El gobierno de Ucrania aceptó mantener conversaciones con Rusia este lunes 28 de febrero en la la frontera ucrano-bielorrusa, en la región del río Prípiat, cerca de la zona de exclusión de Chernobyl, una decisión tomada tras la mediación del presidente bielorruso Alexander Lukashenko.
Zelenski anunció que sus enviados se entrevistarán con los rusos "sin fijar condiciones previas", aunque aclaró que no mantendría conversaciones con Rusia en Bielorrusia, donde estaban estacionadas algunas tropas rusas antes de invadir la frontera norte de Ucrania.
Zelenski, que se negó a viajar a Minsk, dijo que su gobierno había propuesto a Rusia "Varsovia, Bratislava, Budapest, Estambul y Bakú" como opciones y que incluso Lukashenko le aseguró que "todos los aviones, helicópteros y misiles estacionados en territorio bielorruso permanecerán en tierra durante el viaje, las negociaciones y el regreso de la delegación ucraniana".
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La reunión se llevará a cabo en Gómel, una región que quedó ampliamente marcada por el desastre nuclear que sucedió en el año 1986 en la central nuclear de Chernóbil, ubicada a 16 kilómetros de la frontera bielorrusa.
De hecho, la República de Bielorrusia (que en 1986 aún era parte de la Unión Soviética) es el país con más superficie dentro de la "Zona Muerta" provocada por el accidente y 2,5 millones de personas vivían en la zona afectada por la nube radiactiva.
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Tras el desastre, el 23% del territorio de Bielorrusia se vio afectado por la radiación y el 70% de las partículas radiactivas emitidas por la planta durante el accidente terminaron en territorio bielorruso.
En la región de Gómel fueron evacuados 327 pueblos (40 de ellos enterrados tras el accidente) y, como resultado del desastre, 135.000 bielorrusos fueron evacuados de sus hogares y reubicados en otros lugares, y muchos se vieron afectados por la radiactividad.
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Como consecuencia de la contaminación radiactiva, en la región de la ciudad bielorrusa de Gómel, la esperanza de vida se redujo en cinco años entre 1985 y 2000. La mayoría de los 4.000 niños y adolescentes a los que se les diagnosticó cáncer de tiroides infantil provocado por la radiación vivía en Gómel.
Alexei Okeánov, de la Universidad Medioambiental Internacional Sajárov, dijo a National Geographic que el registro nacional de cáncer de Bielorrusia reveló, además, un aumento de los casos de cáncer de colon y de vejiga en Gómel.
ds