La periodista rusa Marina Ovsiannikova, conocida por haber interrumpido en directo una emisión de televisión con un cartel criticando la ofensiva rusa en Ucrania, fue detenida el domingo, informaron allegados y su abogado.
"Marina fue detenida. No hay ninguna información sobre el lugar donde se encuentra", dice un mensaje publicado por su entorno en la cuenta Telegram de la periodista.
El mensaje fue publicado junto a tres fotografías que muestran a Ovsiannikova llevada por policías hacia una furgoneta blanca, después de haberla detenido cuando se desplazaba en bicicleta.
El calvario de los civiles en Mariúpol, la ciudad que se convirtió en símbolo de la violencia rusa
Su abogado, Dmitri Zajvatov, confirmó la detención a la agencia de prensa Ria-Novosti, y explicó que no sabe dónde fue llevada su clienta: "Sospecho que esto está relacionado de una manera o de otra a su acto de protesta", agregó.
En las últimas semanas, desde el extranjero, Ovsiannikova había asegurado que quería destruir "la maquinaria de propaganda del Kremlin". "Mis amigos me preguntan: '¿prefieres el veneno o un accidente de coche?'" ironizó la mujer, madre de dos hijos de 11 y 17 años.
A mediados de marzo, pocos días después del inicio de la invasión rusa a Ucrania, irrumpió en directo en el informativo más visto del país, en la cadena Pervy Kanal, con una pancarta en la que se podía leer: "No War".
Una guerra nuclear sumiría a la Tierra en una ‘pequeña era de hielo’
Marina Ovsiannikova pasó parte de su infancia en Grozny, la capital de la provincia separatista de Chechenia donde su casa fue destruida durante los bombardeos del ejército ruso durante la primera guerra de Chechenia (1994-1996).
Las imágenes de su intervención dieron la vuelta al mundo, y en todas partes se saludó su valentía.
Fue detenida e interrogada durante 14 horas, y luego condenada a pagar una multa de 30.000 rublos (525 euros, 550 dólares), pero debido a la nueva ley que reprime "falsas informaciones" sobre el ejército ruso, ahora corría el riesgo de ser condenada a duras penas de prisión.
Tras haber dejado la cadena Channel One, donde trabajaba, Ovsiannikova obtuvo un puesto de corresponsal para el diario alemán Die Welt, pero esto duró poco: "no convenía en términos de colaboración concreta y de trabajo diario", indicó el periódico.
La mujer tampoco tuvo éxito cuando viajó en junio a Ucrania para hacer reportajes como periodista independiente e intensó entrevistar al presidente Volodimir Zelenski: "Quería mostrar a los rusos lo que pasa realmente en Bucha... lo que pasa realmente en Ucrania", explicó.
"Los rusos viven actualmente en el vacío absoluto. No tienen informaciones porque todos los medios independientes en Rusia están bloqueados, solo hay informaciones que vienen del Kremlin", agrega.
Pero en Ucrania la periodista, hija de madre rusa y de padre ucraniano, fue recibida con desconfianza, incluso con hostilidad.
"Es una situación realmente absurda, porque Rusia quiere privarme de la ciudadanía y encarcelarme, y las autoridades ucranianas quieren prohibirme la entrada al país porque soy una antigua propagandística" de Moscú, se quejó entonces.
"Los ucranianos no creen en su súbito cambio", escribe en Twitter la periodista ucraniana Olga Tokariuk, consejera del Centro de Análisis de Políticas Europeas, porque creen sus informes que son "manipuladores, incorrectos y condescendientes".
Marina Ovsiannikova pasó los siguientes tres meses en el exilio, aunque regresó a su país pese a sus temores de ser enviada a la cárcel.
ds