El opositor ruso Alexéi Navalni comparecerá este martes ante un tribunal de Moscú por haber violado el control judicial en un caso que se remonta a 2014. Podría tener como resultado varios años de prisión efectiva.
Dos días después de manifestaciones a largo de todo Rusia, que se saldaron con numerosas detenciones, sus simpatizantes llamaron a congregarse durante la jornada frente al tribunal moscovita. La decisión sobre el destino del opositor será tomada a partir de las 4 (hora de Argentina).
Respecto a un posible resultado, todo apunta al encarcelamiento de Navalni. Asimismo, el pasado lunes 1 de febrero, la fiscalía consideró "legal y justificada" la demanda de los servicios penitenciarios (FSIN), que exigen que vuelva a prisión.
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Del envenenamiento al arresto y posible encarcelamiento
Navalni entró en coma el 20 de agosto de 2020 cuando viajaba en un vuelo interno de Siberia a Moscú. Dos días después fue trasladado de un hospital en Siberia a un hospital en Alemania.
Luego de semanas en coma, tres laboratorios europeos concluyeron que fue víctima de una sustancia neurotóxica del grupo de Novichok, creada en la era soviética para fines militares. Tras sobrevivir a este presunto intento de asesinato, no tardó en contraatacar.
A mediados de diciembre, y estando todavía en Alemania, difundió una conversación telefónica en la que desenmascara a uno de los agentes de los servicios de seguridad rusa (FSB) para que admitiera que quisieron envenenarlo. Para el opositor, dicho envenenamiento fue orquestado bajo la orden directa del mismo Putin.
Navalni regresaría el 17 de enero pasado a Moscú, pese a las amenazas de detención de la justicia. En su llegada, sería arrestado por las fuerzas policiales al ingresar al control de pasaportes del aeropuerto de Sheremétievo.
El aparente motivo de su detención fue, según las autoridades locales, la violación de las condiciones de una pena de prisión condicional de tres años y medio, que ahora podría convertirse en condena firme. El opositor ruso cumplió parte de la condena bajo arresto domiciliario, pero se expone a unos dos años y medio de cárcel más.
Desde su arribo a la capital rusa, Navalni ha sido objeto de múltiples procedimientos judiciales. El viernes 5 de febrero comparecerá por "difamación" contra un antiguo combatiente por haber criticado una campaña publicitaria a favor del Kremlin en la que aparecía. Se arriesga a sanciones que van desde una multa a cinco años de prisión.
También forma parte de una investigación activa por fraude, delito que se castiga con hasta diez años de detención, por presunta malversación de donaciones dirigidas a su organización, el Fondo de Lucha contra la Corrupción (FBK).
JFG / DS