INTERNACIONAL
Temporal en Madrid

Nieve y hielo que no se derriten y huelen a plástico: resuelven el misterio de Filomena

El fin de semana circularon videos por las redes sociales en los que varias personas afirmaron que la nieve no se derretía al calor del fuego.

Madrid amaneció tapado por la nieve este 9 de enero.
Madrid amaneció tapado por la nieve este 9 de enero. | AFP

El temporal Filomena que acechó a Madrid y a buena parte de España el pasado fin de semana, será sin dudas recordado durante mucho tiempo, debido a la ola de frío y la incesante caída de nieve, que dejaron a la capital al borde del colapso. Se trató de un hecho histórico, ya que fue la mayor nevada en 60 años, pero con el correr de las horas fue provocando graves inconvenientes. Pese al desastre, hay personas que niegan que haya nevado, y aseguran que lo que cae del cielo no es nieve, sino plástico.

Desde el pasado fin de semana comenzaron a circular por las redes sociales distintos videos en los que se trata de demostrar que la nieve no se derrite y que lo que ha caído del cielo durante todos estos días en realidad es "puro plástico". En uno de los videos que mayor repercusión ha tenido, se ve cómo una mujer hace una bola con la nieve que hay en su balcón, acerca la llama de un encendedor, y esta en vez de derretirse, se ennegrece.

"Por mucho que yo le ponga el fuego, se queda negro. El olor es a plástico quemado. Debería caer agua y deshacerse. Es obvio que con el fuego se tiene que deshacer." dijo la mujer indignada. "Esto es una mierda que nos mandan, es puro plástico", agregó.

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Sin embargo, no se trataría de ningún fenómeno extraño ni de ninguna conspiración, como buscan demostrar estos negadores de la nieve. Así, lo explicó en un hilo de Twitter el biólogo y influencer Álvaro Bayón, advirtiendo que se trataría de una reacción física absolutamente normal: "Al usar un mechero estamos quemando un combustible (butano o gasolina), que contiene una interesante cantidad de impurezas que, al quemarse forman hollín".

En tanto, con el olor ocurriría más o menos lo mismo. "El gas butano no huele, pero sí está mezclado con sustancias que sí huelen. El olor viene de esas impurezas", aclaró el biólogo.

De la misma forma, el hecho de que la bola de nieve no se derrita tras aplicarle el calor provocado por la llama del encendedor tendría también una explicación de ciencia básica. Al aplicarse una fuente potente de calor directamente sobre el hielo, éste pasa directamente a estado gaseoso y no llega a derretirse. Esto debido al llamado proceso de sublimación.

"En el punto donde la llama impacta de forma más directa, el hielo, al pasar repentinamente de una temperatura muy baja a una muy alta, sufre un proceso bien conocido por cualquiera que haya estudiado física y química en la ESO, que es la sublimación", aclaró Bayón.

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Del mismo modo, Bayón apuntó al alto calor específico como otro de los motivos fundamentales para que no se derrita. "La llama la estás aplicando sobre un punto localizado, y la mayor parte del calor que recibe va a disiparse por el resto de la masa de hielo, sin llegar a derretirse, a causa de ese calor específico", detalló.

En realidad, estas teorías no son nuevas, llevan años circulando por las redes sociales, y cobran mayor dimensión y visibilidad cuando ocurren grandes nevadas en lugares poco habituales. De hecho, no es la primera vez que la comunidad científica sale a desmentir este tipo de teorías. Hace algunos años, tras una tremenda nevada en Atlanta, fue el astrónomo Phil Plait quien salió al cruce de éstas.

 

CG/FF