El ministro de Interior español, Juan Ignacio Zoido, afirmó este sábado que la célula yihadista de 12 personas que cometió los atentados de Barcelona y Cambrils el jueves por la tarde fue "desarticulada". Sin embargo la fuerza de seguridad catalana, los Mossos d'Esquadra, desmintió las declaraciones del funcionario al afirmar que "la investigación se mantiene abierta".
"Prácticamente podemos decir que la célula ha quedado totalmente desarticulada en Barcelona", afirmó el ministro en una conferencia de prensa en Madrid. Además, anunció que Interior decidió mantener el nivel 4 de alerta terrorista, aunque se reforzarán los dispositivos de seguridad en lugares o eventos de afluencia significativa de personas, poniendo el foco de atención en los lugares más turísticos.
Sin embargo, minutos después de la rueda de prensa el vocero de la policía catalana, Albert Oliva, aseveró que "la investigación se mantiene abierta" y serán los propios Mossos los que informen del final de las pesquisas. En ese sentido, recordó que es el cuerpo autonómico es el que "asume la investigación con apoyo de la Audienca Nacional" y en colaboración con la Policía y la Guardia Civil.
De momento, cuatro sospechosos siguen detenidos, cinco fueron abatidos en Cambrils y otros tres fueron identificados aunque no apresados, uno de ellos el marroquí Younès Abouyaaqoub, al que la policía española buscaba frenéticamente este sábado. Los otros dos podrían haber muerto en la explosión ocurrida el miércoles en una casa de Alcanar, un pueblo a 200 km al sur de Barcelona, donde el grupo estaba tratando de confeccionar explosivos.
Abouyaaqoub es un marroquí de 22 años, del que se difundió una fotografía. Según medios españoles, sería el conductor de la camioneta blanca que el jueves por la tarde arrolló a más de un centenar de personas en la Rambla de Barcelona y mató a 13. Es el principal sospechoso desde que Moussa Oukabir, del que en un primer momento se creyó que era el conductor en fuga, fue identificado como uno de los cinco atacantes abatidos por la policía en Cambrils, en la costa catalana.
La clave de la investigación está en las tres furgonetas alquiladas por los atacantes, que permitieron identificar rápidamente a los 12 miembros de la célula yihadista. Igualmente se está buscando un vehículo en Francia. La policía española transmitió ayer a las autoridades francesas las referencias de una Kangoo blanca, según una fuente policial francesa.
La mayoría de los integrantes de esta célula crecieron en el pueblo de Ripoll (10.000 habitantes), al pie de los Pirineos. Allí fueron detenidos tres sospechosos. Entre estos estaban los hermanos Oukabir, Driss (27 años, detenido), y Moussa (17 años). La noticia causó estupefacción entre sus allegados, que aseguran no haberlos visto radicalizarse. "No mostraban ninguna señal de radicalización. Vivían como jóvenes de su edad, y se vestían como ellos", declaró su padre Said en el pueblo de Melouiya.
