Mientras el régimen chavista celebra sus éxitos frente a la pandemia y denuncia conspiraciones internacionales, las enfermeras venezolanas afirman que el gobierno dejó “a su suerte” a los trabajadores de la salud que luchan contra el coronavirus. Con un sistema sanitario colapsado y hospitales que carecen de insumos y medicamentos y servicios básicos como agua y electricidad, dudan de que las cifras oficiales de contagiados y fallecidos sea real.
"Hay una situación de extrema urgencia. Ya veníamos sufriendo la emergencia humanitaria compleja y lo hemos denunciando desde el principio, pero con la pandemia se ha profundizado", advirtió Ana Rosario Contreras, presidenta del Colegio de Enfermería de Caracas. "Hoy vemos como el régimen gasta recursos en comprar máquinas electorales, en lugar de usarlos para adquirir equipos de protección. Y lo que es peor, pretende que se utilicen mascarillas artesanales de tela en algunos centros de salud en el Distrito Capital", criticó.
La profesional dijo que solo en Caracas se contabilizaron hasta el martes más de 80 enfermeras con síntomas de Covid-19, porque ante la falta de equipos de seguridad en los hospitales se están reutilizando los implementos que deberían ser de cambio diario. "Esto es grave porque si algo ha hecho énfasis la Organización Mundial de la Salud (OMS) es que el Estado debe darle prioridad a la preservación de la vida y la salud de los trabajadores sanitarios. Hoy exigimos que deben cumplirse los protocolos establecidos por la OMS", enfatizó.
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Contreras afirmó que, de las enfermas contagiadas, una está aislada en su vivienda, pero la mayoría se encuentran recluidas en los hoteles que dispuso el gobierno de Nicolás Maduro para el confinamiento de venezolanos que podrían estar infectados con la Covid-19. "Estas enfermeras que han sido ingresadas a estos centros se quejan de las condiciones terribles. Sienten que se ha agudizado la sensación de que se encuentran en campos de concentración por el mal trato que les dan y no permiten que sus familiares les lleven alimentos", manifestó.
"Ejercer la profesión de la enfermería en Venezuela es un suicidio. Siete enfermeras han fallecido, el gremio de la salud ha perdido 38 profesionales de la salud. Somos el primer país de América Latina con estas cifras", alertó la enfermera, quien mencionó el caso de una colega de Maracaibo que murió por Covid-19 pero no fue contabilizada entre los fallecidos porque la prueba de PCR nunca fue entregada. La enfermera informó que más de 60% de los profesionales de enfermería se fueron del país, por las precarias condiciones laborales y los bajos salarios que "nos tienen en pobreza extrema".
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Por último, la profesional rechazó las cifras que el gobierno de Maduro brinda sobre la pandemia y que afirmó "toda esa estadística hay que multiplicarla por 10". "Para nadie es un secreto que no se están realizando suficientes pruebas rápidas y que, de los 1.511.433 diagnósticos hechos, entre 5% y 6% son PCR", afirmó. “En Venezuela un cadáver puede durar hasta más de 48 horas en un hospital. Hoy no deberíamos estar preocupados por estos temas, lamentablemente estamos atendiendo circunstancias que deberían ser resueltas por un gobierno nefasto”, finalizó.
Durante esta semana, rige en Venezuela una "cuarentena radical". Actualmente, este país de 30 millones de habitantes suma 20.206 contagios y 176 muertes por coronavirus, de acuerdo con cifras oficiales, las cuales son cuestionadas por organizaciones como Human Rights Watch (HRW) al considerarlas poco confiables.
El gobierno de Maduro aplica desde junio un esquema que llama "7+7", que alterna siete días de confinamiento estricto, en los cuales todos los comercios son obligados a cerrar salvo los de sectores "esenciales" como alimentos o salud, con siete de vida flexible que permiten reactivar el resto de las actividades. Sin embargo, cumplir una cuarentena estricta es un lujo para muchos que viven día a día en un país con hiperinflación, seis años continuos de recesión y una creciente pobreza. Cotidianamente suele verse bastante movimiento en las calles a pesar de las restricciones.
DS