El país enfrenta 92 focos activos y 43.000 hectáreas quemadas. La región de Valparaíso y otras zonas del centro y sur de Chile permanecen en alerta, mientras miles fueron evacuados. El gobierno chileno decretó estado de emergencia y toque de queda en cuatro ciudades para enfrentar el desastre natural. Cuarenta focos ya están controlados y otros 29 aún están siendo combatidos, dos de los cuales se encuentran a 80 kilómetros de Santiago. Especialistas informaron que el incendio más peligroso comenzó con cinco focos intencionales que se extendieron hacia Viña del Mar.
Tierra arrasada. Desde el año 2017, Chile enfrenta incendios forestales de envergadura, muchos de ellos en zonas densamente pobladas. En diciembre de 2022 dos personas murieron en Valparaíso. |
afp
Agencias
Al menos 19 personas murieron en Viña del Mar a causa de los incendios forestales que tienen en emergencia a la región de Valparaíso y otras partes del centro y sur de Chile. Hay 92 incendios activos y 43.000 hectáreas quemadas. Las autoridades decretaron toque de queda en cuatro ciudades.
La ministra del Interior chilena, Carolina Tohá, advirtió que el balance de muertos podría aumentar en las próximas horas debido a que aún no es posible ingresar a zonas arrasadas por el fuego. Tohá agregó que 15 de las víctimas ya fueron identificadas.
De los fuegos activos, 29 están siendo combatidos por cuerpos de emergencia y cuarenta están controlados. “La prioridad está en los incendios de la región de Valparaíso por su cercanía a zonas urbanas. Ahí tenemos varios incendios, pero dos son de mayor preocupación”, explicó Tohá, quien detalló que uno es Complejo Las Tablas, con 6.800 hectáreas, y el otro Lo Moscoso, en Quilpué, con 1.150 hectáreas. Estas zonas quedan entre 80 y 120 km al noroeste de Santiago, con empresas agrícolas y madereras. Por su cercanía a las playas del Pacífico tienen una gran afluencia de turistas en esta época del verano austral.
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El reporte oficial indicó que cuentan con 14 naves y cinco helicópteros trabajando en la zona de Valparaíso para combatir los incendios.
El toque de queda fue decretado por el gobierno chileno, tanto para ayer como para hoy en la mañana, en Viña del Mar, Limache, Quilpué y Villa Alemana. “El toque de queda busca disminuir la presión en materia de abastecimiento. La prioridad es abastecer de combustible a los medios de emergencia”, con el apoyo del Ejército chileno, explicó el subsecretario del Ministerio del Interior, Manuel Monsalve.
Se mantienen los “perímetros de exclusión” para que no puedan transitar o ingresar personas ajenas a esos lugares quemados, y la posibilidad de extender la medida de excepción.
El director de la Corporación Nacional Forestal (Conaf) de Valparaíso, Leonard Möder, aseguró que el incendio forestal ocurrido en la reserva Lago Peñuelas, el mayor en este momento, comenzó con cuatro o cinco focos intencionales y que luego se extendió hacia Viña del Mar.
Las autoridades emitieron múltiples alertas de evacuación, pero aún se desconoce el número exacto de personas que han tenido que salir de sus hogares.
Caminando entre el humo, miles de personas volvieron a sus casas destruidas por los “incendios sin precedentes”. El presidente Gabriel Boric sobrevoló la zona afectada. “Estaremos ahí como gobierno para ayudarlos a levantarse”, dijo tras esta actividad.
Los fuertes vientos están arrastrando las llamas hacia fábricas de transportes y muebles. El humo negro cubre el cielo a lo largo de varias calles en medio de explosiones que se suceden una tras otra, ante la impotencia de los bomberos.
El presidente Boric decretó el viernes el estado de excepción por catástrofe, para disponer de “todos los recursos necesarios” para sofocar las llamas.
Desde 2017 Chile ha sufrido incendios forestales de envergadura, muchos de ellos en zonas pobladas y en la región de Valparaíso donde una prolongada sequía, el aumento de las temperaturas, la negligencia humana, la construcción sin planificación y en sitios no habilitados, han creado una plataforma perfecta para estos siniestros.
En diciembre de 2022, la misma región de Valparaíso sufrió fuertes incendios forestales, que suelen ser intencionales, y entonces hubo dos fallecidos, según los informes oficiales.
