El tribunal de apelaciones de Estados Unidos confirmó este jueves un fallo favorable que le ordena al gobierno del republicano Donald Trump reanudar la emisión de pasaportes de género “X”. El presidente estadounidense había emitido en enero una orden ejecutiva para reconocer solamente el sexo masculino y femenino.
La medida de Trump ponía fin a las políticas oficiales que reconocían un tercer género en los pasaportes, identificado con una “X”. En junio, la jueza que lleva adelante el caso, ordenó al Departamento de Estado que continúe con la fabricación de carnets de identidad para personas transgénero y no binarias.
Este jueves, un panel de tres jueces de un tribunal de apelaciones denegó la solicitud de la administración Trump para suspender la orden de la jueza. El argumento de los magistrados se basaba en las consecuencias emocionales de las personas que se identifican bajo este género: “Las personas afectadas por el cambio sufrirán una variedad de daños inmediatos e irreparables por la aplicación de la política”.
El primer pasaporte estadounidense con el género "X" fue emitido en octubre de 2021 por el Departamento de Estado durante el mandato de Joe Biden. La casilla estaba reservada para "personas no binarias e intersexuales" y, en general, para quienes no se identifican con los criterios de género propuestos previamente.
Durante la campaña electoral, el actual mandatario nacional estadounidense prometió poner fin a lo que él llama la agenda woke en Estado Unidos. Ya en su segundo mandato, Trump colocó esta medida dentro de su tema político prioritario, junto a la política económica basada en aranceles y el plan antimigratorio enfocado en expulsar aquellos extranjeros ilegales en Estados Unidos.
En paralelo, la Casa Blanca enfrenta otro fallo que considera que Trump se excedió en sus competencias al recurrir a poderes económicos de emergencia para imponer los gravámenes. Sin embargo, los jueces permitieron que los aranceles se mantuvieran hasta mediados de octubre, dándole tiempo al presidente para llevar la causa a la Corte Suprema.
El tribunal también puso en duda los acuerdos que Trump ha alcanzado con socios comerciales clave como la UE, planteando la cuestión de qué pasaría con los miles de millones de dólares recaudados desde que se impusieron los aranceles, si la Corte Suprema, de mayoría conservadora, no le da la razón.
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