Sin embargo, su destitución podría obstaculizar la acción legislativa de los demócratas al comienzo de la presidencia de Biden, ya que el Partido Republicano cuenta con mayoría.
Enemigos internos
La número tres de los republicanos en la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Liz Cheney, anunció que votará para iniciar un juicio político al presidente Donald Trump por incitar a sus partidarios a la "insurrección" en el Capitolio.
"Nunca ha habido una traición más grande por parte de un presidente de Estados Unidos a su cargo y su juramento a la Constitución", dijo la legisladora en un comunicado.
"Esta insurrección causó heridos, muerte y destrucción en el espacio más sagrado de nuestra república", dijo sobre la toma de la sede del Congreso, que dejó cinco muertos.
Es la primera vez desde la renuncia del presidente republicano Richard Nixon en 1974 que un líder del propio partido del mandatario respalda un juicio político en su contra.
John Katko, congresista republicano por Nueva York en la Cámara de Representantes, determinó que también estará a favor del 'impeachment' contra el todavía presidente de Estados Unidos.
"No se puede ignorar que el presidente Trump alentó esta insurrección, tanto en las redes sociales antes del 6 de enero como en su discurso de ese día", expresó el legislador.
Asimismo, condenó: "Permitir que el presidente incite estos actos sin consecuencias es un ataque directo al futuro de nuestra democracia. Por esta razón no puedo sentarme sin actuar. Votaré por el juicio político".
Segundo impeachment
Trump ya había sido sometido un juicio político tras haber sido acusado, en diciembre de 2019, de presionar a Ucrania para que investigara un presunto caso de corrupción de Joe Biden. Finalmente, fue absuelto por el Senado.
A diferencia del presente escenario, casi ningún integrante republicano de la Cámara de Representantes había votado para acusar al entonces presidente. Solamente el legislador oficialista, Mitt Romney, decidió condenarlo. En ese entonces,
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