Nicaragua llamó este lunes 9 de agosto a consultas a sus embajador en Argentina por las críticas del Gobierno nacional a las detenciones de líderes opositores por parte de la administración de Daniel Ortega. Calificaron esos comentarios de "injerencistas" e "intervencionistas". También llamaron a consultas a sus embajadores en México, Colombia y Costa Rica.
Así lo expresó la vicepresidenta de Nicaragua y primera dama, Rosario Murillo, quien indicó que la administración de Daniel Ortega "ha llamado a consultas a embajadores ante Argentina, Orlando Gómez; Colombia, Yara Pérez; México, Juan Carlos Gutiérrez; y Costa Rica, Duilio Hernández, en reciprocidad a llamados similares de los gobiernos mencionados", según consignó la agencia AFP.
Murillo apuntó contra los "constantes e inmerecidos señalamientos, irrespetuosos, injerencistas, intromisores e intervencionistas en nuestros asuntos internos de parte de las máximas autoridades de cada uno de estos países".
En esa línea, expresó así su rechazo "categórico" a lo que calificó de "imitación caricaturesca" de quienes "se han arrogado funciones que nadie les ha otorgado".
A fines de junio, el Gobierno argentino había reiterado ante las Naciones Unidas (ONU) su "preocupación" por la "situación" de los derechos humanos en Nicaragua, en particular por "las detenciones de figuras políticas de la oposición", por lo que había solicitado que esa medida fuera "reconsiderada por las autoridades nicaragüenses".
Argentina y México vienen mostrando una postura común sobre la situación en Nicaragua y el 15 de junio pasado expresaron la "preocupación" compartida por los acontecimientos ocurridos en ese país y, especialmente, por "la detención de figuras políticas de la oposición", cuya revisión contribuiría a que las elecciones presidenciales de noviembre próximo reciban el "reconocimiento internacional apropiado".
En ese momento, Argentina y México retiraron a sus embajadores de Managua, Costa Rica congeló el nombramiento de su representante y Colombia hizo lo propio el mes pasado en medio de una ola de arrestos a opositores de Ortega, entre ellos siete aspirantes a la presidencia.
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Según consignó la agencia AFP, al menos 31 líderes opositores han sido detenidos desde junio, en su mayoría por "traición" a la patria, bajo leyes aprobadas por el Congreso dominado por el oficialismo.
Ortega, un exguerrillero de 75 años, gobierna desde 2007 tras dos reelecciones sucesivas. Para ello debió modificar las leyes que le impedían perpetuarse en el puesto.
A la cabeza del Frente Sandinista para la Liberación Nacional (FSLN), el presidente aspira a asentarse en el poder por cinco años más junto con Murillo, de 70 años, quien lo acompaña en la vicepresidencia desde 2017.
ED