Ucrania y Rusia se acusaron mutuamente de provocar un bombardeo en una parte crítica de Jersón, donde se están evacuando a miles de personas tras el desastre provocado por la destrucción de una represa hidroeléctrica. La situación provocó una escalada de tensión en esta zona inundada cercana al río Dniéper que no solo afectó a ambos bandos a nivel táctico sino que también puso en peligro la seguridad de la central nuclear de Zaporiyia, la más grande de Europa.
Las devastadoras consecuencias de la destrucción parcial de la represa de Kajovk del pasado martes afectó a más de 40 mil personas que debieron ser evacuadas de manera masiva tras la subida de las aguas del río Dniéper, en una zona del sur de Ucrania bajo ocupación rusa. En medio del operativo de rescate, Kiev acusó a las tropas rusas de atacar la zona este jueves y provocar nueve heridos, mientras que Moscú alegó lo contrario respecto a los bombardeos que también afectaron a poblaciones rusas radicadas en ese lugar y que, según su postura, estarían recibiendo menos asistencia por parte de organismos internacionales en comparación a los ucranianos.
La tensión en Jersón fue incrementándose en las últimas semanas en línea con la posibilidad de que Kiev lance una contraofensiva durante la primavera con foco en distintos puntos de la frontera oriental. Con ayuda de sus aliados, Zelensky buscará obligar a Moscú a retroceder de las posiciones ocupadas desde que inició el conflicto el 24 de febrero de 2022.
El bombardeo agravó la situación en Jersón
El Ministerio de Interior de Ucrania reportó bombardeos en las zonas inundadas que ya superan los 600 kilómetros en línea con la crecida del río Dniéper. "Nueve personas resultaron heridas tras un bombardeo" en el centro de Jersón, indicó el ministerio del Interior en Telegram, precisando que "no había recibido informaciones" sobre posibles muertos, como se había anunciado anteriormente.
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Además, la fiscalía regional también reportó cuatro heridos en otro bombardeo, en un pueblo cerca de esa ciudad, entre los que figuraban "dos rescatistas, un enfermero, un policía y un voluntario alemán", indicó el gobernador Oleksander Prokudin a través de Telegram, sin detallar si hubo nuevos decesos. Por ahora, las autoridades ucranianas y las de la ocupación rusa informaron de seis fallecidos.
Por su lado, el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, visitó por la mañana la región. "Nuestra tarea es proteger vidas y ayudar a la gente todo lo que se pueda. ¡Agradezco a los rescatistas y los voluntarios!", afirmó en un mensaje publicado en las redes sociales.
Acusaciones cruzadas por la represa
Ucrania y Rusia se echan la culpa recíprocamente de la destrucción de la represa, que hace temer una catástrofe humanitaria y ecológica. Kiev acusa a Moscú de querer frenar la ofensiva ucraniana hacia el sur, y para el presidente ruso, Vladimir Putin, fue una "salvajada" cometida por los ucranianos.
Según la administración de la región, fueron evacuadas 2.198 personas. Muchas otras huyeron por sus propios medios. El servicio estatal de emergencias ucraniano indicó que "20 asentamientos y 2.629 casas" quedaron inundados.
Por su parte, las autoridades nombradas por Rusia informaron que 4.500 residentes ya fueron evacuados. Más de 20.000 hogares estaban sin corriente, según el ministro ucraniano de Energía, German Galushchenko, quien pidió a Europa que suministre más electricidad al país.
Las autoridades de ocupación rusa en Ucrania acusaron por su parte a Kiev de bombardear la zona y matar a dos personas, una de ellas una mujer embarazada, en el centro de evacuación de Golan Pristan, en la zona bajo control ruso.
ONU solicita sin éxito acceso a las zonas controladas por Rusia cerca de la presa destruida
Naciones Unidas ha solicitado sin éxito acceso a las zonas que han quedado anegadas por la destrucción de una presa en Jersón y que están bajo dominio ruso, según ha confirmado la propia organización, que sí ha mantenido en las últimas horas contactos con las autoridades ucranianas para intentar ayudar a los damnificados.
La coordinadora de asuntos humanitarios de la ONU, Denise Brown, se ha reunido con el ministro de Exteriores de Ucrania, Dimitri Kuleba, ante quien ha examinado posibles respuestas frente a la "catástrofe" de la presa de Nueva Kajovka. La ONU y otros socios humanitarios han comenzado ya a repartir agua, comida y dinero en efectivo a los damnificados, "desde el primer día", pero sólo en la parte que sigue bajo control de Ucrania y pese a que quiere "llegar a todos los ucranianos necesitados a ambas orillas del río" Dniéper.
Brown ha confirmado en un comunicado que han solicitado "repetidamente" garantías de acceso y seguridad a la ribera izquierda, bajo "control militar temporal" de Rusia. "No hemos recibido este acceso", ha lamentado la coordinadora, que por ahora cree que no se dan las condiciones para poder brindar ayuda.
Por su parte, el Ministerio del Interior ucraniano ha denunciado que Rusia no solo "ha abandonado" a la población que está en apuros en las localidades de Jersón que están bajo su ocupación, sino que además "continúa impidiendo" que Ucrania salve vidas humanas.
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La advertencia por los reactores nucleares de Zaporiyia
La represa hidroeléctrica de Kajovka tiene un rol preponderante en el tablero de la guerra en Ucrania dado que se sitúa sobre el río Dniéper y forma un embalse que suministra el agua de refrigeración a la planta nuclear de Zaporiyia, la más grande de Europa, que está ubicada a unos 150 kilómetros río arriba. Sin embargo, desde que fue parcialmente destruida, su función se vio socavada y encendió las alarmas respecto a la capacidad de enfriamiento de los reactores nucleares y la posibilidad de una catástrofe nuclear.
Según advirtió un operador de la represa el jueves, las reservas de agua de la represa de Kajovka ya no bastan para enfriar los reactores de la central nuclear de Zaporiyia. "El nivel de agua está "por debajo del umbral crítico de 12,7 metros", advirtió Igor Syrota, el jefe del operador ucraniano Ukrhydroenergo, en la televisión. Esto significa que ya no es capaz de alimentar "las piscinas de la central nuclear de Zaporiyia" para las operaciones de enfriamiento, añadió este jueves.
Más tarde, el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), a cargo del argentino Rafael Grossi, llevó calma al asegurar que la central nuclear continúa recibiendo agua de las reservas de la represa de Kajovka para enfriar el combustible, según declaraciones que recabó AFP.
El estado de la contraofensiva ucraniana
Las autoridades militares de Rusia informaron que las Fuerzas Armadas ucranianas han llevado a cabo esta madrugada un intento de contraataque en la región de Zaporiyia, ubicada en el sur de Ucrania y controlada en gran medidas por las tropas rusas. Según el ministro de Defensa de Rusia , Sergei Shoigu, el Ejército ucraniano ha atacado la línea rusa con la Brigada Mecanizada 47, integrada por hasta 1.500 militares y hasta 150 vehículos blindados, recoge la agencia TASS.
Shoigu ha apuntado que los servicios de Inteligencia de Rusia lograron detectar con antelación el movimiento de tropas enemigas, gracias a lo que las Fuerzas Armadas rusas han podido lanzar un ataque preventivo con artillería, aviación y munición anticarro. No obstante, el ministro ha incidido en que la Brigada Mecanizada 47 del Ejército ucraniano fue detenida en todas las direcciones y se vio obligada a retirarse con "grandes pérdidas", incluida la muerte de 350 de sus efectivos.
Las autoridades rusas confirmaron ya el martes haber sufrido pérdidas durante las operaciones ejecutadas por su Ejército a lo largo del fin de semana en respuesta a lo que Moscú consideró como el inicio de la tan anunciada contraofensiva ucraniana.
Por otra parte, el ministro ruso de Defensa, Serguéi Shoigu, declaró que sus tropas habían repelido el jueves un ataque en la región de Zaporiyia, más al norte, en momentos en que Kiev dice ultimar una contraofensiva para recuperar territorios. "Hoy (jueves) a la mañana en la zona de Zaporiyia, el enemigo intentó abrirse camino en nuestra defensa con (...) hasta 1.500 hombres y 150 vehículos blindados", afirmó Shoigu en un comunicado. "El enemigo fue bloqueado y retrocede con graves pérdidas", añadió.
Tras una batalla de dos horas, las fuerzas ucranianas perdieron 30 tanques, 11 vehículos de combate de infantería y hasta 350 hombres. Estas informaciones no pudieron ser verificadas con una fuente independiente.
cd cp