Luis Almagro, secretario general de la Organización de los Estados Americanos (OEA), denunció "el autogolpe de Estado perpetrado por el régimen venezolano contra la Asamblea Nacional", órgano al que tildó como el "último poder del Estado legitimado por el voto popular".
Almagro señaló que la decisión del Tribunal Supremo de atribuirse las funciones del Poder Legislativo es un procedimiento que "no conoce de ninguna de las más elementales garantías de un debido proceso". Y resaltó que: "Aquello que hemos advertido lamentablemente se ha concretado", asimismo agregó que "son los últimos golpes con que el régimen subvierte el orden constitucional del país y termina con la democracia".
El titular del organismo solicitó con urgencia la convocatoria de un Consejo Permanente en el marco del artículo 20 de la Carta Democrática, porque "se ha llegado a este punto a pesar de las advertencias formuladas en los informes del 30 de mayo de 2016 y 14 de marzo de 2017". "Callar ante una dictadura es la indignidad más baja en la política. La cuestión es sólo entre la libertad y el despotismo", sentenció.
El uruguayo añadió que Venezuela, luego de adherirse a las normas internacionales regionales, sigue estando obligada a cumplirlas. Entre ellas está el respeto a la separación de poderes como garantía ineludible para la protección de los derechos de los ciudadanos y la defensa del sistema democrático y del Estado de derecho.
Mientras tanto Julio Borges, presidente de la Asamblea Nacional, sostuvo que "Es un golpe de Estado, y quiero que el mundo nos ayude y los medios nos ayuden a decirlo con todas sus letras: en Venezuela Nicolás Maduro dio un golpe de Estado", en conferencia de prensa en el Palacio Legislativo. Luego de rasgar frente a las cámaras el fallo del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) y calificándolo de basura. Además pidió a las Fuerzas Armadas a no seguir callada frente a la ruptura de la Constitución.
"Sabemos que la inmensa mayoría de los oficiales están en contra del caos que sucede en Venezuela", sostuvo el diputado, y agregó que la cámara "se rebela y desconoce" la decisión judicial. La Sala Constitucional del TSJ asumió la noche del miércoles las funciones del Parlamento, por un dictamen que según los analistas representa un paso más hacia un modelo autoritario, según informa AFP.
El falló indica que "mientras persista la situación de desacato y de invalidez de las actuaciones de la Asamblea Nacional, esta Sala Constitucional garantizará que las competencias parlamentarias sean ejercidas directamente por esta Sala o por el órgano que ella disponga".
El tribunal, al que se lo acusa desde la oposición de estar a favor de Maduro, declaró en desacato al Legislativo en enero 2016. Todo fue por la juramentación de tres diputados opositores cuya elección se suspendió por presunto fraude.
