El papa Francisco brindó este jueves, día de Navidad, la tradicional bendición Urbi et Orbi (a la ciudad y al mundo) a miles de fieles reunidos en la Plaza de San Pedro de Roma.
En la bendición, el Sumo Pontífice recordó los lugares del mundo en los que existen conflictos, así como a las víctimas de la epidemia de Ébola en África.
"Pido a todos los que tienen responsabilidades políticas que se comprometan a superar las diferencias y alcanzar una convivencia fraterna y duradera", dijo el Papa.
Francisco tuvo una mención especial para los niños, y lamentó el aborto, los abusos a menores "con nuestro silencio cómplice" y la muerte de niños en los conflictos armados.