Luego de un arduo debate en el Parlamento y tras la negativa sostenida a la incorporación a la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte), finalmente Turquía aprobó en la jornada del día martes la incorporación de Suecia al organismo.
Con 287 votos a favor, 55 en contra, 4 abstenciones y la ausencia de 600 parlamentarios, los diputados turcos ratificaron la adhesión del país nórdico a la alianza militar internacional que se rige por el Tratado del Atlántico Norte.
Sin embargo, en lo que respecta al proceso, aún queda pendiente el voto de Hungría dado que para que la entrada sea efectiva es necesaria la aprobación de los 31 países miembros. El ingreso se produce a pesar de que la capital turca acusara a Suecia de dar acilo a "militantes de movimientos kurdos calificados de terroristas”.
Las negociaciones para la incorporación duraron alrededor de un año, obteniendo, además, la implementación por parte de Suecia de una nueva ley antiterrorista en su Constitución. "Hoy hemos dado un paso más hacia la plena integración en la OTAN", confirmó el primer ministro sueco, Ulf Kristersson, en la red social X. En ese mismo sentido agradeció que “la Gran Asamblea General de Turkiye haya votado a favor de la adhesión".
Por su parte el jefe de la OTAN, Jens Stoltenberg, celebró la decisión de parte de Turquía y a través de un comunicado manifestó: "Doy la bienvenida a la votación de la Gran Asamblea Nacional de Turkiye para ratificar la membresía de Suecia en la OTAN", al tiempo que añadió que "contaría con Hungría para completar su ratificación nacional lo antes posible".
Por qué Turquía demoraba la incorporación
Al momento de solicitar la adhesión a la membresía por parte de Suecia, el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, había señalado su rechazo argumentando que existía un supuesto apoyo de parte del país en cuestión a militantes kurdos y a otros grupos que amenazaban la seguridad nacional. Esto se debía, entre otras cosas a que muchos exiliados de dicho grupo étnico, se habían refugiado en el país europeo durante las últimas décadas.
Al parecer no solamente se trataba de una cuestión de seguridad, manifestada por Ankara (capital de Turquía), sino por la negativa a la venta de equipo militar a Turquía, sucedidas en el pasado, por parte de Finlandia y Suecia. No obstante, luego de la invasión Rusa a Ucrania, ambos países buscaron la protección del organismo dado que el fin principal es la defensa mutua de los miembros, en caso de agresión armada contra cualquiera de ellos.
En julio del 2022, durante una cumbre de la OTAN, el mandatario turco levantó su objeción y envió al Parlamento el protocolo de adhesión para su ratificación. Según trascendió, el visto bueno también habría sido fruto de una negociación con Estados Unidos que la nación escandinava había conseguido desbloquear en favor de Turquía.
