Un grupo de practicantes judíos jasídicos resultó detenido tras descubrirse un túnel que habría sido excavado "en secreto" en uno de los extremos laterales de una sinagoga de Brooklyn. Se trata de la sede mundial de Jabad-Lubavitch, en Crown Heights, que en el pasado fue el hogar del rabino Menachem Mendel Schneerson, admirado por el presidente Javier Milei. Cuando los agentes llevaron a cabo la inspección del lugar, hubo disturbios con los feligreses que trataban de defender el misterioso pasadizo.
Este martes ordenaron una "inspección estructural de emergencia" en la sede mundial de Jabad-Lubavitch a raíz del hallazgo de un túnel improvisado a un costado de la sinagoga.
Año tras año, el recinto ubicado en el número 770 de la avenida Eastern Parkway atrae a miles de fieles y visitantes, por haber sido alguna vez el hogar del líder del movimiento, el rabino Menachem Mendel Schneerson.
La tumba del rabino, ubicada en el barrio de Queens, fue visitada por Javier Milei en dos oportunidades el año pasado. Su fachada gótica es inmediatamente reconocible para los seguidores del movimiento Jabad, y se construyeron réplicas del venerado edificio en otras partes del mundo.
De acuerdo con el vocero de Jabad, Motti Seligson, “un grupo de estudiantes extremistas” habría roto secretamente los muros de un edificio vacío situado detrás de la sede, para crear un "pasadizo subterráneo" bajo una hilera de edificios de oficinas y aulas que desembocaba en la sinagoga.
Entretanto, el administrador de la propiedad en cuestión llevó un equipo de construcción el último lunes para reconstruir los muros dañados, lo que desató un enfrentamiento con aquellos que defendían "el pasadizo".
“Esos intentos fueron interrumpidos por los extremistas que rompieron el muro hacia la sinagoga, que vandalizaron el santuario, con el fin de preservar su acceso no autorizado”, añadió Seligson.
Uno de los integrantes del departamento policial explicó que hubo una comunicación con los agentes para que se presentaran en el edificio el lunes por la tarde para responder a un grupo que estaba "invadiendo y dañando" aquel muro.
De hecho, en un video grabado por testigos se veía una situación de máxima tensión entre los agentes de la policía y los jóvenes que intentaban bloquear el ingreso al espacio hueco del muro de ladrillo.
Luego de que los agentes sacaran a uno de los hombres del túnel, el grupo allí presente respondió a los agentes con empujones y arrojando pupitres de madera y libros de oraciones. Uno de los policías procedió a dispersar el contingente mediante un aerosol irritante.
Como resultado del enfrentamiento, unas diez personas fueron detenidas por daños e invasión de la propiedad privada, y otra por obstrucción a la administración pública.
Aún no fueron esclarecidas las circunstancias en que fue construido el túnel.
Las hipótesis en torno a la construcción del túnel
Sin embargo, dos hombres que dijeron haber dialogado con algunos de los responsables del hueco en la pared de la sinagoga indicaron que el motivo del pasadizo era "acelerar una expansión de la sede", una medida que vincularon con una instrucción formulada por el líder del movimiento Lubavitch, el rabino Menachem Mendel Schneerson, hace más de tres décadas, según informó The New York Times.
Desde esta óptica, las aspiraciones de expandir la sinagoga son parte de un conflicto sobre el futuro del movimiento, que atraviesa una crisis interna desde la muerte del "rebbe" en 1994, ya que nunca fue nombrado un sucesor.
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Sobre la base de conversaciones con miembros de la comunidad jasídica e informes en la prensa jasídica local se cree que probablemente un grupo de estudiantes mesiánicos habría sido el responsable de construir el túnel, que consideran una forma de respetar al rebbe Lubavitch.
“Lo hicieron para expandir el 770 y hacerlo más grande”, declaró al periódico The New York Times un hombre que se identificó como Zalmy Grossman y afirmó conocer a algunos de los detenidos. “Han venido a cumplir los deseos del rebbe”.
Mientras tanto, los inspectores de la agencia de seguridad de edificios de la ciudad evaluaron los daños en la construcción el último martes, acompañados por agentes de policía que permanecían detrás de las barricadas que rodeaban la sede, para impedir el ingreso de una fila de jóvenes al edificio.
CA/ED
