"En San Pablo estamos al borde del colapso” confesó este mediodía el gobernador Joao Doria. La inquietud, en verdad el miedo, se reflejaba en los rostros de sus secretarios de gobierno que lo acompañaron, como siempre, en las conferencias de prensa. “Esto exige medidas colectivas urgentes” precisó. Y anunció que todo el territorio paulista entrará en la “fase roja” de la pandemia, que ordena cerrar los shoppings, los comercios, bares y restaurantes, gimnasios y peluquerías, a partir de la 0 hora del sábado.
Los datos de San Pablo son abrumadores: registró 468 muertes en 24 horas, una cifra récord desde inicios de la pandemia; y con un total de fallecimientos que supera los 60 mil. Pero lo más dramático es el aumento en la cantidad de personas que llegan a hospitales públicos y privados para ser internadas. Según contó Doria, “tenemos un pedido cada 2 minutos”. El total de casos paulistas se eleva a 2.054.867. Vale recordar que el estado de San Pablo tiene 46 millones de habitantes, la misma población que Argentina, pero en un territorio menor al de la provincia de Buenos Aires.
San Pablo son abrumadores: registró 468 muertes en 24 horas, una cifra récord desde inicios de la pandemia; y con un total de fallecimientos que supera los 60 mil
Desborde
La situación en Brasil luce absolutamente desbordada. Ya colapsaron los sistemas de salud pública y privada de 19 estados provinciales. Uno de los casos emblemáticos es Santa Catarina, cuya capital Florianópolis figura entre los principales destinos turísticos. El gobierno estadual debió proceder, desde esta mañana, al traslado de decenas de pacientes hacia Vitoria, capital de Espírito Santo. En sus unidades de terapia intensiva fueron internados los enfermos de covid-19 que ya no tenían lugar en los hospitales catarinenses.
En el Nordeste y en el extremo oeste brasileños, el coronavirus impacta de manera trágica. Para tener una idea, en Fortaleza la ocupación de lechos de UTI llegó ya a 92%; y en Salvador (de Bahía) alcanzó a 83%. Los peores estándares son los de Acre, con una saturación de 100%; en Natal (Río Grande del Norte) la ocupación es de 94%. Y en Brasilia, la capital federal brasileña, ya llegó a 91%.
En este proceso de rápida expansión de contagios y decesos, Brasil acaba de tornarse el país con la curva de muertes más acelerada en el mundo. Si se ingresa a la plataforma “Our World in Data”, se observa una tendencia brasileña claramente contraria a la de Estados Unidos e Inglaterra, México e India. Los cómputos no dejan lugar a dudas: fue el país con mayor número de muertes en las últimas 24 horas, cuando registró 1.726 fallecimientos en un solo día, todo un récord.
Brasil acaba de tornarse el país con la curva de muertes más acelerada en el mundo
“Estamos delante de un aumento de casos y muertes que difiere de lo que aconteció a mediados del año pasado (con el primer pico de Covid). En aquel momento, el crecimiento era desigual según las regiones. Ahora ocurre en todas ellas en forma simultánea” describió. Esper Kallás, médico epidemiólogo. “Eso coloca al sistema nacional bajo un terrible estrés”. Son pavorosos los pronósticos del especialista, profesor titular de enfermedades infecciosas en la USP: “Dentro de dos semanas, San Pablo no dispondrá ya de camas suficientes para atender los casos graves”. Tampoco habría lugares donde derivar a los pacientes.
Frente a ese escenario, el presidente optó por mostrarse “alegre” y “distendido” en un almuerzo en el Palacio del Planalto, la sede gubernamental. Uno de los participantes, el diputado Fabio Ramalho, contó que la comida fue “informal” y que a él lo habían invitado para asar un lechón. Y hoy, en las puertas del Palacio de la Alvorada, cuestionó a los medios periodísticos por “crear pánico” innecesariamente.
Reclamos de una acción nacional unificada
Entre tanto, el jefe de Estado brasileño no recibe desde hace casi un año a los gobernadores de su país. Estos optaron por encontrarse ayer con el presidente de la Cámara de Diputados Arthur Lira, a quienes le formularon todas las quejas.
El lunes pasado, los secretarios de Salud de todo Brasil (cargo equivalente a ministro) redactaron un comunicado destinado al gobierno federal. En ella describen el agobiador panorama y reclaman la adopción de medidas: la prohibición de eventos presenciales, también de clases presenciales y la adaptación de toque de queda; además de exigir el cierre de playas, shoppings y restaurantes. Pero el eje de la carta está en otra reivindicación: la necesidad de una conducción nacional unificada. Es una de las grandes carencias en el combate al coronavirus.
*Autora de Brasil 7 días. Desde San Pablo, Brasil.