La Justicia lleva adelante una examinación rigurosa de las pruebas del expediente sobre el intendente de La Matanza, Fernando Espinoza, que fue procesado y embargado luego de la denuncia por abuso sexual llevada a cabo por su exsecretaria, Melody Rakauskas, hace tres años.
En el tribunal de la Sala VII de la Cámara de Apelaciones porteña, integrado por los magistrados Juan Cicciaro, Ricardo Pinto y Mariano Scotto, se está llevando a cabo la revisión del procesamiento de Espinoza, un asunto que no solo captó la atención nacional sino que sacudió al arco político por la gravedad de las acusaciones contra uno de sus hombres más fuertes del justicialismo.
Espinoza, que encara su tercer período como intendente de La Matanza, está procesado en primera instancia por los delitos de "abuso sexual simple en concurso real con desobediencia", debido a que intentó contactar a su denunciante, una modelo que había contratado como secretaria privada en mayo de 2021.
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El tribunal tiene en sus manos las pruebas presentadas por la jueza Fabiana Galetti, que incluyen audios, capturas de pantalla, fotos del cuerpo de la mujer, registros de antenas de telefonía y chats privados. La jueza reabrió la causa iniciada en 2021 luego de que permaneciera suspendida después de que la denunciante se radicara en el exterior.
Con base en esa evidencia, la magistrada fue la encargada de dictar el procesamiento y embargo por 1.500.000 pesos contra el jefe del municipio más populoso del país, en un caso que provocó un revuelo silencioso dentro del peronismo y el repudio de organizaciones del sector civil, como Actrices Argentinas.
En un comunicado oficial, Espinoza dijo que se trata de "una mentira armada" y defendió su inocencia. Además, resaltó una supuesta maniobra para perjudicarlo, al afirmar que la fiscalía pidió dos veces su sobreseimiento en 2022 y 2023, pero la causa quedó en suspenso. "Estoy frente a acusaciones falsas que buscan manchar mi reputación y mi trayectoria política", dijo Espinoza.

Sin embargo, esto no obstaculiza la tarea del tribunal porteño, actualmente abocado a la tarea de analizar meticulosamente los indicios que apuntan a la responsabilidad de Espinoza frente al hecho denunciado.
Audios, capturas de pantalla y chats entre las pruebas
El caso surge a raíz de la denuncia de Melody Rakauskas, una modelo que entonces tenía 32 años, que sostuvo haber sido víctima de abuso sexual por parte de Espinoza en su departamento ubicado en la ciudad de Buenos Aires.
Los hechos alegados habrían ocurrido cuando ocupó el cargo de secretaria privada de Espinoza en mayo de 2021, luego de que su exnovio y conocido del jefe comunal, Gustavo Cilia, los pusiera en contacto. Este vínculo plantea interrogantes sobre posibles conflictos de interés y relaciones personales que podrían haber influido en los eventos subsecuentes.
La denunciante dijo haberse reunido con Espinoza el 28 de abril de 2021, y desde entonces grabó todas las conversaciones debido a que sintió que "había algo raro", según especificó en diálogo con La Nación, tratándose de archivos de audio que forman parte del expediente.
En el audio denominado "Juan de Garay 7", de una duración de casi 5 horas, se puede escuchar a Melody y al jefe municipal conversando sobre su ingreso al puesto de trabajo, intermediado por Cilia. "¿El te pidió o vos le preguntaste?", le preguntó Rakauskas.
"No, no. La semana pasada le dije: 'Gustavo, necesito dos secretarias'. 'Una ya la tengo', me dijo. 'Ah, ¿Si? ¿Seguro?', le digo, porque mirá que tiene que ser como las mías", le respondió Espinoza.

Por su parte, el acusado reconoció que este diálogo corresponde al primer encuentro que tuvieron el 3 de mayo de ese año y que fue la única visita a su domicilio, lo que fue corroborado mediante el análisis de cámaras de seguridad y la detección de las señales de su teléfono celular, que lo situaban en su edificio en ese momento, según constató la jueza Galletti.
Ese día cenaron en su departamento, a lo que Rakauskas accedió por tratarse a priori de "una reunión de trabajo". A lo largo del audio se escuchan detalles de la cena, y en un momento Espinoza le ofrece un regalo que luego ella rechaza.
En la declaración que hizo ante la jueza, Rakauskas dijo que trabajó de manera informal en el municipio, que le propusieron empezar "cuando quisiera" pero utilizando otro nombre, el de "María Miccuci", exponiendo así los manejos silenciosos de ciertas contrataciones públicas. En vínculo laboral, en tanto, quedó corroborado por el testimonio de empleados de La Matanza convocados por Galletti.
En otro archivo de audio, catalogado en el expediente como "Espinoza y Cilia denuncia otro audio", se registra una conversación entre la mujer y una persona identificada como Cilia, quien aparentemente reconoció que Melody le informó sobre la presunta agresión sexual.
"Me rompió la camisa, me tiro sobre la cama, me obligaba a bajarme una y otra vez el pantalón, me forcejeaba, me besuqueo sin mi consentimiento", dijo la denunciante. Ante eso, el hombre le cuestiona que "no le había dicho eso" anteriormente sino que Espinoza la "había agarrado y forcejeado".
"Eso fue una vez que le dije que no y que no, y cuando me tiró arriba de la cama, el tipo es grandote. Es hombre, yo soy una mujer, me creía fuerte. No, no fui fuerte. Me largué a llorar y no podía más. Entonces, ¿Te tengo que aclarar todo?", respondió Melody.
El rol de Gustavo Cilia
En las grabaciones proporcionadas se encuentran varias conversaciones y audios que parecen involucrar al "amigo de Espinoza" y exnovio de la denunciante, con quien mantenía una relación extramatrimonial en aquel entonces.
Dos de ellos son particularmente relevantes que echarían sombra sobre la figura de Cilia. En uno, que aparentemente tuvo lugar durante uno de los encuentros entre los dos, se escuchan fragmentos en los que una voz masculina habla con Melody y le indica: "si se pudre, explota, ahí mostramos los cartuchos".
En paralelo, un audio de WhatsApp que data del 2 de julio de 2021, él le dice que "no nos va a cagar (NdR: en alusión a Espinoza) porque estoy metido yo y eso no se hace. Si lo llega a hacer... que tampoco lo va a hacer... dudo que lo haga... porque lo que estás haciendo lo hacés por mí, y si este no cumple le hago volar la municipalidad".

"Con vos está comprometido porque estás haciendo cosas que a él le favorecen y a vos te tienen que favorecer. En ese sentido los políticos tienen palabra", continúa el hombre, y agrega: "Se lo vamos a recalcar hoy mismo a Claudio que va a transmitir seguro y yo se lo voy a transmitir a él. Quedate tranquila que esto no va a estar en vano (...) porque si es en vano, yo mismo hago volar la municipalidad".
"Como no me hice cargo en ese momento de lo que te pasó, porque yo estaba en Bariloche, le hago un desastre a este. Este a mi no me va a mentir y me va a ayudar con los chicos para el colegio, quedate tranquila", reza el resto del audio.
La descripción del delito
Según la narración de Melody ante la jueza, Espinoza fue a su domicilio, en la avenida Juan de Garay del barrio porteño de San Telmo, tres veces en una semana, entre el 3 y 10 de mayo de 2021.
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En uno de los encuentros, Espinoza habría solicitado masajes, bajándose los pantalones, se habría encontrado agitado e "iba cada 15 minutos al baño", habría forcejeado con ella dejando moretones en sus piernas y brazos, roto la camisa, mordido el labio y los pezones y habría intentado obligarla a practicarle sexo oral. De todas estas acusaciones hay imágenes y capturas de pantalla que fueron presentadas por la denunciante ante la justicia.
La versión de los hechos presentada por Rakauskas también incluye detalles escalofriantes de los presuntos encuentros con el intendente. En declaraciones al programa de televisión "La Cornisa", conducido por Luis Majul, la modelo afirmó: "Espinoza se abalanzó sobre mí, hubo un forcejeo cuerpo a cuerpo y trató de bajarme los pantalones".

La defensa de Espinoza
Por otro lado, la defensa de Espinoza trató de desacreditar las acusaciones presentadas por Rakauskas, a través de la presentación de testimonios de las coordinadoras de la secretaría privada que sugieren un comportamiento inusual por parte de la denunciante durante su breve tiempo en la municipalidad. Estas declaraciones, junto con informes médicos que señalan problemas de salud mental preexistentes en Rakauskas, fueron utilizadas para cuestionar la veracidad de sus afirmaciones.
Sin embargo, la jueza Galetti hizo hincapié en la validez de las pruebas presentadas por Rakauskas, al menos como indicios de la investigación. En particular, un informe de la Dirección de Asistencia Judicial en Delitos Complejos y Crimen Organizado que señala registros telefónicos que sitúan a Espinoza en las cercanías del domicilio de Rakauskas en el momento en que supuestamente ocurrieron los hechos.
Además, la jueza tuvo en cuenta una denuncia previa presentada por Rakauskas ante la Policía de la Ciudad, en la que expresaba temor por su seguridad después de un incidente en la vía pública.
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El proceso judicial sigue su curso, con la Cámara de Apelaciones encargada de tomar una decisión final. La resolución de este caso no solo tendrá implicaciones legales, sino que también podría tener un impacto significativo en el ámbito político y social
"Este caso no solo afecta mi reputación personal, sino que también pone en tela de juicio la integridad de nuestro sistema judicial", dijo Espinoza en un comunicado en el que dice que la denuncia es falsa. La resolución de este caso, por lo tanto, será observada de cerca por todos los sectores de la sociedad, en busca de justicia y transparencia.
CD / Gi