La Corte acusa de "crimen de responsabilidad" a un Bolsonaro cada vez más radicalizado
La declaración del presidente del Supremo Tribunal Federal constituye el primer paso inicial hacia el juicio político y posterior destitución. "Incitó a la población a propagar discursos de odio" contra la Justicia, acusó Luis Fux.
El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, reunió a una multitud de simpatizantes este 8 de septiembre en Brasilia y San Pablo, a quienes arengó con "tono golpista" y gravísimos ataques contra el Supremo Tribunal Federal (STF). |
AFP
27 años de cobertura en Brasil como corresponsal. Entrevistó a todos los presidentes brasileños desde 1995, salvo el último. Autora del site Brasil 7 días.
Justo en esos momentos, más de un centenar de camiones bloqueaba las entradas al edificio judicial y al propio Congreso nacional. Y una gran cantidad de militantes bolsonaristas en la Esplanada de los Ministerios, el área central de edificios públicos de Brasilia, proferían gritos hostiles contra legisladores, jueces y periodistas.
Fux le avisó al propio Bolsonaro que ayer “incurrió en crimen de responsabilidad”. Su declaración constituye el paso inicial para el juicio político y la posterior destitución del jefe de Estado. La razón para establecer ese delito, como señaló el magistrado, es que en los pronunciamientos de ayer, durante los actos en Brasilia y en San Pablo, el presidente brasileño “ofendió la honra de los ministros (de ese cuerpo), incitó a la población a propagar discursos de odio contra el Supremo Tribunal Federal (STF) y propaló el incumplimiento de las decisiones judiciales. Estas son prácticas ilegales y antidemocráticas, por lo tanto, intolerables”.
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La corte suprema de Brasil subió este miércoles el tono frente a Jair Bolsonaro y afirmó que "despreciar" sus decisiones representa "un atentado a la democracia" y un "crimen de responsabilidad".
Bolsonaro anunció el martes, durante una multitudinaria marcha de sus seguidores en San Pablo, que rechazará las decisiones del juez del STF Alexandre de Moraes, quien abrió contra el mandatario una investigación por difundir noticias falsas.
Fux fue todavía más enfático al señalar, durante su pronunciamiento de este mediodía, que los jueces de la Corte y los más de 20.000 magistrados del país, tienen un compromiso con su independencia, asegurada en ese documento sagrado que es Nuestra Constitución”. Y añadió: “No serán toleradas las amenazas”, e incisivo concluyó: “En un ambiente político maduro, no se puede cuestionar la decisión judicial a través de la desobediencia y el caos, sino mediante los recursos procesuales”.
Brasil conmemoró ayer sus 199 años de independencia, con una de las celebraciones más tensas de los últimos decenios. Hubo manifestaciones en todo el país, tanto a favor como en contra del gobierno. Pero el tono y las palabras presidenciales no hicieron más que galvanizar la “radicalización” de los bolsonaristas. Al punto que, como lo indicaban los carteles, los manifestantes promovían ayer clausurar la justicia y el Parlamento, dando todo el poder “al presidente”. Hasta comienzos de esta tarde, el conflicto continuaba.
"Este Supremo Tribunal Federal nunca aceptará amenazas a su independencia ni intimidaciones al ejercicio regular de sus funciones. Nadie cerrará esta Corte. Nos mantendremos en pie, con sudor y perseverancia", dijo el juez Fux.
En las marchas se vio una mezcla heterogénea de activistas de ultraderecha, partidarios de las armas, evangélicos, motociclistas, conspiracionistas y antivacunas.
El proyecto de Bolsonaro, al impulsar las movilizaciones de ayer, fue la de fortalecer su base político-electoral que había comenzado a disgregarse. Eso explica, en buena medida, el tono elegido para galvanizar a sus seguidores. No parece sin embargo haber estado en sus cálculos las reacciones que esto iría a provocar. Si por un lado pudo disfrutar de una presencia multitudinaria en la capital paulista, lo que se avecina bien podría ser el último trago amargo de su gestión.
Partidos que hasta ahora se habían mantenido cautelosos y no hablaban de impechament, resolvieron respaldar el proceso de juicio contra el jefe del Palacio del Planalto. Así lo indicó el gobernador paulista Joao Doria, un conspicuo miembro del Partido Social Demócrata de Brasil (PSDB) fundado por el ex presidente Fernando Henrique Cardoso. Dijo anoche: “Hasta hoy no quise manifestarme públicamente, pero después de lo que oí en Brasilia, veo que Bolsonaro empareda la Corte Suprema y afronta la democracia. Sus manifestaciones son suficientes para justificar los pedidos de impeachment”.
De los dos discursos de Bolsonaro, en Brasilia y especialmente en Sao Paulo, los analistas destacan el "tono golpista" y los gravísimos ataques contra el Supremo Tribunal Federal (STF).
A 14 meses de las presidenciales, Bolsonaro arremetió contra "la farsa" del voto electrónico, según él fraudulento, un mantra con mucha pegada entre su base de irreductibles, que por sí sola no le basta para su reelección.
La posición de estos partidos es clave dentro del Congreso, pues arrastra a muchas de las organizaciones de centro que hasta ahora habían permanecido al lado del gobierno. Hay analistas que afirman que hay “outro efecto colateral”, es decir, indeseado por Bolsonaro: Hamilton Mourao, su vice, y Arthur Lira, titular de Diputados, están con las antenas encendidas. Uno primero y el otro después, son los sucesores de Jair, en caso en que este sea derribado. Desde luego, la iniciativa cuenta con el apoyo del Partido de los Trabajadores y de otros nucleos más centristas como el Partido Democrático Laborista (PDT) de Ciro Gomes y el Partido Social Democrático (PSD) de Gilberto Kassab, ex alcalde de San Pablo.
Una visita especial
El domingo, en vísperas de las marchas, Bolsonaro estuvo reunido en la residencia oficial con un político y empresario de Estados Unidos. Se trata de Jason Miller, ex mano derecha de Donald Trump en todo lo que tiene que ver con redes sociales. Es el fundador de Gettr, una red creada para acoger a Trump, luego que fuera “expulsado” de Twitter y Facebook. Y 13,5% de los usuarios de ese medio están en Brasil. Miller discurseó en la Conferencia de Acción Política Conservadora, organizada en Brasilia por Eduardo Bolsonaro (diputado federal e hijo presidencial). La presencia del ex asesor estadounidense se debería, según algunas fuentes, a la necesidad del bolsonarismo de contar sus concejos, en vivo y en directo.
