INTERNACIONAL
L´OSSERVATORE ROMANO

Francisco llamó a redoblar esfuerzos para finalizar la guerra en Ucrania al cumplirse un año del conflicto

“¿Se ha hecho todo lo posible para detener la guerra?”, se preguntó el Sumo Pontífice. También hizo referencia a Siria y a Turquía, víctimas del terremoto del 6 de febrero.

Papa Francisco
Papa Francisco | Cedoc

El L´Osservatore Romano en lengua española de esta semana conmemora un año de guerra en Ucrania. En un editorial especial, Andrea Tornielli, director editorial del Dicasterio para la comunicación vaticana, recuerda este hecho y la tarea del papa Francisco

Al decir de Tornielli “Ante esta insensata destrucción en el corazón de la Europa cristiana, donde combaten soldados que comparten el mismo bautismo, una masacre que lleva a la humanidad hacia la autodestrucción a pasos cada vez más rápidos, no se puede dejar de retomar la dramática pregunta que el Sucesor de Pedro dirigió a la comunidad internacional y a cada uno de nosotros: ‘¿Se ha hecho todo lo posible para detener la guerra?’. Es difícil responder con un ‘sí’ ante la afasia y la falta de creatividad de la diplomacia y de los organismos internacionales. Difícil responder con un ‘sí’ ante la aceleración de la carrera armamentística y la retórica militarista del pensamiento único que estigmatiza cualquier duda sobre la escalada bélica”.

El Papa Francisco ha hecho innumerables llamamientos, gritando, en sintonía con sus predecesores, su sentido ‘¡No a la guerra!’. Es el mismo ‘¡Nunca más a la guerra!’ que imploró san Pablo VI ante la asamblea de las Naciones Unidas el 4 de octubre de 1965, es ese ‘¡Nunca más a la guerra!’ que gritó -enfermo y desgraciadamente no escuchado- san Juan Pablo II en el Ángelus del 16 de marzo de 2003, para evitar la vergonzosa invasión de Irak, cuyas consecuencias aún son visibles para todos después de la transformación durante muchos años de ese país en el laboratorio de todo el terrorismo fundamentalista... Y las heridas de odio y resentimiento que ha causado la barbarie de la guerra permanecerán seguramente durante más tiempo que el necesario para reconstruir Ucrania”.

Esto no les gusta a los autoritarios
El ejercicio del periodismo profesional y crítico es un pilar fundamental de la democracia. Por eso molesta a quienes creen ser los dueños de la verdad.
Hoy más que nunca Suscribite

En la contratapa de esta edición en lengua española del periódico oficial de la Santa Sede se publica en forma completa el mensaje de Francisco en la tradicional catequesis de los miércoles, coincidente con la Audiencia General. Al final de la misma, y sobre el año de la guerra, Francisco expresó lo siguiente: “Queridos hermanos y hermanas: Pasado mañana, 24 de febrero, se cumplirá un año de la invasión de Ucrania, del inicio de esta guerra absurda y cruel. ¡Un aniversario triste! El balance de muertos, heridos, refugiados y desplazados, destrucciones, daños económicos y sociales habla por sí solo. ¿Podrá el Señor perdonar tantos crímenes y tanta violencia? Él es el Dios de la paz. Permanezcamos cercanos al martirizado pueblo ucraniano, que sigue sufriendo. Y preguntémonos: ¿se ha hecho todo lo posible para detener la guerra? Hago un llamamiento a los que tienen autoridad sobre las naciones, para que se comprometan de forma concreta en poner fin al conflicto, alcanzar el alto el fuego e iniciar negociaciones de paz. ¡No será nunca una verdadera victoria la que se construye sobre los escombros!”.

Un año de la invasión de Rusia a Ucrania
Se cumplió un año de guerra en Ucrania

Un llamamiento para no olvidar a “quien sufre” y hacer “que nuestra caridad sea atenta” y “concreta” fue lanzado por el Papa Francisco en la plaza de San Pedro al finalizar el Ángelus del 19 de febrero. En particular el Pontífice hizo referencia a Siria y a Turquía, víctimas del terremoto del 6 de febrero, al “querido pueblo ucraniano” martirizado por la guerra y al neozelandés golpeado por un ciclón devastador. Asomándose a medio día desde la ventana del estudio privado del Palacio apostólico vaticano, antes de la oración mariana Francisco ofreció una meditación sobre el Evangelio dominical (Mateo 5, 38-48), en el que Jesús invita a poner la otra mejilla y amar incluso a los enemigos. En concreto pidió “no responder al mal con el mal, a osar en el bien, a arriesgar en el don, aunque recibamos poco o nada a cambio”. Porque es con el amor que lentamente se superan las enemistades y sanan las heridas del odio. El texto completo de su homilía se publica con esta edición. 

En la tarde del 22 de febrero, Miércoles de Ceniza, el Papa Francisco fue al Aventino para la celebración en la forma de las “Estaciones” romanas que marca el día del inicio de la Cuaresma. Primero en la iglesia benedictina de San Anselmo hubo un momento de oración, al que le siguió la procesión penitencial hacia la basílica dominica de Santa Sabina. Aquí el Pontífice presidió la misa con el Rito de bendición y de imposición de las cenizas, pronunciando la homilía que se publica en forma completa en este ejemplar. 

"Un Ave María por el Papa": la campaña digital por los 10 años de Francisco como Sumo Pontífice
 

“El trabajo de ustedes se ocupa de las normas, de los procesos y de las sanciones, pero no debe perder nunca de vista los derechos, poniendo en el centro... las personas”. Lo subrayó el Papa hablando a los participantes del curso de formación para los trabajadores del derecho titulado “El ‘Ministerium Iustitiae’ en la acción sinodal de la Iglesia”, promovido por el Tribunal de la Rota Romana del 14 al 18 de febrero. Francisco les recibió en audiencia el día 18 en la Sala Clementina. 

"Los fieles laicos no son ‘huéspedes’ en la Iglesia, están en su casa, por tanto, están llamados a cuidarla". Lo dijo el Papa a los participantes en el congreso de los presidentes y referentes de las Comisiones para los laicos dentro de las Conferencias Episcopales, promovida en el Vaticano del 16 al 18 de febrero por el Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida sobre el tema: “Pastores y fieles laicos llamados a caminar juntos”. El Pontífice se reunió con ellos el 18 de febrero en el Aula Nueva del Sínodo, al concluir los trabajos. Se publica con esta edición y a doble página central el texto completo del mencionado discurso.