España y Alemania lideraron ayer un reclamo de siete países integrantes de la Unión Europea para que Bruselas concluya finalmente un “histórico” acuerdo comercial con el Mercosur, negociado desde 1999 y que siempre ha encontrado la resistencia de un bloque interno liderado por Francia.
“Tenemos una oportunidad histórica, estratégica, para cerrar uno de los acuerdos más importantes de la Política Comercial Común Europea”, subrayan en una carta enviada al presidente de la Comisión, Jean-Claude Juncker.
Cuando las negociaciones parecen acercarse a su fin, el ejecutivo comunitario, encargado de negociar en nombre de la UE, es blanco de una campaña de presión tanto de los partidarios del acuerdo como de sus detractores.
Días atrás, los líderes de Francia, Irlanda, Bélgica y Polonia expresaron en otra carta su “profunda preocupación” sobre el impacto de un acuerdo en la agricultura, un sector sensible que teme ser sacrificado en beneficio de la industria.
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“Ambas partes deben estar dispuestas a hacer algunas concesiones finales para lograr este acuerdo histórico”, responden en su misiva los mandatarios de Alemania, España, Países Bajos, Portugal, Suecia, Letonia y República Checa.
La llamada al entendimiento de Sánchez, Merkel y los otros mandatarios choca con las reservas expresadas por el presidente de Francia, Emmanuel Macron.
“Queremos expresar nuestra profunda preocupación sobre una serie de asuntos que afectan a la negociación con Mercosur, incluidos algunos productos agrícolas sensibles”, indica la carta, en la que piden cautela ante el riesgo de que el acuerdo comercial “pueda amenazar este frágil sector”.
La actividad agrícola de varios países, en especial Francia, es fuertemente subsidiada, y una apertura agrícola al Mercosur, cuyos países son grandes productores del sector, podría golpear la producción.
Por el contrario, los partidarios del acuerdo defienden que “el comercio es clave para el crecimiento económico y la creación de empleo en la UE” y subrayan los beneficios para la industria de vehículos y autopartes, de maquinaria, productos químicos y farmacéutica.
“La Unión Europea no se puede permitir ceder a los argumentos populistas y proteccionistas en una política comercial, un área en la que los logros de la UE son innegables”, dicen en su carta.
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Negociadores en Bruselas. De llegar a buen puerto, la negociación entre los 28 países de la UE y las naciones del Mercosur –Brasil, Argentina,
Uruguay y Paraguay– daría luz a uno de los mayores acuerdos de libre comercio, con más de 770 millones de consumidores.
“Son 20 años de negociaciones, ya va siendo hora de que demos un impulso a ese tratado”, aseguró el presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, tras una cumbre en Bruselas, apuntando al interés en el Mercosur de culminarla “cuanto antes”.
Los jefes negociadores de ambos bloques se reúnen desde ayer en Bruselas para discusiones a nivel técnico, que, de progresar, desembocarían en una reunión de ministros la semana próxima, dijo el martes el comisario de Agricultura, Phil Hogan.
Según fuentes conocedoras de la negociación, el encuentro de ministros de los países del Mercosur con el irlandés Hogan y la comisaria europea de Comercio, la sueca Cecilia Malmström, tendría lugar en la capital europea el 27 de junio.
Algunos de los escollos en los últimos meses fueron los reclamos europeas en diferentes asuntos como los vehículos o las autopartes, las indicaciones geográficas, los servicios marítimos y los productos lácteos.