El Juzgado de Sentencia Penal Anticorrupción y contra la Violencia hacia las Mujeres Número 4 de Cochabamba inició este miércoles el proceso penal contra los exprovinciales españoles de la Compañía de Jesús en Bolivia, Marcos Recolns y Ramón Alaix. Ambos están acusados de encubrimiento en uno de los procesos por pederastia contra el fallecido jesuita español Alfonso Pedrajas.
El juicio finalmente comenzó, después de suspenderse en enero porque ambos acusados no pudieron acudir al proceso por problemas de salud al tener más de 80 años. El exjesuita Pedro Lima, vocero de la Comunidad Boliviana de Sobrevivientes (CBS), sostuvo ante los medios en la ciudad boliviana: “Hoy es un día histórico porque se ha sentado en el banquillo de los acusados a los dos principales encubridores”.
Las denuncias de pederastia en Bolivia fueron foco de atención después de que, en mayo de 2023, se filtrara un reportaje del sacerdote español Pedrajas, fallecido en 2009, y publicado por el medio El País. Allí, el jesuita admitió libremente haber abusado de al menos 85 niños, entre 1972 y comienzos de los 2000, durante su labor pastoral en el país.
También expuso cómo sus superiores y otros religiosos lo encubrieron e ignoraron a las víctimas. La revelación impulsó a decenas de afectados a contar sus historias, llevando a nueve los jesuitas denunciados, ocho de ellos españoles. En cada caso, las víctimas aseguran que la orden conocía los abusos y no actuó contra ellos.
Por esto, la Fiscalía boliviana inició investigaciones en varios departamentos del país por las denuncias de pederastia que involucran mayormente a sacerdotes católicos. Ante esto, el diario El País filtró una base de datos actualizada con todos los casos conocidos, de una investigación puesta en marcha en 2018.

Promesas incumplidas y justicia estancada
Han pasado más de dos años desde que el presidente del Estado Plurinacional de Bolivia, Luis Arce, prometió públicamente hacer justicia por los casos de pederastia cometidos por clérigos en las últimas décadas. En el Parlamento también se registró un proyecto de ley para hacer estos delitos imprescriptibles y exigieron por carta, al entonces pontífice Jorge Bergoglio, los archivos sobre los casos que el Vaticano tuviera conocimiento.
A pesar de los esfuerzos por investigar y realizar la debida justicia, poco se avanzó. La iniciativa legislativa no salió adelante, la comisión del Senado se paralizó tras meses de entrevistas, el presidente despojó el tema de su agenda y las denuncias de las víctimas no fueron suficientes para recibir una reparación integral para los afectados.
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El diario del cura pederasta
El caso suma la mayor cantidad de víctimas: unas treinta declararon a El País y 18 denunciaron en tribunales, aunque los sobrevivientes creen que los niños abusados superarían el centenar. En Cochabamba serán juzgados Alaix y Recolons, pero las víctimas exigen imputar a otros “encubridores”. En el diario de Pedrajas aparecen siete provinciales y religiosos con cargos clave. “Reubicaban a los abusadores en lugar de denunciarlos, lo que permitió décadas de ataques”, expresó Lima.
Los archivos incautados probarían que la orden mintió. El jesuita Chirveches negó saber de Pedrajas, pero los documentos lo contradicen. Ya en 2009 hubo advertencias internas, y, en 2019, un sacerdote confesó haber denunciado sin éxito en los ochenta. Para 2020, nuevas víctimas se presentaron. Edwin Alvarado afirma que la Compañía siempre priorizó mentir y encubrir antes que asumir sus responsabilidades.

Los manuscritos de Charagua
En junio del año pasado se reveló el caso de los manuscritos de Charagua, donde el jesuita catalán Lucho Roma confesaba haber abusado durante décadas de niñas indígenas en Bolivia, incluso filmándolas. Aunque la Compañía de Jesús confirmó los hechos en una investigación interna de 2019, optó por ocultar los resultados tras la muerte del agresor.
Cuando el caso salió a la luz, la Fiscalía abrió una causa, pero desde entonces no hubo avances. Documentos incautados revelan que la Curia General en Roma ordenó ocultar los manuscritos y conservarlos “con mucho cuidado”.
BGD/DCQ