El Mercosur alertó ayer sobre una “ruptura del orden democrático” en Venezuela e instó al gobierno de Nicolás Maduro a “adoptar inmediatamente medidas concretas” para garantizar “la efectiva separación de poderes, el respeto al estado de derecho, a los derechos humanos y a las instituciones democráticas”. Tras una reunión de urgencia en Buenos Aires para tratar la crisis venezolana, los cancilleres de Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay emitieron una declaración conjunta en el que también exhortaron a Caracas a “respetar el cronograma electoral” y “liberar a los presos políticos”.
El comunicado del bloque invocó el “cumplimiento del Tratado de Asunción y sus Protocolos”. Luego de la reunión con sus pares, la canciller argentina, Susana Malcorra, explicó en una conferencia de prensa en el Palacio San Martín que esta exhortación al gobierno venezolano constituye un primer paso que da inicio al proceso previsto en el Protocolo de Ushuaia del Mercosur, también conocido como Cláusula Democrática, en el que se contemplan eventuales sanciones contra países miembros que no respetaran los principios democráticos.
Sin embargo, Malcorra se esforzó en aclarar que la aplicación de la Cláusula no implica la expulsión automática de Venezuela del bloque. La canciller se quejó de que los medios tienen un “entendimiento equivocado” y una “confusión de fondo” respecto de esta cuestión, ya que la exclusión de un país es una medida de última instancia que sólo debe ejecutarse si fracasan todas las alternativas previas.
Pasos previos. La prensa brasileña había publicado el viernes que el canciller de Brasil, Aloysio Nunes Ferreira, llegaba a Buenos Aires con la propuesta de expulsar a Venezuela, que hoy se encuentra suspendida del Mercosur por incompatibilidades normativas. Ayer, Nunes subrayó que “la normativa del Mercosur prevé una serie de pasos previos” para evitar una “medida más drástica” como la expulsión de un miembro. Agregó que el proceso iniciado ayer “puede llevar a la exclusión de Venezuela, pero esperamos que no sea así y que hallemos una solución positiva”.
Los miembros del Mercosur consideran fundamental que el gobierno venezolano fije un cronograma electoral para los comicios regionales y presidenciales. No obstante, se optó por no fijar plazos para que Caracas cumpla con esa exigencia ya que, según Malcorra, eso sería “poner el carro por delante del caballo”.
Así las cosas, la eventual exclusión del país caribeño por ahora no es más que una entre varias posibilidades en el horizonte. Fuentes de la Cancillería dijeron a PERFIL que “el éxito no sería expulsar a Venezuela sino evitarlo, porque eso significaría que se resolvió la crisis”. Por eso la expulsión sólo se contempla como una herramienta de “ultimísimo recurso”.
Reversa. Ayer también se le preguntó a Malcorra si la marcha atrás que dio el chavismo con el fallo del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) venezolano, en el que se arrogaba las facultades del Poder Legislativo, modificó en algo la valoración del Mercosur sobre la situación en Venezuela. La canciller consideró que, pese a la revisión del fallo, la “carencia de separación de poderes” sigue existiendo ya que la Asamblea Nacional venezolana no puede ejercer plenamente sus funciones por haber sido declarada en “desacato” por el TSJ. Malcorra también llamó la atención sobre el hecho de que el Poder Judicial venezolano haya revertido su decisión por instrucción del Ejecutivo de Maduro.
La canciller argentina adelantó además que los miembros del del Mercosur llevarán la misma postura que adoptaron en el seno del bloque regional a la sesión del Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA) que se celebrará mañana en Washington para volver a tratar el tema Venezuela (ver nota aparte). No por nada el secretario gGeneral de la OEA, Luis Almagro, siguió ayer de cerca las deliberaciones en Buenos Aires.