Sin la firma de la canciller alemana Angela Merkel, la líder de facto de la Unión Europea (UE), los mandatarios de nueve países, entre ellos Francia, Italia y España, urgieron en una carta al Consejo Europeo a emitir coronabonos para contraer deuda y obtener fondos para enfrentar la crisis sanitaria que golpea al globo y dejó la mayor cantidad de víctimas fatales en el Viejo Continente, con 12.633 muertos.
Los líderes europeos piden un Plan Marshall comunitario que venga al rescate de los países más golpeados por la pandemia. “Necesitamos trabajar en un instrumento de deuda común emitida por una institución europea para obtener fondos en el mercado sobre la misma base y en beneficio de todos”, asegura la misiva enviada al presidente del Consejo Europeo, Charles Michel.
“Europa va mucho más allá de ser una comunidad de intereses: Europa es también una comunidad de valores. Es el momento de desmostrárselo al mundo y a nosotros mismos”, escribió en Twitter el presidente español Pedro Sánchez, en un dardo dirigido a las autoridades comunitarias, justo en el día que España registró el trágico récord de 738 muertes, totalizando 3.434 desde que registró el primer caso de Covid-19.
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Además de Sánchez, la misiva fue firmada por Sophie Wilmès, primera ministra belga; Emmanuel Macron, presidente de Francia; Kyriakos Mitsotakis, primer ministro griego; Leo Varadkar, jefe de Gobierno de Irlanda; Giuseppe Conte, presidente del Consejo de Ministros de Italia; Xavier Bettel, primer ministro de Luxemburgo; António Costa, primer ministro de Portugal; y Janez Janša, primer ministro esloveno.
Italia registró, por el momento, 6.820 muertos. Entre ese país y España hay una cantidad de 10.254 víctimas fatales, un 81% de las que se reportan en todo el continente.
José Ignacio Torreblanca, profesor de la UNED y Director de la oficina en Madrid del European Council on Foreign Relations, consideró en diálogo con PERFIL que la Unión Europea está empezando a reaccionar, pero “de manera lenta y fragmentada”. “La más rápida y mejor ha sido la actuación del Banco Central Europeo para asegurar que no haya crisis financiera. Pero el hueso duro de roer está en los temas fiscales”, afirmó. “Alemania y Holanda todavía se oponen a todo lo que sea o parezca mutualizar deuda”, agregó.
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La carta, de cuatro páginas, aborda la "emergencia europea" que supone la pandemia y pide “medidas excepcionales para contener la propagación del contagio”. El instrumento de deuda conjunta es imprescindible para poder financiar los planes necesarios “para reforzar los sistemas de salud, para salvaguardar la producción y distribución de bienes y servicios esenciales y para mitigar el efecto negativo que tiene el shock en las economías europeas”.
Sin embargo, un acuerdo monolítico de los 27 socios comunitarios parece lejano. La reunión de ministros de Finanzas del euro fracasó el martes en la búsqueda de soluciones a la crisis. El gran temor de las capitales europeas era que esos traspiés alimenten las críticas de los grupos euroescépticos. El Brexit parece una anécdota menor frente al desafío que enfrenta, por estas horas, la UE.
