En una escuela administrada por la Iglesia Católica en la provincia canadiense de British Columbia fueron hallados restos de 215 niños de pueblos originarios. Los mismos serían localizados en una fosa desconocida tanto por las autoridades políticas como religiosas.
Dicho establecimiento educativo fue uno de las tantas fundados en el territorio hace un siglo atrás, con la presunta intención de acoger y educar a los hijos de los nativos. La mayoría de ellos, como fue mencionado antes, eran administrados la Iglesia.
Alrededor de 150 mil niños y adolescentes de las poblaciones nativas locales, como por ejemplo los Inuit y Metis, fueron inscriptos en las 139 escuelas residenciales creadas especialmente para estos y distribuidas a lo largo del país de América del Norte.
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El primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, calificó el descubrimiento como "un capítulo vergonzoso" en la historia de su país. Acto seguido, se dirigió con "fuerza" hacia la Iglesia Católica, pidiéndole "claridad y "responsabilidad" por décadas de abusos.
Denunció también que estas escuelas, donde generaciones de niños de pueblos indígenas fueron criados, tenían como único objetivo "borrar sus raíces y asimilarlos a la cultura dominante". Si la iglesia no colabora, el gobierno tomará "medidas duras".
El oficialismo guarda que la cúpula eclesiástica entregue informes y/o registros que contengan información sobre el establecimiento. De no ser así, podría iniciar acciones legales para obtener las pruebas requeridas por las familias de las víctimas.
La respuesta del Papa Francisco sobre el hallazgo en Canadá
Bajo la misma línea, el sumo pontífice solicitó tanto a las autoridades políticas y religiosas de Canadá "esclarecer" lo sucedido. Francisco expresó su "dolor" y "cercanía" con las víctimas y exhortó a investigar la "impactante noticia".
"Sigo con dolor el sobrecogedor descubrimiento de 215 alumnos de la Klamloops Indian Residential School", afirmó para luego detallar: "Me uno a los obispos canadienses y a toda la Iglesia Católica en Canadá para expresar mi cercanía al pueblo canadiense".
Sostuvo que el cruento acontecimiento ayuda a "aumentar aún más la conciencia de los dolores y sufrimientos del pasado". "Las autoridades políticas y religiosas de Canadá deben seguir trabajando con determinación para llegar a la verdad", prosiguió.
Jorge Bergoglio subrayó que "estos momentos difíciles representan un fuerte llamado de atención para todos nosotros, para alejarnos del modelo colonizador, y también de las colonizaciones ideológicas de hoy, y caminar juntos en el diálogo".
"Confiamos al Señor las almas de todos los niños fallecidos en las escuelas residenciales de Canadá y rezamos por las familias y comunidades autóctonas canadienses destrozadas por el dolor. Recemos en silencio", pidió finalmente a los fieles.
El Papa se reunió también desde el Vaticano con los dos cardenales canadienses que trabajan en los cuerpos de la Santa Sede, Michael Czerny y Marc Ouellet, y nombró como nuevo nuncio apostólico en Ottawa a monseñor Ivan Jurkovic.
JFG