Estados Unidos acusó formalmente al gobierno ruso de dirigir ataques contra organizaciones norteamericanas para interferir en las próximas elecciones presidenciales y advirtió que podrá tomar medidas "en el momento y lugar" que estime conveniente.
En una conferencia conjunta, el Departamento de Seguridad Interior y la Oficina del director de Inteligencia Nacional indicaron que los ciberpiratas "intentaban con estos robos y revelaciones interferir en el proceso electoral de EEUU".
"Basados en el alcance y sensibilidad de tales esfuerzos, creemos que solamente funcionarios del más alto rango de Rusia podrían haber autorizado estas actividades", dijeron.
La declaración fue la primera acusación oficial por parte de funcionarios de Washington contra Moscú en la serie de ataques cibernéticos, aunque muchos analistas habían dicho que los incidentes parecían tener origen en Rusia.
En ella se indica que la comunidad de inteligencia local "está convencida de que el gobierno ruso dirigió el reciente espionaje de correos electrónicos de personas e instituciones de Estados Unidos, incluso de organizaciones políticas estadounidenses".
Además, la declaración afirma que las revelaciones de correos electrónicos hackeados en el portal WikiLeaks y otros sitios web por el personaje virtual "Guccifer 2.0" eran "consistentes con los métodos y motivaciones rusos".
"Esa actividad de Moscú no es nueva -los rusos han utilizado tácticas y técnicas similares a lo largo de Europa y Eurasia, por ejemplo, para influir en la opinión pública allí-", acotó.
Por su parte, un alto funcionario señaló este viernes que Estados Unidos responderá a los ciberataques de Rusia "en el momento y lugar" que estime conveniente y que esas acciones pueden ser encubiertas.
"Vamos a tomar medidas para proteger nuestros intereses, incluso en el ciberespacio, y lo haremos en el momento y lugar de nuestra elección", dijo el funcionario, haciéndose eco del lenguaje normalmente reservado para las campañas militares.