Los temores por el bienestar de Alexei Navalny, uno de los principales opositores del presidente ruso Vladimir Putin, están creciendo después de que su nombre desapareciera de los registros penitenciarios: algunos estiman que el hombre, que está cumpliendo una condena de 19 años de prisión por cargos de extremismo, haya sido trasladado a un "gulag" para ser sometido a un régimen más brutal.
Los aliados del líder opositor ruso dijeron este 11 de diciembre que no habían podido localizarlo durante seis días y que probablemente había sido trasladado después de que a mediados de año un tribunal ordenara su traslado a una colonia penitenciaria de "régimen especial" más severa. Sus abogados dijeron que las autoridades "se niegan" a decir dónde está.
"Todavía no sabemos dónde está Alexei", dijo en las redes sociales su portavoz Kira Yarmysh, quien dijo que sus abogados intentaron visitar a Navalny en el IK-6 donde estaba detenido, y lo intentaron en una colonia de "régimen especial", IK-7, en la misma región. "Acaban de ser informados simultáneamente en ambas colonias de que él no está allí", dijo.
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Navalny, un activista anticorrupción y líder de la oposición es un crítico desafiante del gobierno de Putin y el Washington Post lo describe como el hombre al que "más teme" el presidente ruso. Fue envenenado con el agente nervioso Novichok en un ataque de 2020 supuestamente ordenado por el Kremlin y luego encarcelado en juicios cuestionados por organizaciones internacionales.
El enorme sistema penitenciario de Rusia a menudo tarda semanas, o incluso meses, en trasladar a los prisioneros por ferrocarril entre instalaciones remotas. A Navalny se le ha restringido seriamente su contacto con el mundo exterior en los últimos meses y ha estado entrando y saliendo de celdas de aislamiento este año.
Hasta la semana pasada se creía que Navalny se encontraba en un gulag infernal a unos 250 kilómetros al norte de Moscú. Pero ahora los aliados del líder de la oposición creen que fue sacado de la región: "Puede estar en cualquier lugar", dijo Leonid Volkov. "Lo que es peor, podría ser trasladado durante varias semanas", añadió.
"La semana pasada cayó enfermo en su celda. Se mareó y se tumbó en el suelo", escribió Yarmysh. "El personal de la colonia se acercó inmediatamente, bajó la camilla, recostó a Alexey y le puso una vía intravenosa. No sabemos qué fue, pero dado que no lo alimentan, lo mantienen en una celda de castigo sin ventilación y el tiempo de paseo se redujo al mínimo, parece un desmayo de hambre".
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A Navalny, que principios de este año reveló que sufre misteriosos dolores de estómago, convulsiones y perdió más de 8 kiloes en menos de un mes, lo que generó temores de un envenenamiento lento, no se le permitió ser visto por nadie después de su desmayo.
La desaparición de Navalny se produce cuando el presidente Vladimir Putin anunció que se postulará para un quinto mandato en marzo, con la intención de prolongar su largo gobierno. El opositor afirmó en numerosas oportunidades que el líder ruso está desesperado por silenciarlo, después de que publicara una lista de 200 oligarcas, relacionados a Putn, acusados de ser "directamente responsables de la guerra de agresión lanzada contra Ucrania".
La lista de 200 nombres era parte de una "Lista de 6.000" más amplia, cómplices de Putin y facilitadores de guerra rusos que enfureció a los líderes estatales. "El Kremlin está realmente furioso por nuestro trabajo para promover la Lista de los 6.000, la lista de oligarcas, sobornadores y belicistas, contra quienes se deben imponer sanciones. Las personas en la lista están muy preocupadas y exigen que se tomen medidas para que la ACF (y yo personalmente) 'retrocedan'".
El gobierno de Estados Unidos dijo este lunes que está preocupado por Navalny. "Estamos profundamente preocupados por estos informes de que ya lleva fuera supuestamente una semana y ni sus representantes ni su familia saben dónde está", dijo el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, John Kirby.
"Debería ser liberado inmediatamente, en primer lugar nunca debería haber sido encarcelado", dijo Kirby a los periodistas que viajaban con el presidente estadounidense Joe Biden a bordo del Air Force One en un viaje a Filadelfia. Kirby añadió: "Vamos a trabajar con nuestra embajada en Moscú para ver cuánto más podemos averiguar".
