Un grupo de expertos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) determinó que la Unión Europea habría "ayudado e instigado" la comisión de crímenes de lesa humanidad contra migrantes en Libia, que incluyeron intentos de violación, asesinato y torturas.
El hallazgo forma parte de un informe elaborado por una misión creada en el marco de la Comisión de Derechos Humanos de la ONU. Su finalidad es investigar las violaciones a los derechos humanos en el país del norte de África que está sumergido un caos político desde 2011 y que se convirtió en el puente ideal hacia Europa para los migrantes.
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La denuncia de la misión de la ONU contra la UE
A partir de un centenar de testimonios, los expertos constataron que hay "motivos razonables" para concluir que los crímenes contra los libios y los inmigrantes estaban "generalizados". La complicidad de la UE, en tanto, tiene que ver con el envío de apoyo a las fuerzas libias para contener a los migrantes y evitar que lleguen a Europa.
"El apoyo brindado por la UE a la guardia costera libia en términos de devoluciones e intercepciones condujo a violaciones de ciertos derechos humanos", puntualizó el investigador Chaloka Beyani. "No se puede empujar a la gente de regreso a áreas que no son seguras", agregó.
Si bien la UE se desligó del asunto tras conocerse el informe el pasado lunes, todavía sostiene un proyecto con un presupuesto de 800 millones de euros cuyo fin es frenar la inmigración ilegal. Este implica la financiación y suministro de equipos, la capacitación a grupos armados y la entrega de patrulleros a la guardia costera libia.
"No estamos diciendo que la UE y sus estados miembros hayan cometido estos crímenes. El punto es que el apoyo brindado ha ayudado e instigado la comisión de los crímenes", explicó Beyani.
Esta política, indicaron los expertos de la misión, "contribuyó" a las violaciones a los derechos humanos en Libia, donde también afectan la transición democrática a a partir de la intimidación de activistas y las prisiones secretas presuntamente administradas por milicias rebeldes.
La respuesta de la UE
El encargado de responder las "serias" acusaciones fue Peter Stano, portavoz de la Comisión Europea (el brazo ejecutivo de la UE). En una conferencia de prensa, aseguró que la UE no financia a la guardia costera ni "ninguna entidad en Libia", y que la asistencia enviada tenía que ver con "mejorar su desempeño.
Explicó asimismo que el dinero enviado al país norteafricano suele pasar por distintas instancias de uso, que incluyen a la ONU. Además, Stano indicó que la asistencia está destinada a la búsqueda y rescate con "un enfoque exactamente en los derechos humanos".
"No estamos financiando a ninguna entidad libia. No estamos dando dinero físico a socios en Libia", dijo, y agregó: "Nuestro objetivo conjunto es ayudar a mejorar la situación de las personas atrapadas en Libia. Por supuesto, hay incidentes. Hay cuestiones que son motivo de preocupación. Tratamos de abordarlos con los socios en Libia, con los socios internacionales".
El informe de la ONU sobre Libia
Libia está sumergida en un conflicto político desde la revuelta de 2011 que culminó con el régimen del dictador Muamar El Gadafi. Desde entonces, milicias armadas se disputan el poder del país dividido entre un gobierno interino en Trípoli (en el oeste ) y otro en el este respaldado por el líder militar Khalifa Haftar.
Este contexto de violencia generalizada obligó a miles de personas a huir del país hacia Europa. El Consejo de Derechos Humanos de la ONU, por su lado, estableció la misión de investigación en 2020 en Libia para investigar las violaciones y abusos de los derechos humanos a partir de 2016. Tiene la intención de compartir sus hallazgos finales con la Corte Penal Internacional.
Entre otros hallazgos, que serán compartidos con la Corte Penal Internacional, se destaca que los abusos que habían descubierto incluían esclavitud y esclavitud sexual cometidos contra inmigrantes y libios.
"Hemos encontrado casos de esclavitud de personas que han sido vendidas a entidades externas para realizar diversos servicios, pero también esclavitud sexual de mujeres en los centros de detención y sus alrededores", dijo la miembro de la misión, Tracy Robinson.
Por otro lado, el jefe de la misión, Mohamed Auajjar, indicó que casi todos los sobrevivientes entrevistados no presentaron denuncias oficiales por temor a represalias y falta de confianza en el sistema de justicia. "Hay una necesidad urgente de rendición de cuentas para poner fin a esta impunidad generalizada", subrayó
Además, dijo que los libios y los inmigrantes esperaban que el mundo prestara atención a las violaciones en el país e hizo un llamado a las autoridades libias para reparar las violaciones a los derechos humanos y dar justicia a las víctimas. "Están esperando el final de esta pesadilla", afirmó.
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