Justo después de la operación policial más letal de la historia de Brasil y pese a numerosas críticas, se multiplica el apoyo a propuestas de mano dura impulsadas por la derecha contra las facciones criminales, incluida una ley para declararlas terroristas en el país suramericano.
La megaoperación del martes en dos complejos de favelas de Rio de Janeiro fue calificada como “un éxito” contra el “narcoterrorismo” por el gobernador del estado, el conservador Cláudio Castro.
Mientras siguen frescas las duras imágenes de decenas de cuerpos alineados en la calle de una de las favelas, un grupo de legisladores que responde al expresidente Jair Bolsonaro dio su respaldo a la operación, que buscaba golpear al Comando Vermelho.
Tras reunirse con los jefes de seguridad responsables de la operación en Río, los legisladores dijeron que acelerarán la aprobación de una propuesta para clasificar como “organizaciones terroristas” al Comando Vermelho y el Primeiro Comando da Capital (PCC), las dos mayores facciones criminales de Brasil.
La propuesta “está en vías de ser votada” en el plenario de la Cámara de Diputados, afirmó en rueda de prensa la congresista Chris Tonietto, del Partido Liberal de Bolsonaro. “Será un avance más en el combate al crimen organizado”, apuntó.
A su lado, el secretario de Policía Civil de Río de Janeiro, Felipe Curi, defendió la clasificación de “terroristas”, que permitiría a las fuerzas de seguridad el uso de armamento más letal para “neutralizar” delincuentes. “La legislación brasileña es extremadamente blanda”, declaró Curi.
La actuación policial generó indignación entre organizaciones de derechos humanos, y la ONU exigió una investigación inmediata. Familiares de algunos abatidos denunciaron ejecuciones sumarias.
Por su lado, el presidente Luiz Inácio “Lula” da Silva evitó cuestionar el operativo, que tiene el respaldo de un sector importante de la población. Sostuvo que Brasil no puede “aceptar” el crimen organizado, aunque abogó por combatirlo sin poner en peligro a policías ni civiles.
El mandatario, acusado incluso por parte de sus electores de ser muy laxo frente a la inseguridad, aprobó además este jueves una ley que refuerza el combate contra el crimen organizado.
Mirando el modelo Bukele. El episodio alimentó el discurso de mano dura entre una población cansada de la inseguridad crónica. La operación en las favelas “fue oportuna, eficaz y necesaria. Debería haberse hecho incluso antes, porque lo que vemos hoy es que los ciudadanos no se sienten seguros en la calle: uno sale de casa, pero no sabe si podrá regresar”, ejemplificó Anselmo Pereira, un jubilado de 67 años en Meier, un barrio de clase media en la zona norte de Río. Un estudio de la Fundación Getúlio Vargas –basado en el comportamiento en internet de casi dos millones de personas en Brasil tras la operación– mostró una gran polarización política y sobre todo una fuerte presión del público para que las autoridades tomen medidas para combatir la delincuencia.
Paralelamente, el senador Flávio Bolsonaro, hijo del expresidente, dijo que viajará junto a su hermano, el diputado Eduardo Bolsonaro, a El Salvador para aprender estrategias de combate al narcotráfico del presidente Nayib Bukele.
Flávio había sugerido la semana pasada que Estados Unidos bombardeara embarcaciones de narcos en Río de Janeiro, de la misma forma que la administración Donald Trump lleva a cabo una campaña contra lo que define como “narcoterrorismo” en el Caribe.El popular diputado Nikolas Ferreira, con 19 millones de seguidores en Instagram, publicó una imagen de la megacárcel salvadoreña con cientos de pandilleros desnudos. “Mi idea es esta. Estás avisado”, amenazó el legislador de derecha.
*AFP
Fuerte apoyo a la acción policial, en especial en las favelas
El megaoperativo contra el Comando Vermelho tuvo un gran apoyo entre las personas que viven en las favelas de Río de Janeiro y también a nivel nacional, según dos encuestas realizada por la consultora Atlas Intel.
Uno de los sondeos se llevó a cabo en el estado de Río de Janeiro entre el 29 y el 30 de octubre. Cuando se le preguntó a la gente qué opinaba de la decisión de las autoridades de llevar a cabo este impresionante operativo que dejó al menos 130 muertos, el 62,2% aprobó la iniciativa. Sólo el 34,2 la desaprobó.
La diferencia fue mayor aún al consultarle lo mismo a los habitantes de las favelas, quienes sufren la violencia narco en forma cotidiana. La aprobación subió al 87,6%, mientras que la desaprobación sólo alcanzó al 12,1%.
Violencia. Sobre el nivel de criminalidad de Río de Janeiro en este momento, el 70% consideró que es “muy alto”, el 25,1% “alto”, el 3,2% “regular”, el 1,7% “muy bajo” y el 0,1% “bajo”.
Respecto al impacto que tendrá este operativo en la seguridad de la ciudad, el 34,4% aseguró que será “muy positivo”, el 19,3% “positivo”, el 17% “muy negativo”, el 15,6% “poco o ningún impacto” y el 9,5% estimó que resultó “negativo”.
Ante el pedido de calificar el nivel de violencia empleado por la policía durante la operación, el 62,3% aseguró que “fue adecuado” y para el 34,4% “fue excesivo”.
A nivel país. En otra encuesta, la consultora sondeó sobre lo ocurrido a los brasileños a nivel nacional. El 55,2% aprobó el megaoperativo contra el Comando Vermelho y el 42,3% la desaprobó.
A continuación se les preguntó si “¿el saldo de más de 130 muertos resultantes de esta operación refleja la mejor manera de combatir eficazmente el crimen organizado o un objetivo con motivaciones políticas?”. El 51,7% respondió que “refleja la mejor forma de combatir efectivamente el crimen”; el 37% que “refleja una tentativa de hacer política”; el 8,9% que “refleja ambos objetivos”; y el 2,4% dijo “no sé”.