INTERNACIONAL
"La marcha más grande"

Un millón de personas marcharon en Santiago contra Sebastián Piñera

Convocada por las redes sociales, fue la manifestación más masiva desde el regreso de la democracia, en 1990. El estallido social no cede y ya provocó 19 muertos.

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ESCENAS. Todo tipo de reclamos. Quejas feministas, condena de la represión, burla de la primera dama, que consideró “aliens” a los manifestantes y cacerolas en acción. Hubo incidentes, pero fue en general, una reunión pacífica. | AFP.

Un millón de chilenos convergieron ayer pacíficamente sobre la Plaza Italia de Santiago para exigir reformas a un sistema económico que consideran desigual y criticar al gobierno del presidente Sebastián Piñera por haber ordenado una represión brutal a un reclamo por el aumento del precio del boleto del metro, que dio paso al peor estallido social en Chile en tres décadas en el que ya hubo al menos 19 muertos.

La inmensa Plaza Italia, punto neurálgico de la mayor ola de protestas de la historia democrática de Chile, lucía abarrotada mientras miles de personas se quedaban en las avenidas aledañas sin poder ingresar.

“Chile hoy vive una jornada histórica. La RM (región metropolitana) es protagonista de una pacífica marcha de cerca de un millón de personas que representan el sueño de un Chile nuevo, de forma transversal sin distinción”, tuiteó la intendenta santiaguina, Karla Rubilar, una “outsider” del oficialismo.

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La “marcha más grande de Chile”, como fue convocada a través de las redes sociales, se realizaba “de forma pacífica”, informó la intendencia, y a horas de que entrara en vigencia un nuevo toque de queda en la ciudad, el séptimo desde que comenzaron los disturbios.

Entonando canciones populares durante la dictadura de Augusto Pinochet (1973-90), saltando y con banderas chilenas y mapuches, los manifestantes se congregaron en anchas avenidas de la capital para atender el llamado, una semana después de que uno de los países más estables de América Latina quedara sumido en su peor crisis social.

Estas manifestaciones lucen en las calles como un movimiento enorme y bien organizado, pero carecen de líderes y promueven protestas contra las sedes militares y medios de comunicación con panfletos que piden “no encender la TV”.

La protesta original, por un aumento del precio del metro, se convirtió en la expresión de un profundo descontento social, que incluye el pedido de renuncia de Piñera por la represión y las presuntas violaciones de los derechos humanos cometidas por las fuerzas del orden contra los manifestantes en días anteriores. Los manifestantes también consideran insuficiente el paquete de medidas propuesto por el mandatario para contentar los reclamos de mejores pensiones y salarios, y de precios más justos para la luz, el gas, la educación universitaria y los servicios de salud.

Entre la multitud comenzó a desplegarse una gigantesca bandera con el lema “Chile despertó”, la consigna que ha proliferado por las redes sociales, acompañado de la frase “No estamos en guerra”, en referencia a la declaración de guerra que hizo Piñera contra los causantes de incendios en supermercados y estaciones del metro.

Otra gran pancarta solicitaba “asamblea constituyente” para redactar una nueva Constitución que reemplace la Carta Magna de la dictadura que rige en Chile desde 1980 y a la que los manifestantes culpan del modelo económico neoliberal que agudizó la desigualdad social.

En el centro de la plaza protestaban hermanadas las barras bravas de la Universidad de Chile, Colo Colo y Universidad Católica, los tres clubes más históricos del fútbol chileno.