En un intervalo de tres días, Donald Trump acumuló una secuencia de victorias políticas sin precedentes. Tras observar el lunes cómo colapsaba el Partido Demócrata debido a un fallo en su sistema de votación en Iowa, aprovechó el Estado de la Unión en el Congreso, principal discurso presidencial del año, para exaltar el crecimiento de la economía y el bajo desempleo en el país. Su jaque mate vino el miércoles, cuando fue absuelto en el impeachment. Envalentonado, reclamó ayer que el Congreso borre los registros del impeachment.
“Esto realmente no es una conferencia de prensa, no es un discurso. Es una celebración”, dijo el jueves, exultante.
Autoconfianza. Para especialistas como Michael Genovese, presidente del Instituto de Políticas Globales de la Universidad Loyola Marymount, la semana victoriosa de Trump puede generar un presidente aún más seguro en sí mismo.
“Algunos republicanos pensaron que Trump iba a ‘aprender la lección’ y controlar su comportamiento después del impeachment, pero los resultados sugieren lo contrario”, explicó Genovese a PERFIL. “El presidente se siente con el derecho de ser ‘él mismo’. Eso libera, no controla Trump. El presidente se siente invencible y ahora puede tranquilamente quitarse los guantes y partir para el ataque”, agregó.
Esto pudo ser visto cuando, a pesar de haber sido absuelto en el Senado, Trump llamó el viernes al Congreso a “borrar” su impeachment por abuso de poder. “Fue una farsa política total”, dijo al referirse al pedido de destitución de la Cámara de Diputados.
Confusión en Iowa. Aunque la demora en la divulgación de los resultados de las primarias demócratas en Iowa –Estado donde ganó Trump en 2016– fue el tema candente de la semana, las asambleas republicanas también tuvieron lugar el lunes. El actual presidente de Estados Unidos obtuvo el 97% de los votos, una de las mayores victorias en primarias en la historia del país.
En su cuenta de Twitter, Trump festejó su victoria y se refirió a las primarias demócratas en Iowa como un “desastre exacerbado”. “Nada funciona, igual a cómo gobiernan el país”, agregó el presidente. “La única persona que pudo lograr una gran victoria en Iowa anoche fue ‘Trump’.”
Para Genovese, el “fiasco” en Iowa hizo que los demócratas parezcan incompetentes. Trump se beneficiará de esto porque preguntará: si los demócratas ni siquiera pueden dirigir un comité en un Estado pequeño como Iowa, ¿cómo podemos esperar que dirijan el país?”, dijo. “Este fracaso dejará una huella difícil de superar para los demócratas”, concluyó.
Estrategia demócrata. Tras el juicio político, los demócratas finalmente pueden dedicarse exclusivamente a las primarias. Sin embargo, golpeados tras dos derrotas en la semana, el recuerdo del impeachment será una de sus herramientas para enfrentar a un presidente cada vez más fuerte. “Los demócratas continuarán publicando anuncios sobre el impeachment para recordar a los votantes de la incapacidad de Trump”, explica Todd Belt, director del programa de Gerencia Política de la Universidad George Washington. “Esto ayudará con los electores en áreas suburbanas, a quienes no les gustan las características personales de Trump y la manera cómo se comporta como presidente”, consideró.
Craig Burnett, profesor de ciencias políticas de la Universidad Hofstra, recuerda que aunque Trump esté viviendo su luna de miel esta semana, el elector tiende a tener muy mala memoria. “A largo plazo, es posible que todo esto no tenga mucho efecto. El presidente seguramente puede citar el ‘fiasco de Iowa’ como un ejemplo de por qué los votantes no deberían confiar en los demócratas para dirigir el país”, aseguró. “Pero la gran pregunta es si la economía se mantendrá –agregó–. Los electores tienen mala memoria, por lo que si la economía tiene una crisis seis meses antes de las elecciones, eso podría ser un problema para Trump”.
Según la última encuesta de Gallup, Trump tiene el mayor nivel de popularidad desde que empezó su mandato en enero de 2017, con el 49% de los estadounidenses avalando su gestión.
Otro republicano se baja de las primarias
Agencias
El ex diputado republicano Joe Walsh renunció ayer a competir contra Donald Trump en las primarias para las elecciones presidenciales de noviembre, pero afirmó que cualquier demócrata tendría una mejor gestión que el actual presidente. “Pongo punto final a mi candidatura a la presidencia de Estados Unidos”, dijo a la CNN, tras lograr menos de 1% de los votos en las primarias republicanas en Iowa, el martes pasado. El mandatario, en cambio, obtuvo un 97% de respaldo.
Walsh ingresó al Congreso en 2010 en el comienzo de la ola ultraconservadora encarnada por el Tea Party. El ex legislador explicó que se había lanzado a la carrera presidencial para que “hubiera un republicano que recordara todos los días al presidente hasta qué punto no se encuentra en el lugar adecuado”.
“Trump es literalmente la mayor amenaza para este país. Cualquier demócrata tendría mejor papel que él en la Casa Blanca”, dijo a nueve meses de la elección.
Así, siguió el camino del ex gobernador republicano Mark Sanford, quien se había bajado de la contienda. El único rival que debe enfrentar ahora Trump en las primarias de su partido es el ex gobernador de Massachusetts, Bill Weld.
El presidente es extremadamente popular entre los republicanos, como lo demostró su absolución en el impeachment el miércoles, cuando 52 de los 53 senadores republicanos lo respaldaron.
Fuerte creación de empleos
Agencias
La economía estadounidense creó muchos más empleos de lo previsto en enero, gracias sobre todo a los sectores de la construcción y la salud, pero registró un leve aumento de la tasa de desempleo, anunció ayer el Departamento de Trabajo de los Estados Unidos.
En el primer mes del año se crearon 225 mil empleos, bastante más de los 164 mil que preveían los analistas. El dato supera ampliamente los 147 mil empleos creados en diciembre.
Sin embargo, la tasa de desempleo subió en 0,1 puntos porcentuales hasta el 3,6%, debido a que más de 183 mil personas se incorporaron a la población activa.
El informe del gobierno ajustó los datos correspondientes a 2019 e indicó que en todo el año la economía añadió 2,09 millones de empleos, comparado con 2,11 millones que había calculado en el informe anterior.
De todos modos, el pasado fue el noveno año consecutivo en el cual este dato supera los dos millones de nuevos puestos de trabajo creados.
La mayor economía del mundo ha añadido un promedio de 211 mil empleos en los tres meses pasados, una aceleración de contratos si se compara con los datos de los seis meses anteriores.
“El empleo continúa excelente”, se congratuló el presidente Donald Trump.
Las remuneraciones de los trabajadores subieron en enero 7 centavos hasta los 28,44 dólares por hora.
El índice de de-sempleo es uno de los elementos más favorables de la economía estadounidense, cuyo crecimiento se ralentizó en el tercer trimestre del pasado año a un ritmo anual del 2,1%, después de haber crecido un 3,1% entre enero y marzo y un 2% en el segundo trimestre del año.
Los datos son una buena noticia para Trump, que buscará el 3 de noviembre la reelección.