INTERNACIONAL
19 millones de persona sufren por el hambre

El Brasil de la pandemia: más pobreza y menos clase media

Las desigualdades socioeconómicas cada vez se sienten más: hay cada vez más pobres y los ricos son más ricos. Esta situación le preocupa al presidente Jair Bolsonaro sobre cómo va a influir en las elecciones brasileñas el 2022.

Paylo Guedes Bolsonaro
. | REDES

La desigualdad provocada por la pandemia del Covid-19 se puede medir, en Brasil, tanto en porcentajes como en el célebre coeficiente de Gini. Pero hay números más directos, que reflejan de inmediato el tamaño del contraste. Unos 19 millones de brasileños pasan hambre; como lo revela la Encuesta Nacional sobre Inseguridad Alimentaria, en un informe publicado por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura. Son 9 millones más que hace dos años.

En lo que va de 2021, la clase media encogió y mucho: de representar 52% de la población, cayó a 47,4%.  Es decir, más de 5 millones de personas dejaron de usufructuar del consumo y pasaron a vivir precariamente.

Los brasileños acumulan más emociones negativas. Hay más rabia, más estrés y más tristeza; y todos esos sentimientos son abonados por la enorme cantidad de fallecidos por el coronavirus

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En el extremo opuesto, se agrandó la cantidad de super ricos, con fortunas expresadas en miles de millones de dólares. Otros 20 brasileños entraron en la última lista Forbes de los más acaudalados del mundo. Ahora, suman 67 los famosos de Brasil cuyos nombres publica la revista norteamericana; y se estima que, en conjunto, poseen 217.000 millones de dólares, el doble del año pasado.

¿Las consecuencias de estas asimetrías? La respuesta la dio otra investigación: los brasileños acumulan más emociones negativas. Hay más rabia, más estrés y más tristeza; y todos esos sentimientos son abonados por la enorme cantidad de fallecidos por el coronavirus, que deberá alcanzar la próxima semana el medio millón de víctimas fatales.

Un estudio conducido por el economista Marcelo Neri, ex ministro de Asuntos Estratégicos durante el gobierno de Dilma Rousseff, es conclusivo: “La pandemia aumentó la desigualdad de los ingresos en niveles récord, disminuyó el salario y dejó a los brasileños mas infelices”. Publicado por la Fundación Getulio Vargas, el dossier señala que “la pandemia es un choque global; pero afectó más a Brasil”. Según Neri, “hay una correlación entre la felicidad y el dinero e el bolsillo. Y esta relación es más fuerte en países pobres que en países ricos”.

El economista recuerda que la distancia de ingresos, entre pobres vs ricos, es ahora de 25,5%: “En 2019, o sea en la pre pandemia, la diferencia era menor, de 7,9%”.

Paylo Guedes Bolsonaro
El ministro de Economía, Paulo Guedes dijo " nuestros platos, aquí, son muy grandes. Hacemos almuerzos donde a veces sobra muchísimo". 

Otros factores contribuyen a ensombrecer el escenario.  En Brasil, 21% del total de los hogares posee ingresos basados, esencialmente, en las jubilaciones de los abuelos. La cantidad de personas de más de 60 años muertas por Covid, durante la primera ola de la enfermedad el año pasado, fue una de las causas del empobrecimiento de las familias, de acuerdo con un informe del Instituto de Investigación Económica Aplicada (IPEA), que depende del gobierno federal. Se estima que, hasta abril último, las pérdidas familiares por el fallecimiento de ancianos alcanzaron a los 760 millones de dólares.

El ministro de Economía, Paulo Guedes, sintió el impacto de estas estadísticas, confeccionadas a partir de los datos oficiales. Y este último jueves decidió salir con alguna iniciativa. Sólo que su propuesta para resolver semejante déficit social resultó polémica, al señalar que una forma de mitigar el hambre es que los restaurantes reserven las sobras (o desechos) para pobres y mendigos. “El plato de una persona de la clase media europea, que ya enfrentó dos guerras mundiales, es relativamente pequeño. Y nuestros platos, aquí, son muy grandes. Hacemos almuerzos donde a veces sobra muchísimo. Esas son las comidas de la clase media alta, donde se verifican excesos”.

Paylo Guedes Bolsonaro
El presidente Bolsonaro está más preocupado por la influencia negativa que el hambre pueda tener sobre las elecciones 2022

El presidente Jair Bolsonaro, en cambio, está más que preocupado por la influencia negativa que el hambre de los brasileños pueda tener sobre las presidenciales de octubre de 2022, donde aspira a reelegirse para otro mandato. El auxilio de emergencia de 110 dólares, que el gobierno giró a los ciudadanos de ingresos escasos, entre julio y diciembre del año pasado, fue un elemento de estabilización económica. Más aún, devolvió a los sectores frágiles la capacidad de alimentarse y pagar servicios. Eso lo llevó a ganar popularidad hacia de fines del año. Pero ese subsidio se terminó en diciembre, con lo cuál las economías familiares se desbarrancaron.

En abril decidieron reimplantar la ayuda, pero el valor del estipendio resultó menor, de entre 40 y 68 dólares según el nivel de desamparo de los hogares. Ahora, a instancias del jefe de Estado, el ministro Guedes aceptó que esa asistencia se prolongue al menos por otros 3 o 4 meses. Apremiado por la caída de su prestigio, Bolsonaro busca ahora conquistar a los empleados públicos mediante un reajuste salarial. Con todo, el jefe del Palacio del Planalto se resiste aún a enfilar por el sendero que le podría garantizar una recuperación: el control de la pandemia por la vía de la vacunación masiva. Los empresarios se lo han pedido en forma reiterada. “La vacunación en gran escala es imprescindible para fomentar el crecimiento económico” declaró Carlos Thadeus de Freitas, de la Confederación Nacional del Comercio.