Zelenski, el humorista, y Putin, el espía: quiénes son los antagonistas del conflicto
Un comediante de TV sin experiencia política y un nostálgico de la URSS que encarna con autoridad la ambición de una gran Rusia de renovada potencia. Mientras la amenaza de un ataque militar arroja sombras sobre Europa, ¿quiénes son los antagonistas de esta tensa historia?
Volodimir Zelenski, presidente de Ucrania, y su par de Rusia, Vladimir Putin |
CEDOC
"Si me encuentro con el señor Putin le diré que nos devuelva nuestros territorios", dijo una vez Volodimir Zelenski, presidente de Ucrania, sobre su par ruso, Vladimir Putin.
Y ahora, la concentración de más de decenas de miles militares rusos en la frontera y las maniobras realizadas en varias partes, incluso en Bielorrusia, a unas horas de Kiev, alimentaron los temores de una inminente invasión que Zelenski, que cuenta con el apoyo total de Occidente, no permitirá.
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Mientras la amenaza de un ataque militar por parte de Rusia a Ucrania arrojan nubes negras sobre Europa, ¿quiénes son Volodimir Zelenski y Vladimir Putin, los antagonistas de esta tensa historia?
Cuando el actor y cómico Volodimir Zelenski fue proclamado presidente de Ucrania en 2019, era un novato en política aunque ya había sido "presidente", en una serie de televisión titulada "Servidor del pueblo".
Conocido sobre todo por sus espectáculos de monólogos, Zelenski, de 44 años, se benefició del descontento de los ucranianos con sus élites, consideradas corruptas e ineficaces, y por la decepción que deja el levantamiento prooccidental de la plaza Maidán, en 2012, que llevó al presidente saliente, Petro Poroshenko, al poder.
Padre de dos hijos y diplomado en derecho, Zelenski es originario de la ciudad industrial de Kryvy Rig, en el centro del país. Pero hizo carrera en los escenarios y en la pantalla, en espectáculos humorísticos y en conocidas películas en Ucrania y también en Rusia.
Además de ser actor, es un empresario exitoso que hizo fortuna en la producción audiovisual. Su productora 'Kvartal 95' transmite programas, series, películas y dibujos animados para la televisión.
Pero, el dinero lo invirtió, entre otras cosas, en "negocios en Rusia, en este caso compañías de producción administradas a través de compañías offshore con sede en Chipre", según una investigación periodística de 2018. Primero negó esta información, y más tarde se disculpó y prometió vender sus acciones.
Cuando ingresó en la carrera por la presidencia, sus partidarios decían que Zelenski llevaría aire fresco a la política ucraniana, mientras que sus opositores denunciaron un programa confuso y una falta de experiencia peligrosa para un país en guerra.
Ante estas críticas, Zelenski se rodeó de asesores reformistas y aseguró que quería mantener el rumbo prooccidental de su país, a la vez que negociaba con Rusia, con la participación de Estados Unidos, para resolver el conflicto en el este de Ucrania.
"Cuando anuncié que me presentaba a la presidencia, me calificaron de payaso. Soy un payaso y estoy orgulloso de ello", dijo una vez.
a única experiencia como gobernante de este actor, humorista y próspero emprendedor del espectáculo, se limitaba a un papel en la serie de televisión "Servidor del pueblo", donde interpretaba a un profesor de historia que llega inesperadamente al poder.
De perfil más bien pro-occidental, Zelenski defiende la idea de hacerse amigo de Estados Unidos para conseguir la paz y aseguraba que Ucrania necesitaba muchas reformas antes de querer ser parte de la Unión Europea.
Al asumir el poder Zelenski se manifestó dispuesto a negociar con Rusia en el conflicto entre el Ejército ucraniano y los separatistas prorrusos. "Si me encuentro con el señor Putin le diré que nos devuelva nuestros territorios, le preguntaré qué compensación estaría dispuesto a pagarnos por haber tomado nuestros territorios y por haber apoyado a quienes participaron en la escalada en Crimea y Donbass".
Putin, el ex espía de la KGB que gobierna con mano de hierro
Al otro lado de la frontera, el exagente del KGB en el poder desde hace dos décadas, Vladimir Putin, encarna con autoridad la ambición de una gran Rusia de renovada potencia. "Nadie quería hablarnos, nadie quería escucharnos. ¡Escúchennos ahora!", dijo una vez a los gobiernos occidentales.
Cuando Putin, de 69 años, llegó al poder en el año 2000, el país era inestable, con una economía fallida, pero ahora son muchos los rusos que lo idolatran, sobre todo por asociarlo con la estabilidad y una nueva prosperidad, favorecida por la actividad petrolera.
El precio a pagar fue el retroceso en el ámbito de Derechos Humanos y libertades, según sus críticos. Bajo su mando, el Kremlin entró en todas las cadenas de televisión, cuya libertad de tono, heredada de los años 1990, le molestaba y los medios de comunicación pasaron a estar al servicio de Putin.
En la escena internacional, Putin se esfuerza en restaurar la influencia de Rusia en el mundo, deteriorada tras la caída de la URSS (que él fue calificó como "la mayor catástrofe geopolítica del siglo XX") y los años caóticos bajo el mandato de Boris Yeltsin.
Nacido el 7 de octubre de 1952 en una familia obrera que vivía en una habitación de un apartamento comunitario de Leningrado (hoy San Petersburgo), nada hacía presagiar que Putin acabaría ocupando la cima del poder.
"Vengo de una familia modesta, viví esa vida durante mucho tiempo", explica en su página web dedicada a su biografía. De su juventud en las calles de Leningrado, el presidente declaró en 2015 haber aprendido una cosa: "si el combate es inevitable, hay que ser el primero en golpear".
Graduado en Derecho, entró en la KGB, para el que trabajó como agente de inteligencia exterior. De 1985 a 1990 fue enviado a Dresde, en Alemania del Este, un puesto más bien modesto. Tras el desmembramiento de la URSS, el agente se recicló como asesor para relaciones exteriores del nuevo alcalde liberal de San Petersburgo, y luego comenzó un ascenso fulgurante.
En 1996 fue requerido para trabajar en el Kremlin. En 1998 fue elegido director del FSB -que sustituyó al KGB- y un año después fue nombrado primer ministro por el presidente Boris Yeltsin, que buscaba un sucesor capaz de garantizar su seguridad después de la jubilación.
Cuando Boris Yeltsin renunció a finales de 1999 y nombró a su primer ministro para sucederle, Putin ya se había impuesto como el nuevo hombre fuerte del país.
Tras ser elegido en 2000 sin mayores complicaciones, Putin aceleró su influencia en el poder apoyándose en las "estructuras de fuerza" (servicios secretos, policía, ejército) y en sus familiares de San Petersburgo.
Extremadamente celoso de su vida privada, a Putin, padre de dos hijas y divorciado desde 2013, le gusta dar la imagen de un hombre de gustos simples, que lleva "una vida ordinaria", amante de "las novelas históricas y la música clásica", según dijo durante un encuentro con jóvenes rusos. Aunque le gusta el culto de la personalidad.
Tras la revolución pro occidental de 2014 en Kiev, Rusia anexó la península ucraniana de Crimea y separatistas prorrusos ocuparon el este de Ucrania.
Para Putin, Ucrania se equivoca al verse como víctima del imperialismo zarista, luego del soviético y ahora del ruso, y considera que las dos revoluciones ucranianas, en 2005 y 2014, contra las élites prorrusas, fueron el resultado de conspiraciones occidentales.
