INTERNACIONAL
Invasión rusa a Ucrania

Lula está en Lisboa para tratar la paz en Ucrania

El presidente de Brasil quiere abordar dos temas claves: la guerra Ucrania-Rusia y los avances en el acuerdo entre la UE y el Mercosur, que se firmó en 2019 pero aún no entró en vigencia.

El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva
El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva. | AFP

Lula da Silva llegó este viernes a Lisboa, en el cuarto viaje internacional desde el inicio de su tercer gobierno. El propósito del mandatario brasileño según la cancillería brasileña es reforzar las relaciones con el país que ofrece “la puerta de entrada de Brasil a la Unión Europea”. En el contexto de la bilateral se reunirá mañana con su colega Marcelo Rebelo de Souza, politólogo y periodista que preside Portugal desde 2016. Tal vez por casualidad, o quizás no, la fecha de la reunión coincide con el 523 aniversario del “descubrimiento” de la costa atlántica brasileña, en Bahía, por la armada portuguesa. El presidente de Brasil afirmó, también, que irá a celebrar más de una decena de acuerdos económicos.

El miércoles próximo seguirá rumbo a Madrid, donde se entrevistará con el jefe de Gobierno español Pedro Sánchez. Y el 6 de mayo estará en Inglaterra para asistir a la coronación de Charles III e intercambiar con el primer ministro británico Rishi Sunak. Con los europeos, Lula tiene en mente abordar dos temas claves: uno es la guerra Ucrania-Rusia y las vías de negociación de la paz; el otro hace a una cuestión más regional, ya que tratará las formas de avanzar en el acuerdo entre la UE y el Mercosur, que se firmó en 2019 pero no entró en vigencia.

Aprobación de Lula da Silva cae en medio de una fuerte polarización de Brasil

Esto no les gusta a los autoritarios
El ejercicio del periodismo profesional y crítico es un pilar fundamental de la democracia. Por eso molesta a quienes creen ser los dueños de la verdad.
Hoy más que nunca Suscribite

La secuencia europea sucede a las escalas que hizo el brasileño en Washington, en febrero, y en Beijing hace una semana; una seguidilla que culminó con la recepción dada en Brasilia al canciller ruso Serguéi Lavrov, el lunes último. Como es obvio, las citas con los polos conflictivos de la geopolítica mundial: Estados Unidos, China y Rusia, no podrían haber transcurrido sin generar colisiones, con fuerte impacto en los medios domésticos e internacionales.

Los recelos de Occidente se basaron en declaraciones que el jefe de Estado brasileño realizó cuando aún estaba en territorio asiático. Como gota que rebalsa el vaso, habló de las responsabilidades de la UE como también a USA en la guerra del este europeo. Ante los periodistas, Lula demandó a los americanos que “paren de incentivar el enfrentamiento. Es preciso que comiencen a hablar de paz. Es necesario que la Unión Europea hable de paz, para convencer a Vladimir Putin y Volodimir Zelensky que la paz le interesa al mundo entero”.

John Kirby, vocero de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, sostuvo que Lula “está reproduciendo la propaganda rusa y china” y calificó de “muy problemático” que el presidente brasileño haya culpado a estadounidenses y europeos. Karine Jean-Pierre, secretaria de prensa del gobierno de Joe Biden, expresó acerca del líder brasileño que sus declaraciones “no fueron neutras ni verdaderas. Nadie arrastró a Rusia para la guerra. Fue Moscú la que eligió iniciar el conflicto”.

Lula da Silva recorta el poder de los militares y de los agentes de inteligencia

Lula percibió rápido el mensaje. Y, en función de esas reacciones nada amables, optó por retornar a su propia versión original: “Al mismo tiempo que mi gobierno condena la violación de la integridad territorial de Ucrania, defendemos una solución política negociada para poner fin a la guerra” declaró. Fue durante la recepción que prodigó, el martes en el Palacio del Planalto, al presidente de Rumania, Klaus Werner Iohannis. Esta postura del presidente brasileño es la misma que figura en la declaración conjunta firmada con Joe Biden, al “lamentar” la anexión de partes del territorio ucraniano por Rusia. Vale también recordar que Brasil voto en las Naciones Unidas a favor del cese del fuego y la retirada de las tropas rusas.

Con todo, es cierto que la diplomacia brasileña comandada por el ministro Mauro Vieira defiende un mundo “multipolar” y “más democrático”; al tiempo que demanda la ampliación del Consejo de Seguridad de la ONU, hoy manejado por cinco potencias: EE.UU., China, Rusia, Francia e Inglaterra. Brasil tiene sus propios intereses en política exterior y Lula no oculta su aspiración de ver su país sentado entre los miembros permanentes de ese Consejo; son aquellos que tienen capacidad de veto de cualquier resolución.

 

EG/ff