La violencia de las fuerzas de seguridad y las protestas en Venezuela contra la gestión de Nicolás Maduro se cobraron una víctima más, y esta vez se trata de David José Valenilla, hijo de quien fuera supervisor del mandatario bolivariano hace más de 20 años, cuando era conductor de transporte público en Caracas.
"Quiero dirigirme a mi compañero de trabajo en el Metro de Caracas. Nicolás Maduro, sabes que trabajamos juntos. Soy el supervisor Vallenilla", dijo a la prensa el padre del joven fallecido, David José Vallenilla, visiblemente emocionado.
Vallenilla además le pidió a Maduro que la muerte de su único hijo "no quede en vano". "Yo no quiero decir que se haga Justicia, porque esa palabra ya se ha usado demasiado, pero quiero que esto no quede así, porque no era un malandro, era un estudiante", reclamó.
Y hasta se consideró amigo del Jefe de Estado: "Yo digo que eres mi amigo porque te respeto, siempre te consideré una persona centrada y ahora está en tus manos ayudar a que esto quede claro (...) Tú conociste a David de pequeño, lo conociste en Plaza Venezuela", precisó.
El incidente filmado en video se produjo horas después de que Maduro dijo que las fuerzas de seguridad tenían órdenes de usar solamente gases lacrimógenos y cañones hidrantes.
La crisis en Venezuela ya dejó 70 muertos por las manifestaciones de la oposición que se vienen llevando a cabo en los últimos tres meses y la situación es cada vez más preocupante.
No obstante, la Asamblea General de la OEA en Cancún concluyó el jueves sin una sola mención a Venezuela en las resoluciones finales, pese a que se habló sobre la situación en ese país caribeño durante todo el encuentro.
“Tal vez no hay la formalidad de una resolución, pero lo que hay es un mensaje claro que debe escucharse en las calles de Caracas”, proclamó el canciller mexicano, Luis Videgaray, anfitrión y presidente del encuentro.
La falta de mención a Venezuela llevó a un grupo de opositores, entre ellos el diputado Luis Florido, a irrumpir en el último plenario y desplegar una bandera venezolana, al grito de “¡asesinos, asesinos!”.
“Requeríamos una resolución”, clamaron los opositores, acompañados de una legisladora conservadora mexicana, el exiliado opositor Carlos Vecchio y otras personas.