El diario estadounidense The New York Times comparó hoy la muerte del fiscal Alberto Nisman con el asesinato del ex presidente de Estados Unidos John Fitzgerald Kennedy, y consideró el hecho "una novela negra".
"En un país obsesionado, la pregunta se convierte en quién no lo hizo", señala el título de la nota firmada por el periodista Simon Romero.
El artículo indica que desde que murió el fiscal, quien acusó a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner por "encubrimiento" a raíz de la firma del tratado de cooperación con Irán para tratar de avanzar en el esclarecimiento del atentado contra la AMIA en 1994, el país "fue inundado con teorías acerca de quién apretó el gatillo, y por qué".
"La presidenta lo hizo. No, fue el jefe de los espías argentinos que conspira contra ella. Tal vez realmente fue un suicidio, la trágica caída de un hombre cuyo caso se estaba deshaciendo. ¿O fue Irán, el Mossad israelí, la CIA? ¿Y qué decir de la influencia persistente de los nazis que se refugiaron aquí después de la Segunda Guerra Mundial?", son algunos de los interrogantes que presenta la nota en su inicio.
Además, realiza una radiografía social tras la "misteriosa" muerte de Nisman, el pasado 18 de enero, un día antes de que se tuviera que presentar ante el Congreso de la Nación con las pruebas de su acusación. “La pérdida del señor Nisman es la última entrega de una tradición latinoamericana: muertes políticas simbólicas que estimulan una serie de teorías diversas, a menudo durante décadas", señala.
En ese sentido, afirma que "al igual que el asesinato de Kennedy en Estados Unidos, las muertes sospechosas se han convertido en elementos básicos de debate político en la región, a veces empujando a los tribunales y las autoridades a hacer un gran esfuerzo para resolverlos".
Asimismo, el autor menciona las dudas sobre las muertes de los ex mandatarios Salvador Allende (Chile), João Goulart (Brasil), y hasta de Simón Bolívar, y señala que "en cada uno de estos casos, los investigadores no encontraron evidencia de juego sucio en la muerte". Romero explica que la Presidenta dejó en claro que alguien mató a Nisman y que "lanzaron suspicacias" sobre el asistente que le prestó el arma, Diego Lagomarsino , y el ex jefe de operaciones de la ex SIDE, Antonio "Jaime" Stiuso.
"Aunque ni la señora Kirchner ni su gobierno ha acusado a nadie de asesinato directamente, ha descrito la muerte del señor Nisman como parte de un complot para desprestigiarla a ella, diciendo: 'Ellos lo utilizan mientras estaba vivo y luego lo necesitaba muertos'", detalla.
"Pero dado que la denuncia penal de 289 páginas del señor Nisman acusó a Kirchner de intentar llegar a un acuerdo secreto con Irán para desviar su investigación sobre el atentado de 1994 contra la mutual judía, en el que murieron 85 personas, muchos argentinos sostienen que el gobierno es el lugar lógico donde buscar sospechosos", añade el texto.
A modo de cierre, el periodista advierte:"¿Ya estás confundido? Las teorías se vuelven mucho más complejas".
"Si bien los investigadores aún no han determinado si el señor Nisman fue asesinado o se quitó la vida, algunas de las teorías escuchadas en las calles aceptan el suicidio como una explicación", concluyó el autor.