Los estudios sobre las dolencias pos COVID-19 comenzaron en forma temprana. Y ya a comienzos de este año, los centros de investigación internacionales ya habían avanzado en la producción de “papers” sobre aquello que fue llamado como: “Covid de larga duración" o “subagudo”. Lo que revelaron los datos preliminares del monitoreo de pacientes, fue el conjunto de afecciones más frecuentes que aparecen luego de las internaciones hospitalarias, y que condicionan la calidad de vida.
En el mundo, 182 millones de personas contrajeron el fatídico virus, según informa “Our World In Data”; de esa enorme cifra, casi una quinta parte vive en América del Sur: 32,8 millones de habitantes se contagiaron el coronavirus. Esto pone de relieve, según los especialistas, la urgencia de contar con tratamientos para las “lesiones” dejadas por la dolencia. Un estudio realizado por científicos, de las Universidad Federal y de la Estatal de Río de Janeiro, indica que la mayor parte de los pacientes recuperados, luego de la internación, “pueden sufrir impactos” a largo plazo en la salud y lista las principales consecuencias que se localizan: en pulmones, cerebro, sistema cardiovascular, gastrointestinal, hematológico y urinario.
Según otra investigación, que se realizó con 882 pacientes ingresados en el Hospital de Clínicas de San Pablo, casi 90% de los enfermos de Covid padecía, seis meses después del alta. síntomas de cansancio, dolores del cuerpo y disnea. Otro 42% manifestó dificultades por pérdida de memoria, insomnio, falta de concentración, ansiedad y depresión.
Expertos revelaron que si bien a los hombres les toca la peor parte en cuanto a salir indemnes del Covid; las mujeres, en cambio, sufren más a posteriori con la prolongada continuidad sintomátic
Un estudio realizado en Francia, con 1.137 dolientes, y publicado por la revista Clinical Microbiology and Infection, confirmó que las consecuencias del coronavirus duran más de 6 meses e impiden a un tercio de los afectados el retorno a sus actividades laborales. En ese mismo informe, los expertos revelaron que si bien a los hombres les toca la peor parte en cuanto a salir indemnes del coronavirus; las mujeres, en cambio, sufren más a posteriori con la prolongada continuidad sintomática. El análisis, realizado por el Instituto Nacional de Salud e Investigación Médica francés, reveló también que 25% de los pacientes presentaron tres o más síntomas. E inclusive un 2% de estos enfermos debió ser nuevamente internado. Los autores de la publicación admiten que hay una relación entre el grado de gravedad inicial del COVID-19 y las manifestaciones a lo largo de los seis meses siguientes. Estas son más frecuentes entre quienes estuvieron bajo cuidados intensivos.
También los científicos chinos acompañaron la evolución de las personas infectadas a más largo plazo. Uno de los trabajos, divulgado por la revista The Lancet, sugiere que la “recuperación” del coronavirus no significa, necesariamente, que las personas estén curadas. Muchas de ellas precisarán centros de rehabilitación específica. Los profesores chinos ponen el énfasis en la función pulmonar y las anormalidades detectadas en el tórax. Vieron que 56% de los individuos estudiados presentaron reducción del flujo de oxígeno en los pulmones.
La "recuperación” del Coronavirus no significa, necesariamente, que las personas estén curadas
Luiz Eugênio Mello, director científico de la Fundación de Amparo a la Investigación del estado de San Pablo, expresó recientemente una advertencia: “Hace más de un año sufrimos las consecuencias de la pandemia y, con el tiempo, fuimos percibiendo que además de los problemas relacionados con la transmisión, la infección y las muertes, el Covid trae problemas a largo plazo”. Subrayó, durante un seminario internacional, que “esas implicaciones no están completamente estudiadas y es muy importante el intercambio del conocimiento entre investigadores de todo el mundo”.
El neurólogo José Eduardo Pompeu, coordinador de las investigaciones en el Hospital de Clínicas paulista, señaló que “la fragilidad de los enfermos es más común entre ancianos, pero también impacta en los adultos. Esa situación de debilidad se manifiesta por pérdida de peso no intencional, cansancio extremo, reducción de la velocidad al caminar, reducción de la fuerza muscular y dificultades para la actividad física”.
*Autora de Brasil 7 días. Desde San Pablo, Brasil.