Seguros de que “entender cambia la vida”, el Instituto de Investigación Epidemiológica (IIE) y Perfil unen sus esfuerzos para acercarle a la sociedad las principales conclusiones científicas que permiten ir analizando, día a día, el desempeño del virus en poblaciones concretas, tanto a nivel nacional como local, o en la región y el mundo.
El convenio de colaboración IIE-Perfil, surgido en la práctica a partir de una entrevista de Jorge Fontevecchia con el prestigioso epidemiólogo argentino Roberto Chuit, se irá desarrollando sobre la base de las conclusiones que permitan ir analizando el comportamiento de la infección en habitantes concretos de zonas concretas.
Ciencia y periodismo enfrentan el enorme desafío de encontrarse, como parte de las inolvidables enseñanzas que nos dejará esta coyuntura superable con menores daños cuanto más responsables seamos todos.
“Lo que hacemos es estudios específicos o utilizando herramientas de la epidemiología o no tradicionales para evaluar las intervenciones de salud y cómo distintas acciones modifican el proceso o la evolución de enfermedades”, explicó Chuit sobre el trabajo que se desarrolla en el IIE durante la entrevista con Fontevecchia.
Roberto Chuit: "Es una enfermedad para tener cuidado, pero no para paralizarse"
A partir de que el presidente Alberto Fernández dictó la suspensión de las clases, promocionó el home office en la administración pública y recomendó que los mayores de 65 años se aislaran el 16 de marzo se empezó a medir la ocurrencia de casos de esta enfermedad. El prestigioso epidemiólogo precisó que los datos recopilados hasta el momento demuestran que el bajo número de decesos en Argentina “es el resultado de la cuarentena y, más que eso, el tiempo adecuado en el cual se implementó”.
“Esta es una enfermedad con la cual hay que tener cuidado, pero no hay que paralizarse o angustiarse. Las medidas que se están tomando en el momento están siendo efectivas, hay una luz al final del túnel. Lo más importante para controlar esta enfermedad es el distanciamiento social, lavarnos las manos con agua y jabón –si no hay, alcohol en gel–, y con eso es más que suficiente”, señaló Chuit.
La base de los datos de los análisis del IIE se extrae de los informes oficiales del Ministerio de Salud de Argentina, a cargo de Ginés González García, junto con lo informado diariamente por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Lo más destacado hasta el momento es que se confirmó un enlentecimiento en el número de casos. “Si Argentina hubiera mantenido la velocidad de crecimiento de casos que se ha producido en los países de comparación no hubiera evitado más del 50% de los mismos en este corto período, lo que conllevó a la no saturación del sistema”, valoró el último informe presentado por el IIE.
El informe del 2 de abril (que corresponde al día 30 de la pandemia) consignó que el resumen de esta etapa de seguimiento es que la aparición de nuevos casos ha disminuido como efecto de las intervenciones efectuadas por parte del Gobierno.
El factor de crecimiento diario de fallecidos en Argentina en esa jornada fue del 1,15 mientras que el acumulado durante los 24 días transcurridos desde la primera muerte fue de 5,5. Ambas cifras son inferiores a las de los países estudiados que tuvieron el primer caso fatal con anterioridad (España y Estados Unidos) y con posterioridad al nuestro (Brasil, Chile y Canadá).
“Ajustando los datos de mortalidad a la variable tiempo en días, valor inicial y final, Argentina es el que menos ha crecido, pudiendo estar esto asociado a las medidas tempranamente adoptadas. El crecimiento de factor diario habla de la velocidad de crecimiento de las muertes”, se remarcó en el informe.
