En un giro político significativo, el gobierno de Irán declaró este sábado estar dispuesto a cooperar con el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) bajo “una nueva forma”, al tiempo que reafirmó su compromiso con una solución diplomática para resolver las disputas relacionadas con su programa nuclear.
“Nuestra cooperación con el Organismo Internacional de Energía Atómica no se interrumpió, pero adoptará una nueva forma”, indicó el jefe de la diplomacia iraní, Abbas Araqchi. ante diplomáticos extranjeros en Teherán.
“De acuerdo con esta ley toda nuestra cooperación con el Organismo será gestionada a partir de ahora por el Consejo Supremo de Seguridad Nacional” iraní, agregó Araqchi.
El jefe diplomático sostuvo que Irán “sigue dispuesto a generar confianza a través de la diplomacia pero, antes, nuestros interlocutores deben convencernos de que realmente desean la vía diplomática y no que ésta sirva para encubrir otros objetivos”.
Luego de los bombardeos israelíes y estadounidenses contra instalaciones nucleares iraníes durante la guerra del 13 al 24 de julio desencadenada por un ataque sin precedentes de Israel, las autoridades iraníes endurecieron su posición.
El régimen islámico, que culpa a la OIEA de ser responsable en parte de los ataques a sus instalaciones nucleares, suspendió oficialmente a principios de julio toda cooperación con el organismo nuclear de la ONU, tras la aprobación de una ley en el Parlamento.
Incluso habían declarado que no le iban a permitir a su titular, el argentino Rafael Grossi, a quien amenazaron dos veces, ingresar a las bases nucleares para determinar si quedaba uranio enriquecido.
Tras el estallido del conflicto entre Israel e Irán, las negociaciones iniciadas en abril entre Teherán y Washington sobre el programa nuclear iraní fueron suspendidas.
Ahora, Irán sostiene que estudiará los detalles para una posible reanudación de estas negociaciones.
Línea roja. El 22 de junio EE.UU. bombardeó el sitio subterráneo de enriquecimiento de uranio de Fordo, al sur de Teherán, así como instalaciones nucleares en Isfahán y Natanz. Se desconocen los daños provocados.
A principios de julio el equipo de inspectores de la OIEA abandonó Irán para regresar a la sede de la organización en Viena, tras la suspensión de la cooperación por parte de Teherán.
Rafael Grossi reiteró “la importancia crucial” de retomar con Irán las conversaciones sobre las condiciones necesarias para reanudar “sus indispensables actividades de supervisión y verificación lo antes posible”.
Durante la guerra, Israel llevó a cabo cientos de ataques contra sitios nucleares y militares iraníes.
Irán, que defiende su derecho a enriquecer uranio con fines civiles, respondió lanzando misiles y drones contra Israel.
EE.UU. e Irán siguen profundamente divididos sobre la cuestión del enriquecimiento de uranio. Teherán lo considera un derecho “no negociable” para desarrollar un programa nuclear civil, mientras que Washington lo ve como una “línea roja”.
El sábado el jefe de la diplomacia iraní reiteró la oposición de su país a cualquier prohibición de enriquecer uranio en un eventual acuerdo para regular su programa nuclear.
Según el OIEA, Irán es el único país no poseedor de armas nucleares que enriquece uranio a un nivel elevado (60%), muy por encima del límite del 3,67% establecido por el acuerdo internacional de 2015. Para fabricar una bomba, el enriquecimiento debe alcanzar hasta 90%.