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El "pequeño Nicolás", el joven que puso en vilo al poder en España

Antes de cumplir los 20 años consiguió colarse en los círculos políticos, sociales y económicos más influyentes.

Francisco Nicolás Gómez Iglesias, apodado el "pequeño Nicolás".
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La inverosímil historia del “pequeño” Nicolás dio la vuelta al mundo. Se trata de un joven español que antes de cumplir los 20 años y sin una carrera universitaria consiguió una increíble hazaña: colarse en los círculos políticos, sociales y económicos más influyentes e importantes de España sin que nadie se diera cuenta de que en realidad era un ciudadano de a pie común y corriente.

Francisco Nicolás Gómez Iglesias, nacido el 18 de abril de 1994 en Madrid, debe su apodo “el pequeño Nicolás” a una tira cómica del mismo dibujante que creó a Astérix. El joven fue atrapado por la policía española el pasado 14 de octubre acusado de estafa, suplantación de identidad y usurpación indebida de un cargo público. Fue entonces cuando su historia trascendió rápidamente a los medios españoles y luego de todo el globo.

A su corta edad compartió fotos con las personas más ricas del mundo y con destacados políticos españoles como José María Aznar, Ana Botella, Rodrigo Rato o Esperanza Aguirre; fue uno de los 2.000 invitados a la proclamación de Felipe VI como nuevo monarca español; viajó en autos de alta gama; aseguró ser hijo de un alto cargo e incluso tenía a su servicio un jefe de seguridad propio.

El “pequeño Nicolás” consiguió crear una vida paralela llena de lujos y eventos importantes gracias a su labia. Consiguió convencer a empresarios y altos cargos que provenía de una clase social acomodada, con una posición privilegiada, por la que podía ofrecer favores a cambio de coimas. Además, fingió ser agente del Centro Nacional de Inteligencia, representante de la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, enviado del presidente Mariano Rajoy y apoderado de la Casa Real. Incluso llegó a decir que era un hijo ilegítimo del rey Juan Carlos.

Pero la historia no tuvo un final feliz, pues la Justicia consiguió dar con él gracias a un gran error que cometió el joven queriendo pecar de listo. Gómez Iglesias consiguió el teléfono personal del rey Juan Carlos y lo llamó para hacerle una oferta difícil de rechazar: solucionar los problemas judiciales de su hija, la infanta Cristina. Ese llamado originó una investigación por parte de la Zarzuela, que localizó en tiempo récord al chico.

Luego de que trascendiera a la prensa, el jet set español negó que la historia del chico fuera cierta por vergüenza o temor a las críticas o a ser salpicados. La preocupación radica en el hecho de que por cinco años el muchacho se relacionó con altos cargos y barajaba información confidencial, por lo que debió ser ayudado en más de una ocasión.

El “pequeño Nicolás” se encuentra recluido en su casa luego de que fue puesto en libertad sin fianza con cargos de estafa y usurpación de identidad. Las redes sociales se inundaron con memes y paraodias ante la incredulidad del caso puesto que ni la la jueza de instrucción que se encargó de la causa de Gómez Iglesias ni la mayoría de españoles consiguen comprender cómo hizo un chico de 15 años para labrar tal artimaña que duró cinco años.