Los ecuatorianos votan este domingo en una jornada que proyecta un triunfo arrollador del presidente Rafael Correa, quien ampliaría su mandato hasta 2017.
Correa llamó a sufragar masivamente señalando que en manos de la ciudadanía está el futuro del país. "A elegir nuestro futuro, que hoy sea una fiesta nacional, democrática. En nuestras manos está nuestro destino", dijo Correa tras votar en la escuela San Francisco de Quito (norte de la capital).
"Los invito a acercarse a votar con mucha responsabilidad, conciencia e infinito amor", agregó el mandatario socialista, amplio favorito para lograr un nuevo período de cuatro años.
También llamó a resguardar el proceso, en el que serán elegidos presidente, vicepresidente y 137 congresistas, "para que sea el más incluyente y transparente de la historia del país". Las urnas estarán abiertas durante diez horas hasta las 17 horas locales.
Correa, un economista de 49 años con una popularidad entorno al 80%, sería reelegido en primera vuelta con la promesa de radicalizar sus políticas socialistas. Ya fue reelecto en 2009 en comicios anticipados, tras promulgarse una nueva Constitución impulsada por él.
Las últimas encuestas privadas difundidas el sábado por la noche le otorgan entre 64,1% y 68,1% de intención de voto, lejos de sus siete oponentes. La firma Market ubica segundo al banquero Guillermo Lasso con un 16,4% de apoyo, mientras que el estudio de la compañía CMS pronostica que el aspirante de derecha sacaría un 20,5%.
Similar al procedimiento argentino, para evitar un ballotage el mandatario requiere del 50% más uno de los sufragios válidos (sin blancos ni nulos) o un 40% de éstos y una diferencia de al menos 10 puntos sobre el segundo.
Los ecuatorianos también acuden a las urnas para elegir a sus representantes al Parlamento. Según el director de CMS, Santiago Cuesta, Correa obtendría con su movimiento Alianza País (AP) una mayoría absoluta con entre 60% y 65% de los 137 escaños.
Actualmente AP tiene el principal bloque, pero no alcanza a ser mayoría, por lo que Correa se planteó como objetivo consolidar su fuerza en el Legislativo para sacar adelante proyectos pendientes y otros con los que éste crítico del neoliberalismo dice que hará "irreversible" su "revolución ciudadana". La falta de una mayoría legislativa no le ha permitido al gobierno ver aprobadas normas como la ley de comunicación, que plantea un nuevo reparto de frecuencias y más regulaciones.
Esa ley es impulsada por el oficialismo en el marco de una pugna que Correa mantiene con un sector de la prensa privada, que le ha dado fama de agresor de la libertad de expresión.
Aliado del presidente venezolano Hugo Chávez, el jefe de Estado anticipó que si es reelecto este será su último mandato. Correa, que asumió en 2007 y ha sido una de las voces fuertes de la izquierda latinoamericana, es el que más ha durado en el cargo desde 1996. En ese período Ecuador -de 15,5 millones de habitantes- tuvo ocho gobernantes (tres de ellos derrocados).
Su gran aceptación es el resultado de la estabilidad política y económica y de los proyectos sociales y de infraestructura que ha desarrollado con los fondos del petróleo.