El tifón Kalmaegi generó inundaciones que provocaron más de cien muertos en Filipinas este martes y miércoles. El impacto resultó devastador en la provincia de Cebú, que registra las peores inundaciones en la memoria reciente. Cerca de 800.000 personas abandonaron el camino del tifón, que se conoce en la región como TinoPh.

El recuento de víctimas fatales en Cebú ascendió a 76, la misma provincia de Filipinas que sufrió un terremoto de grado 6,9 hace un mes. El portavoz provincial Rhon Ramos confirmó que 35 cuerpos se recuperaron en áreas inundadas de Liloan, una localidad que forma parte del área metropolitana de Cebú.
En la vecina isla de Negros, al menos 12 personas murieron y otras 12 se encuentran desaparecidas bajo el flujo del lodo volcánico que sepultó viviendas en la ciudad de Kanlaon, vecina al volcán del mismo nombre. En 2024, las erupciones del volcán depositaron material en sus secciones superiores. Cuando el tifón desató las intensas lluvias, esos desechos bajaron hacia los pueblos y los cubrieron.
La destrucción alcanza niveles sin precedentes en ciudades y pueblos
Entre las víctimas a lamentar se incluye a seis tripulantes de un helicóptero militar que se estrelló en la provincia de Agusan del Sur durante una misión de socorro por el tifón. Otras muertes se registraron en las provincias de Southern Leyte y en Bohol. Todavía hay decenas de personas desaparecidas.
Las inundaciones, descritas como sin precedentes, ingresaron a los pueblos y ciudades de la provincia el día anterior. El agua arrastró automóviles, viviendas improvisadas en las riberas y contenedores de carga de gran tamaño.
Cientos de miles de filipinos perdieron sus viviendas, sus tierras, sus animales y todas sus pertenencias. Se estima que la reconstrucción llevará meses.
Más lluvia en 24 horas que en un mes: científicos culpan al cambio climático
La gobernadora de la provincia de Cebú, Pamela "Pam" Baricuatro, declaró que la principal amenaza provino de la fuerza del agua, y calificó a la situación como “sin precedentes” y “devastadora”. En las 24 horas previas al impacto de Kalmaegi, el área alrededor de la ciudad de Cebú recibió 183 milímetros de lluvia. Este volumen superó en casi un 50% al promedio mensual para la región, que es de 131 milímetros.
Los científicos advierten que la intensidad de las tormentas aumenta a causa del cambio climático impulsado por la actividad humana. Los océanos más cálidos son más propensos a que los tifones se fortalezcan con rapidez. Además, una atmósfera más cálida retiene mayor humedad, lo que resulta en lluvias más intensas.

Los fenómenos meteorológicos extremos no son una novedad en Filipinas, que recibe en promedio 20 tormentas y tifones cada año. Estos eventos golpean rutinariamente zonas propensas a desastres, donde millones de personas viven en situación de pobreza. La especialista meteorológica Charmagne Varilla dijo a AFP que este año Filipinas ya alcanzó las 20 tormentas con el paso de Kalmaegi, y agregó que se esperan al menos "tres a cinco más" para fines de diciembre.
La gobernadora de Cebú asocia las inundaciones a un escándalo de corrupción
La catastrófica pérdida de vidas en Cebú ocurre mientras la opinión pública mantiene su indignación por un escándalo de corrupción que involucra supuestos "proyectos fantasma" de control de inundaciones. La gobernadora Baricuatro sugirió una conexión entre el escándalo de corrupción y las inundaciones, que calificó de "inusuales" en varios barrios, y cuestionó el destino de 452 millones de dólares (PhP 26.6 mil millones) presupuestados a nivel nacional para proyectos de control de inundaciones. La gobernadora sostuvo que su equipo de inspección no encontró ninguna estructura construida según los estándares del gobierno nacional.

Hacia las últimas horas de la tarde del miércoles en Filipiinas, el tifón Kalmaegi se movía hacia el Mar de China Meridional, con rumbo a Vietnam, Camboya y Laos. Las autoridades vietnamitas emitieron advertencias, ya que el tifón podría agravar los daños de una semana de inundaciones que ya provocó decenas de muertos en ese país.
MB/ff