En el sexto día consecutivo desde que iniciaron los múltiples focos en la isla griega de Rodas, de los cuales al menos tres siguen activos, más de 30.000 personas huyeron en "la mayor operación de evacuación jamás realizada en Grecia". Según las autoridades, "todo salió bien" debido a que los individuos acataron las órdenes de los grupos de rescate.
El sábado, unas 30.000 personas tuvieron que abandonar sus viviendas y hoteles a causa del avance del incendio. Los turistas evacuados pasaron la noche en gimnasios, escuelas o centros de conferencias. Unas 19.000 personas fueron evacuadas a título preventivo, de las cuales 16.000 fueron desplazadas por vía terrestre y 3.000 por mar, indicó la policía.
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"Se trata de la mayor evacuación jamás realizada en Grecia (...) Todo salió bien. Todo el mundo, especialmente los turistas, acató lo que habíamos ordenado", subrayó Konstantia Dimoglidou, una portavoz de la policía.
Durante la última noche abandonaron la zona 2.000 turistas en varios barcos desde dos playas de la isla, según explicó el portavoz del servicio de Bomberos Yannis Artopios. La operación, que transcurrió "sin incidentes", explica al diario griego Kathimerini, contó con la asistencia de tres barcos de Guardacostas, lanchas de las Fuerzas Especiales del Ejército griego y 30 veleros privados.
Las altas temperaturas y los constantes cambios de viento están dificultando la labor de los 266 bomberos, 16 unidades de Infantería, 49 vehículos, 10 aviones Canadair y 8 helicópteros que están combatiendo las llamas. En total fueron evacuadas 12 localidades, incluida Lindos, uno de los principales destinos turísticos de la isla. Otras zonas como Kiotari o Gennari también iniciaron este proceso en las últimas horas.
En declaraciones anteriores a SKAI, otro representante del Departamento de Bomberos, Vasilis Vathrakogiannis, explicó que el fuego es enormemente complejo ya que hay muchos brotes dispersos alrededor de su perímetro, que está consumiendo principalmente el centro y el este de la isla. El frente principal es un triángulo de diez kilómetros de lado que se extiende desde el mar hasta las montañas.
Vathrakogiannis anticipó que las tareas de contención tardarán días en surtir efecto, en especial dado que las temperaturas seguirán superando los 30ºC a lo largo de la semana que viene. En ese sentido, este domingo se esperan temperaturas superiores a los 44ºC en Grecia. El país está viviendo "probablemente" la ola de calor más larga desde que existen registros, la cual durará entre "16 y 17 días", indicó al respecto el observatorio meteorológico nacional.
El fuego seguía avanzando por sexto día consecutivo en el sureste de Rodas, una isla del Mediterráneo de 100.000 habitantes muy visitada por los vacacionistas británicos, alemanes o franceses, situada en el archipiélago del Dodecaneso. Los bomberos contabilizaron 46 nuevos incendios en 24 horas, siendo que las llamas se encuentran atizadas por vientos que soplan a 50 km/h.
Se suspendieron vuelos hacia la isla de Rodas
Centenares de turistas esperaban en el aeropuerto internacional de Rodas, buscando un vuelo para regresar a casa, y varias compañías suspendieron sus vuelos hacia la isla. Al respecto, el ministerio de Relaciones Exteriores griego abrió una célula de crisis en Atenas para facilitar la repatriación de los extranjeros.
Por su parte, TUI, la compañía número uno mundial del turismo, y la compañía británica JeT2 anunciaron que suspendían sus vuelos hacia la isla. Sin embargo, los aviones viajarán vacíos a la isla para poder repatriar a los turistas. El operador turístico neerlandés Corendon anunció una interrupción similar, según los medios locales.
"Hasta el martes ningún turista será transportado por avión" a Rodas, declaró a la AFP una de las portavoces de TUI, Linda Jonczyk. "El grupo TUI cuenta actualmente con 40.000 turistas en la isla de Rodas, de los cuales 7.800 fueron afectados por los incendios y tuvieron que ser evacuados", precisó Jonczyk.
Paul F., un alemán de 23 años, relató al diario Bild que él y su amiga se salvaron en el último momento. Tras despertarse de una siesta en la playa descubrieron que "la playa y la piscina (del hotel) estaban desiertas". Corrieron a su habitación, empacaron sus pertenencias y fueron a la recepción, donde se distribuían toallas húmedas para protegerse del humo, para esperar la llegada de socorristas.
"Brasas revoloteaban sobre nuestras cabezas y no llegaba la ayuda. Tenía la sensación de que nos habían abandonado, hacía tanto calor y el humo ya era tan denso que no podríamos haber aguantado más de diez minutos", explicó Paul. "Algunos, en pánico, intentaron de encontrar barcos para irse", pero finalmente llegaron autobuses para evacuarlos.
Cédric Guisset, un turista belga interrogado por la radiotelevisión de su país, RTBF, contó que se fue a pie de su hotel tras recibir mensajes de alerta en su teléfono celular. "Nos llevamos simplemente nuestros documentos de identidad, agua y algo para cubrirnos la cara y la cabeza", agregó.
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