En una visita que durará solo 12 horas, el Papa Francisco arribará a la ciudad de Nápoles para venerar las reliquias del santo patrono, San Genaro. Se dispusieron medidas de seguridad extremas por su visita al barrio Scampia, considerado zona de riesgo por los propios habitantes.
Scampia, cuenta con una extensión de 4,2 km2 donde viven 47.000 personas, cifra que llega a 60.000 si se tienen en cuenta okupas y gitanos, que en su mayoría son jóvenes. Es un territorio de tráfico de droga. La violencia doméstica, la degradación y la promiscuidad por vivir hacinados en casas ocupadas son moneda corriente en este lugar.
La mafia napolitana se asentó en la zona y maneja cerca de 100 millones de euros por año solamente en cocaína. El lugar es lamentablemente conocido por la guerra entre clanes de la Camorra y su lucha por el tráfico de droga. Ganó notoriedad gracias al best seller de Roberto Saviano Gomorra, donde se narra la problemática de la violencia en el norte de Nápoles.
Luego de su paso por Scampia en un papamóvil sin blindaje, Francisco se trasladará a la Plaza del Plebiscito, donde celebrará una misa ante miles de personas. Llevará hasta allí su mensaje de aliento a un pueblo que vive aquejado por el desempleo, la ilegalidad y la criminalidad.