INTERNACIONAL
El libro polmico de Bob Woodward

La negación de Bush sobre Irak es un Watergate

Es lo que afirma el periodista que con sus crónicas expulsóa Richard Nixon de la Casa Blanca. Asegura que el gobierno de Bush engañó al pueblo estadounidense. THE GUARDIAN.

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Para el periodista, Bush desatendi las advertencias sobre Irak. | Cedoc

Washington, The Giardian. En un nuevo libro, llamado Estado de Negación, Bob Woodward argumentó que la Casa Blanca desatendió las advertencias de los analistas que, en otoño (primavera en el sur) de 2003, señalaron que eran necesarias miles de nuevas tropas para derrotar a la insurgencia en Irak.

El periodista señaló que el gobierno continúa negando la gravedad de la situación porque Bush está convencido que ir a la guerra fue lo correcto.

“Estamos llegando a un punto en el que hay 800-900 ataques por semana. Eso implica más de cien por día. Hay cuatro ataques por hora contra nuestras fuerzas”, dijo Woodward, en una entrevista que concedió al canal televisivo CBS.

En el último informe trimestral del Pentágono sobre Irak, que fue presentado en el Congreso y que se puede leer en el sitio de Internet del Departamento de Defensa, desde el 1 de septiembre se indicó que los ataques alcanzan a ser 792 por semana.

De todos modos, esa cifra incluye ataques contra civiles iraquíes, infraestructura y policías locales, así como contra las tropas estadounidenses y de la coalición internacional. La mayoría de las bajas son de civiles iraquíes.

Woodward dijo que el gobierno habitualmente encubre esas noticias que suceden en el territorio, así como los informes de inteligencia que predicen más deterioro en Irak, ya que chocan con las convicciones de Bush.

La Casa Blanca no hizo caso a Robert Blackwill, el consejero sobre Irak del Consejo Nacional de Seguridad, quien dijo que eran necesarias 40 mil tropas adicionales en Irak. Tampoco prestaron atención a los pronósticos de los servicios de inteligencia que predijeron un crecimiento de la violencia.

Un informe de la CIA -parte del cual fue descalificado esta semana por el presidente Bush- predecía el crecimiento de la violencia en Irak, al tiempo que el conflicto se transformaba en una causa sagrada para la Jihad global.

“La verdad es que los informes de los expertos en inteligencia dicen que el año próximo –2007- va a ser peor y, en público, tenemos al presidente y al Pentágono diciendo: `Oh, no, las cosas se van a poner mejor´”, dijo Woodward a la CBS.

El vicepresidente Dick Cheney permaneció también inalterable sobre la evidencia de que Saddam Hussein nunca tuvo armas de destrucción masiva, llamado a los inspectores a las 3 de la mañana para advertirles de posibles lugares de producción de armas químicas.

Este tipo de críticas no suelen modificar la confianza de Bush en su decisión de ir a la guerra. En un discurso pronunciado en Washington el miércoles pasado, Bush criticó a aquellos que dicen que la guerra expuso a los Estados Unidos a un riesgo mayor respecto de los ataques de Al Qaeda.

“Este argumento compra la propaganda del enemigo, que los terroristas atacan porque los estamos provocando”, dijo el Presidente.

Pero mientras trataba nuevamente de convencer a los estadounidenses, el comandante de las tropas de ese país en la volátil provincia de Anbar estaba prediciendo que la insurgencia no finalizaría hasta que las fuerzas norteamericanas no se retiren.  ”Los días de la insurgencia, eventualmente, llegarán a un fin. Y llegaran a un fin en las manos de los iraquíes , que, por definición, siempre serán percibidos como más legítimos que una fuerza externa como la nuestra”, dijo el Coronel Sean Mac Farland.

En este, su tercer libro sobre el gobierno de Bush, Woodward confía en las entrevistas “off the record” con oficiales norteamericanos, que ya se convirtieron en su marca registrada. A diferencia de sus otras crónicas sobre la Casa Blanca, Woodward no tuvo esta vez acceso a Bush o a Cheney.