Teherán logró imponer que el acuerdo para interrogar a los imputados por el atentado a la AMIA excluya a los tres iraníes señalados por la Justicia argentina como máximos responsables políticos del ataque a la mutual judía. El memorándum firmado por los cancilleres de ambos países establece que podrán ser interrogados los funcionarios y ex funcionarios sobre los que pesa una “notificación roja” de Interpol. Esta condición deja fuera del interrogatorio a los principales acusados por el atentado de 1994: el ex presidente Alí Rafsanjani, el ex canciller Alí Akbar Velayati y el ex embajador iraní en la Argentina, Hadi Soleimanpour.
Familiares de víctimas dijeron a PERFIL que cuestionaron este punto en la reunión que mantuvieron con el canciller Héctor Timerman esta semana. El titular de la Asociación de Familiares y Amigos de Víctimas de la AMIA, Sergio Burstein, le preguntó al canciller por qué se dio prioridad a las notificaciones de Interpol y no a las órdenes de captura de la Justicia argentina. “Esto es a lo que pudimos arribar. No es una sola parte la que negocia”, fue la respuesta de Timerman. Los negociadores argentinos llegaron a la mesa de diálogo con el reclamo de máxima de que se indagara a todos los acusados, pero los iraníes sólo aceptaron firmar el interrogatorio de los que están en la lista de Interpol.
En 2006, el juez Rodolfo Canicoba Corral solicitó a Interpol que emitiera notificaciones rojas contra ocho iraníes y un libanés –que murió en 2008– acusados por el ataque a la AMIA. Meses después, el Departamento de Asuntos Jurídicos de la organización internacional acogió el pedido, pero excluyó de su dictamen a Rafsanjani, Velayati y Soleimanpour. En el caso de los dos primeros, Interpol explicó que no los incluyó en la nómina porque su captura “podría causar un conflicto internacional, ya que se buscaría como responsables de un atentado a personas que ejercieron altos cargos en una nación que, a la vez, integra Interpol”. Esta consideración responde a una cuestión formal del estatuto del organismo, que recomienda no emitir notificaciones rojas contra altos funcionarios de países asociados a la policía internacional.
En cuanto a Soleimanpour, Interpol consideró que su caso era “cosa juzgada”, ya que había sido detenido en Londres y la Justicia británica lo había liberado por pruebas insuficientes en el marco de la irregular investigación del ex juez Juan José Galeano.
Sin embargo, en la causa que tramita la Justicia argentina, los tres iraníes enfrentan cargos graves por el atentado a la AMIA. De hecho, Rafsanjani y Velayati son apuntados como máximos responsables políticos de la voladura de la mutual judía. En la investigación del fiscal Alberto Nisman se aportan pruebas sobre su presunta participación en la reunión de máximo nivel en Teherán en la que se habría planeado el atentado.
En la causa judicial se afirma que “fue imprescindible la participación de Rafsanjani en la elaboración y la aprobación de la propuesta de atentar contra la mutual”, y se agrega que “como jefe de Estado, participó en los proyectos y aprobaciones de actividades terroristas, conociendo todas y cada una de las actividades que se debían llevar a cabo”.
Velayati también es considerado un “personaje protagónico” ya que “la importancia medular que tiene el ministerio a su cargo dentro de la matriz terrorista radicó en su grado de colaboración y puesta a disposición de todos los recursos con los que contaba, otorgando pasaportes, visas y cobertura diplomática”.
En la actualidad, Velayati es alto funcionario del gobierno y hombre de máxima confianza del ayatola Alí Khamenei, quien mantiene un velado enfrentamiento con el presidente Mahmoud Ahmadinejad. Velayati es también uno de los principales candidatos para las elecciones presidenciales de junio, como informó este diario meses atrás.
Por otra parte, el ex presidente Rafsanjani es una de las figuras políticas más prominentes de Irán. También está enfrentado con Ahmadinejad y respalda a Velayati.
En diálogo con PERFIL, el titular de la DAIA, Julio Schlosser, expresó que le “hubiera gustado” que el acuerdo abarcara a los ocho acusados. Schlosser contó que Timerman dijo que ese punto “fue resultado de la negociación con Irán y la firma del memorándum sólo se logró con la inclusión de los que tienen notificación roja de Interpol”. Por su parte, Burstein adelantó que solicitó una nueva reunión con Timerman para tratar el tema.
Si el memorándum no se modifica, Rafsanjani, Velayati y Soleimanpour no se sentarán en el banquillo de los acusados. Y la justicia seguirá sin aparecer.
Publicado en diario PERFIL.