Donald Trump firmó una nueva orden ejecutiva que prorroga por 90 días el plazo para que la empresa china ByteDance concrete la venta de las operaciones de TikTok en Estados Unidos. Con esta medida, el presidente estadounidense evita por ahora el bloqueo de la popular plataforma y gana tiempo para cerrar un acuerdo que garantice su control mayoritario por parte de empresas locales.
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Se trata de la tercera prórroga emitida por el mandatario desde que asumió su mandato. La primera fue el 20 de enero, cuando entró en vigor una prohibición nacional ratificada por la Corte Suprema que dejó brevemente inactiva la app. En abril, la segunda extensión llegó en un contexto de negociaciones avanzadas que luego se enfriaron por tensiones comerciales con China.
Mientras se mantiene la incertidumbre sobre el futuro de TikTok, los gigantes tecnológicos estadounidenses como Apple, Google y Oracle continúan brindando soporte a la aplicación, tras recibir garantías del gobierno federal de que no serán sancionados.
“La situación empieza a parecerse más a un bucle político que a una resolución concreta”, advirtió Jeremy Goldman, analista de Emarketer. “Cada nueva extensión pospone el problema, pero no lo resuelve”, sostuvo.
La reciente prórroga extiende el funcionamiento legal de TikTok hasta el 17 de septiembre. Aunque no se detallaron condiciones para una eventual cuarta extensión, fuentes de la Casa Blanca afirmaron que el Ejecutivo se reserva ese derecho en caso de que las conversaciones no prosperen.
Curiosamente, el propio Trump ha sido uno de los principales beneficiarios del alcance de TikTok: desde que abrió su cuenta en 2024, sumó más de 15 millones de seguidores y la ha utilizado como herramienta clave en su estrategia para captar al electorado más joven.
“Tengo un punto débil por TikTok”, reconoció el mandatario en enero, y si bien mantiene un discurso oficial crítico hacia la influencia china en plataformas digitales, su uso personal de la red social ha generado cierta ambigüedad política.
A diferencia de otras órdenes ejecutivas impulsadas por el mandatario, esta medida no ha sido cuestionada en los tribunales. Ni los usuarios ni las compañías involucradas han presentado recursos legales para impugnar las extensiones, lo que ha permitido a la administración prolongar el debate sin obstáculos legales.
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Para expertos en derecho y relaciones internacionales, esto responde a un intento deliberado de evitar sentencias que puedan sentar precedentes en materia de regulación tecnológica y soberanía digital.
Con más de 170 millones de usuarios en Estados Unidos, TikTok permanece operativa y sin nuevas restricciones mientras el gobierno intenta asegurar su venta. Las negociaciones con ByteDance siguen abiertas, aunque sin avances concretos ni detalles públicos sobre posibles compradores.
LV/EM