INTERNACIONAL
EXTREMA VIGILANCIA

"Gran Hermano" asiático: HRW dice que China construyó "un Estado de vigilancia orwelliano"

La organización presentó su informe anual, en el que dice que la nación comunista creó "un sistema pesadillesco" de control de 13 millones de personas, especialmente de las minorías.

Chinese President Xi Jinping's Clean Energy Drive Paints Bluest Sky Over Beijing in Decade
Chinese President Xi Jinping's Clean Energy Drive Paints Bluest Sky Over Beijing in Decade | Bloomberg

Con más de un millón de personas pertenecientes a minorías detenidos en "campos de concentración" y millones de cámaras que vigilan todos los rincones de la nación, China lleva a cabo "el ataque más intenso contra el sistema global de defensa de los derechos humanos" de todos los tiempos, asegura la organización Human Rights Watch en su informe anual divulgado este martes 14 de enero, que urge al mundo democrático a resistir su embestida.

Para mantenerse en el poder, el gobierno de Xi Jinping "construyó un Estado de vigilancia orwelliano, altamente tecnológico, y un sofisticado sistema de censura de internet para vigilar y suprimir la crítica pública", sostiene Kenneth Roth, jefe de HRW, en el informe de más de 650 páginas sobre el estado de los derechos humanos en el mundo en 2019.

"En el extranjero, utiliza su creciente poderío económico para silenciar críticos y llevar a cabo el ataque más intenso contra el sistema global de defensa de los derechos humanos desde su surgimiento a mediados del siglo XX", denuncia Roth citado por Deutsche Welle.

Roth señala que China construyó "un sistema pesadillesco" de vigilancia de 13 millones de musulmanes uigures, kazajos y otras minorías tártaras en Sinkiang, en el noroeste de China, y está creando otros similares en el resto del país. Esta vigilancia ha resultado en la detención indefinida de más de un millón de musulmanes tártaros para su "reeducación", y dejó a innumerables niños "huérfanos", señala.

"Ningún otro gobierno está simultáneamente deteniendo un millón de miembros de una minoría étnica para un adoctrinamiento forzado y atacando a cualquiera que se atreva a desafiar su represión", asegura.

Miles y miles de cámaras de seguridad

Según el diario británico The Guardian, 8 de las diez ciudades más videovigiladas del mundo están en China. De hecho, con 2.580.000 cámaras para controlar a 15.350.000 personas (una cámara por cada seis habitantes) Chongqing tiene más cámaras de vigilancia por habitante que ninguna otra ciudad del mundo, por encima incluso de Pekín, de Shanghai y de la ciudad tecnológica de Shenzhen.

Según Maya Wang, responsable de las investigaciones de HRW sobre China, lo que está ocurriendo es "una carrera a la baja" en temas de privacidad entre las diferentes agencias de policía de China. "Cada una de ellas afirma ser la mejor y más innovadora en vigilancia masiva y control social". 

"Estos sistemas se están desarrollando e implementando sin la protección a la privacidad frente a la vigilancia estatal. Es posible que no haya antecedentes históricos de una vigilancia masiva tan profunda, amplia e invasiva como la que el Gobierno chino está ejerciendo sobre sus ciudadanos", explica Wang.

Torturas y reeducación maoista: cómo funcionan los campos de concentración de China

¿Quién se anima a criticar a China?

HRW denuncia la inacción y la diplomacia complaciente frente a China, y llama a gobiernos, empresas e instituciones a unirse para denunciar a viva voz sus ataques contra los derechos humanos.

"Esta es una lección para Antonio Guterres", jefe de la ONU, aseguró Roth tras criticar duramente al secretario general de la ONU por "no pedir públicamente que China ponga fin a la detención masiva de tártaros musulmanes", así como por no hacer todo lo posible para impulsar una investigación más a fondo del asesinato del periodista saudita Jamal Khashoggi en 2018 en el consulado de su país en Estambul, entre otras cosas.

HRW pide que los gobernantes dejen de tratar a Pekín como "un socio respetable" y solo acepten hacer visitas de Estado "si hay verdaderos progresos en materia de derechos humanos" y se permite el acceso de investigadores de la ONU a Sinkiang.

"Agenda anti derechos" de líderes políticos

HRW alerta sin embargo que populistas autócratas en varias partes del mundo están demonizando a las minorías y atacando a quienes les enfrentan, sean periodistas, jueces o activistas. Algunos, como el estadounidense Donald Trump o el brasileño Jair Bolsonaro, denuncia Roth, ponen frenos al sistema internacional de derechos humanos que China socava.

La organización denuncia además la "agenda anti derechos" del primer año de gobierno de Bolsonaro, con políticas que "han implicado mayores riesgos para poblaciones vulnerables", aunque algunas fueron bloqueadas por la justicia o el Congreso.

Entre ellas menciona el proyecto de ley impulsado por Bolsonaro que permitiría evitar la prisión a policías condenados por ejecuciones ilegales, así como la luz verde otorgada a redes criminales de tala de árboles en la Amazonía que utilizan la violencia contra indígenas o activistas que defienden la selva. Recuerda que Bolsonaro ha alentado a la policía a matar a sospechosos y que en agosto dijo que los criminales "deben morir como cucarachas".

Precaria situación de derechos humanos en Latinoamérica

En tanto, y pese a ciertos avances, HRW considera que la situación de los derechos humanos en Latinoamérica sigue siendo precaria. El organismo señaló que Bolivia, Chile y Ecuador utilizaron "fuerza excesiva" para responder a las multitudinarias protestas: “esta luz verde a la violencia por parte de las fuerzas de seguridad es un problema que vemos en muchos Gobiernos de Latinoamérica", subrayó Roth.

Asimismo, señaló a Cuba, Nicaragua y Venezuela de reprimir a la oposición utilizando la violencia, encarcelando a dirigentes políticos, defensores de derechos humanos y periodistas.

Las violaciones de los derechos humanos cometidas por las fuerzas de seguridad -incluidas torturas, desapariciones y abusos contra migrantes- continúan en México, afirma HRW. El informe destaca también el enorme problema de la violencia en varios países centroamericanos, con algunas de las tasas de homicidios más altas del mundo, que ha forzado desplazamientos masivos de población.

DW / AFP / DS