Rusia anunció este martes 15 de febrero que algunas de las unidades militares desplegadas cerca de la frontera ucraniana, cuya presencia hacía temer una operación militar inminente en el país vecino, comenzaron a volver a sus cuarteles.
Mientras tanto, esperando eventuales progresos en el frente diplomático, en el sureste de Ucrania, cerca del frente con los separatistas prorrusos, la población se prepara ante la perspectiva de un ataque, previsto para el 16 de febrero.
El anuncio, sin embargo, fue recibido con suspicacia por los gobiernos de Francia y Alemania, mientras el Reino Unido considera la noticia “poco alentadora” y que se contradice con la construcción de hospitales militares de campaña rusos en la frontera.
"Las unidades de los distritos militares Sur y Oeste, que ya han concluido sus tareas, comenzaron a cargar en medios de transporte" y "empezarán a regresar a sus cuarteles hoy (martes)", anunció el portavoz del ministerio, Igor Konashenkov.
El presidente ruso, Vladimir Putin, aseguró después que no quiere una guerra y confirmó "una retirada parcial de los militares" en la frontera. "¿Lo queremos o no? Por supuesto que no. Por eso presentamos nuestras propuestas para un proceso de negociación", dijo en una conferencia junto al canciller alemán Olaf Scholz.
Rusia anunció el retiro de parte de sus tropas en la frontera con Ucrania
El anuncio es considerado la primera señal de distensión por parte del Kremlin pero no se sabe a cuántos soldados fueron retirados de los más de 100.000 militares en la frontera con Ucrania desde diciembre. Paralelamente, Rusia sigue realizando maniobras militares en Bielorrusia, vecino de Ucrania, que durarán hasta el 20 de febrero.
La retirada de algunas tropas fue recibida con entusiasmo en Ucrania, cuyo ministro de Relaciones Exteriores, Dmytro Kuleba, aseguró que su país, junto a sus aliados occidentales había "logrado impedir una nueva escalada rusa".
Las noticias siguen sin ser "alentadoras", dijo Boris Johnson
Las últimas informaciones procedentes de la frontera ruso-ucraniana siguen sin ser "alentadoras" respecto a una desescalada, ó el martes el primer ministro británico Boris Johnson.
"Las informaciones que estamos viendo hoy no son alentadoras. Se están construyendo hospitales de campaña rusos cerca de la frontera con Ucrania, en Bielorrusia, lo que sólo puede interpretarse como una preparación para una invasión" y "más grupos tácticos de batallones se acercan a la frontera afirmó", Johnson.
Así, pese a que "estamos viendo una apertura rusa al diálogo", también "hay señales contradictorias", afirmó Johnson llamando a los países occidentales a estabilizar "firmes y unidos" en el frente de posibles sanciones económicas, en particular contra empresas rusas en los mercados financieros de Londres.
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El anuncio de Rusia debe verso seguido de "acciones", afirmó por su parte la ministra alemana de Asuntos Exteriores, Annalena Baerbock.
"Cualquier paso verdadero de desescalada sería un momento de esperanza. Pero hasta ahora solo hay anuncios y necesitamos hechos", dijo Baerbock en rueda de prensa en Madrid, tras reunirse con su homólogo español, José Manuel Albares.
"En cuanto a los movimientos de hoy (martes), todavía es muy pronto, estamos verificando si de verdad se trata de una verdadera desescalada, lo cual sería una buena noticia", dijo por su parte Albares en la rueda de prensa.
Los jóvenes construyen trincheras “por si Rusia invade Ucrania”
Seguros de que el eventual ataque ruso comenzaría en Mariupol, ciudad portuaria en el sureste del país y cercana a la frontera con Rusia, los jóvenes ucranianos están construyendo trincheras para proteger a los soldados.
Dirigidos por el director de un centro de rehabilitación para huérfanos, chicos sin hogar o de entornos desfavorecidos en Chervone, Respublika Piligrim" (República Peregrina), más de 40 adolescentes empezaron a levantar estas defensas hace dos años, después de que en noviembre de 2018 las fuerzas armadas rusas dispararan sobre navíos ucranianos que intentaban ir a Mariúpol.
"Cuando nuestro padre, el pastor, dijo que Putin nos podía invadir, comenzó a tener pesadillas, pensaba en ello antes de dormirme", explica. "Si Rusia invade Ucrania , puede empezar por Mariúpol", añade.
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Esta ciudad portuaria de 450.000 habitantes se encuentra cerca del frente que separa el territorio controlado por el gobierno ucraniano de la zona dominada por los separatistas prorrusos, respaldados por Moscú, en la región oriental de Donetsk.
En 2014, la ciudad sufrió repetidos ataques en los primeros meses del conflicto entre Kiev y los rebeldes, que robaron de hacerse con el puerto.
"Estas trincheras serán útiles para los militares ucranianos", dijo uno de los voluntarios. "Las hemos cavado para ayudar a los soldados, ahora las estamos reforzando. Es nuestro deber", añade el adolescente mientras deja su pala tras haber allanado las paredes del foso.
Esta semana, el director del centro anunció que seguirán trabajando en reforzar los sótanos, comprar máscaras de gas y elaborar un plan de evacuación. “Cada uno debe preparar una pequeña bolsa con los artículos de primera necesidad y documentos. Los controlaré esta noche", dijo el hombre. "La situación es muy grave, pero estaremos listos".
