Agustín Rossi cuestionó la llegada de Carlos Alberto Presti, jefe del Ejército, al frente del Ministerio de Defensa y calificó la respuesta de Luis Petri como “una chica berreta como es Petri”. El diputado electo advirtió que designar a un militar en actividad en el cargo “involucra al Ejército Argentino en el dispositivo de poder del presidente de la Nación” y rompe con una tradición democrática de cuatro décadas, en la que las Fuerzas Armadas “no han sido ni alfonsinistas, ni menemistas, ni kirchneristas, ni macristas”. "Ahora lo que va a haber es un militar ocupando un lugar que tiene que ocupar un lugar político", dijo en Modo Fontevecchia, por Net TV y Radio Perfil (AM 1190)
Agustín Rossi es ingeniero civil graduado en la Facultad de Ingeniería y Ciencias Exactas de la Universidad Nacional de Rosario. Es un político que se desempeñó como miembro de la Cámara de Diputados de la Nación entre 2005 y 2013 y 2017 y 2019. Fue jefe de Gabinete de Ministros y ministro de Defensa de la Nación. Además, fue interventor de la Agencia Federal de Inteligencia entre 2022 y 2023. El próximo 10 de diciembre asumirá la banca de diputado nacional de la provincia de Santa Fe por Fuerza Patria.
Nos encantaría que pudieras profundizar con nuestra audiencia el cruce con Petri, las opiniones de Petri sobre los distintos ministros de Defensa, y una reflexión general sobre la polémica acerca de si puede ser un militar ministro de Defensa y si, más allá de eso, la discusión entre militares y montoneros no es anacrónica.
Empiezo sobre la última reflexión. Creo que es inconveniente que un militar ocupe el Ministerio de Defensa, fundamentalmente que en este caso sea el jefe de Ejército que asuma el Ministerio de Defensa. ¿Por qué digo esto? Porque creo en la profesionalización de las Fuerzas Armadas, la politización o la partidización, lo que conlleva es a dejar de lado esa profesionalización. Para decirlo más elocuentemente: Petri es Presti, es un general de la Nación y va a pasar a ser el ministro de Defensa de Milei. Como ministro de Defensa de Milei va a ser, igual que Petri.
Que es parte del dispositivo político del presidente de la Nación y, en este caso, mucho más grave, porque creo que incorpora a las Fuerzas Armadas, en este caso, al Ejército Argentino, como parte del dispositivo político del presidente de la Nación. Desde 1983 las Fuerzas Armadas han tenido una actitud de presencia de los avatares políticos de la Argentina. No han sido ni alfonsinistas, ni han sido menemistas, ni han sido kirchneristas, ni han sido macristas. Y esa actitud de presencia, de independencia de los avatares políticos de la Argentina, le ha permitido ir recuperando un prestigio y un reconocimiento por parte del conjunto de la sociedad, entre otras cosas, claramente.
La sociedad argentina veía al personal militar y a los militares involucrados en la noble tarea que tienen que llevar adelante, que es reclutar, capacitar, formar, equipar, alistar, desplegar al personal militar que compone el instrumento militar de la Argentina, que tiene que garantizar la soberanía en los tres espacios: en los tres espacios aéreo, marítimo y terrestre. Ahora lo que va a haber es un militar ocupando un lugar que tiene que ocupar un lugar político. Entonces eso lo que hace es alejarla de esa actitud, de ese rol de presencia o de ese rol de independencia de los avatares políticos que tenían las Fuerzas Armadas hasta este momento.
El Gobierno cambia a la mayoría de los jefes de las Fuerzas Armadas por sugerencia de Carlos Presti
En la Argentina, desde 1958 solamente hubo dos ministros de Defensa militares: fueron el ministro de Defensa de Videla y el ministro de Defensa Viola. En América Latina, en la mayoría de los países con democracias consolidadas los ministros de Defensa son ministros de Defensa civiles, y lo mismo pasa en el resto de las democracias occidentales. Este gobierno que está adepto a los Estados Unidos y valora tanto las cosas que hacen los Estados Unidos, que hacen de hecho muchas cosas bien, una de las cosas muy bien que hacen los Estados Unidos es que le exigen al militar que puede ocupar el Pentágono, que es el Ministerio de Defensa de los Estados Unidos, como mínimo siete años en situación de retiro. Y en los últimos 40, 50 años, creo que lo ocuparon solamente dos veces militares. Un país que habitualmente está en guerra en algún lugar del mundo. ¿Esto qué significa?
Esto significa que desde la Primera Guerra Mundial, un jefe del gobierno francés dijo: “La guerra es una cuestión muy importante para dejarla solamente en manos de los militares”. Desde ese momento se construyó una teoría que es la teoría que yo reivindico, que es la conducción política/ civil de la defensa. Bueno, me parece que esto es lo que ha sucedido. Entonces, obviamente que estoy en desacuerdo con ese involucramiento de las Fuerzas Armadas en el Ministerio de Defensa, en el Ejército Argentino, y fundamentalmente con lo que significa la partidización de esto.
Tuvimos acá un lindo debate en este programa la semana pasada, con la posibilidad de juntar en el mismo debate a dos tenientes generales, a Balza y a Paleo, con 30 años de diferencia. Los dos planteaban algo que merece ser atendido. Ellos decían que un militar, cuando se retira, también es un civil. Entonces, decir que un militar nunca puede ocupar un puesto es un hecho de discriminación. A mí me pareció plausible el argumento. Pero desde el punto de vista de que un militar, cuando pasa a retiro, pasa a ser civil, y no puede haber una proscripción de una profesión en particular. Porque alguien podría decir: “La medicina es tan importante como para no dejársela a los médicos”. Y resulta un juego de palabras falso. ¿No te parece que cualquier profesión no debería estar inhabilitada?
No, yo creo que no hay que llevar problemas que se presenten como insolubles. Yo nunca dije eso. Balza, de hecho, fue embajador nuestro. Fue embajador en Colombia y fue embajador, creo que en Costa Rica, durante el gobierno de Néstor y de Cristina. Paleo acaba de ser candidato a senador por la lista de López Murphy. Nadie objeta eso. Como ministro de Defensa, tampoco yo objeté que Pasqualini, que fue el último jefe del Ejército del gobierno de Macri, fue un muy buen militar, yo cuando yo fui ministro de Defensa por primera vez, era el agregado militar en México, con Patricia Bacanalbasa, embajadora, que llevó adelante una tarea muy excelente, fue el viceministro de Petri durante el primer tiempo de su gestión. Me parece que estamos hablando de cosas distintas, yo no hablo de individualidades. Y hay exmilitares que han sido ministros de gobierno o ministros de seguridad en algunas provincias argentinas. Y hay exmilitares que por ahí han estado en alguna función, en alguna empresa del Estado. No tengo impresión en ese sentido.
Yo lo que digo es: no puedo analizar que Balza fue embajador o la candidatura de Paleo a senador con que el jefe de Ejército se mude del edificio del piso seis o siete u ocho que tiene en el Ministerio de Defensa al piso 13 y que sea el ministro de Defensa. Eso es lo que no puede pasar, porque eso involucra al Ejército Argentino en el dispositivo de poder del presidente de la Nación. El que gana es el presidente de la Nación, pierden las Fuerzas Armadas. No tengo dudas. Pierden las Fuerzas Armadas, porque si a Milei le va mal también van a aparecer críticas sobre las Fuerzas Armadas y trasladadas del jefe del Ejército a las Fuerzas Armadas, por la gestión y porque los partidiza.
Usted cree que el actual ministro de Defensa, es un militante de los libertarios. Como ministro de Defensa, ¿por qué Presti no lo va a hacer, si va a ocupar ese mismo lugar, si va a estar dentro del mismo sistema de decisiones? Entonces, es así. Petti va fundamentalmente a rodearse de aquellos que han construido confianza, que son sus colegas, sus camaradas que están dentro del Ejército Argentino. Esta situación se ve agravada con el hecho de que no pasa a retiro, porque es legal lo que está haciendo: es pedir pasar a disponibilidad. Puede estar en disponibilidad entre dos y seis meses. Ahora, mientras esté en disponibilidad y siga teniendo grado militar va a depender del nuevo jefe del Ejército. Que, a su vez, el nuevo jefe del Ejército va a depender de él, como ministro de Defensa.
La complicación en la gestión del mando, que es muy importante hacia el interior de las Fuerzas Armadas, es enorme. Ni siquiera han tenido el tino de decir: “Bueno, mire, Presti, pase a retiro”. Lo mejor que podrían hacer, si lo quieren hacer jurar con uniforme militar, háganlo jurar con uniforme militar y después pídanle que pase a retiro, para que se ordene que sea el dispositivo o el mando. Ahora han removido la cúpula de las Fuerzas Armadas. ¿Cuál es el criterio que han utilizado para remover la cúpula de las Fuerzas Armadas? La antigüedad. ¿La antigüedad con respecto a quién? Al ministro de Defensa. ¿Por qué tiene que tener la antigüedad con respecto al ministro de Defensa? Cuando el futuro ministro de Defensa, cuando el ministro de Defensa es designado por el presidente de la Nación. Así que me parece que estas son las cosas que yo objeto fundamentalmente. Después, la chicana de Petri es una chica berreta, como es Petri en general, berreta.
Primero: Perón era militar, pero no lo hicieron presidente las Fuerzas Armadas. A Perón lo hizo presidente el pueblo argentino que se movilizó el 17 de octubre del ‘45 y que logró que lo saquen de la cárcel, a la cual lo habían puesto sus colegas camaradas de las Fuerzas Armadas. A los camaradas de las Fuerzas Armadas que lo derrocaron en 1955. Entonces, me parece que ahí claramente hay una distorsión. Y después, esa equiparación de alguien que fue montonero, que fue ministro de Defensa. Me parece que está absolutamente equivocado y desenfocado de la discusión.
Juntos, los tenientes generales Balza y Paleo defienden que Presti sea ministro de Defensa
Presti fue una de las manos derechas de Paleo, y Paleo fue una de las personas tuyas de confianza siendo ministro de Defensa. ¿Qué recuerdo tenés vos de Presti?
No, ninguno. Porque yo no lo tengo ubicado. Sí de Paleo, obviamente, pero lo de Presti no tengo un recuerdo preciso.
Nosotros hace dos días titulamos la columna de apertura de este programa “La diáspora”. Y lo que veíamos, no solamente diáspora del peronismo, sino veíamos también diáspora de otros partidos, que llevó a que La Libertad Avanza, no por los diputados que ganó en las elecciones en sus listas sino por la suma de otros diputados, llegara a la primera minoría. Y nos planteábamos también, en una columna de apertura de este programa, ¿por qué en otros momentos, cuando se crea una hegemonía y alguien triunfa, toda la oposición se une tratando de crear un cordón sanitario? ¿Cuál es tu propia interpretación de esto, distinto que está sucediendo respecto de otros momentos en los que emergía una hegemonía?
Acá ha sucedido algo, que es que el 40% de los votos que sacó Milei parece que son el 80, y el 35% que sacamos nosotros como opositor parece que es el 20. Pero la realidad muestra otra situación. La realidad es el 40% y el 35%. Entonces hoy, para los bloques parlamentarios, es cierto que La Libertad Avanza tuvo una actitud de Pac-Man sobre diputados que venían en general votando con ellos, y con eso les permitió aumentar su cantidad de diputados y que terminaron integrando el bloque de La Libertad Avanza, que creo que terminó con 94 diputados, y nosotros con 93 diputados.
O sea que ninguno de los dos bloques, ni el principal bloque del oficialismo ni el principal bloque de la oposición, tiene mayoría automática. Ambos, para construir consenso de las iniciativas parlamentarias que tengan, tendremos que buscar acuerdos con otros bloques. Entonces, me parece que cuando miro hacia adelante cómo va a ser el debate parlamentario y la discusión parlamentaria en Argentina y en la Cámara de Diputados, creo que va a ser ley por ley. Algunas leyes el oficialismo tendrá posibilidad de construir mayorías y en otras leyes quizás nosotros también tengamos posibilidad de construir mayorías para impulsar o para marcar las diferencias con las iniciativas del oficialismo.
A nosotros se nos fueron tres diputados de Catamarca y en la previa un diputado de Tucumán. Que se vayan del bloque es una cuestión menor. El problema es que defraudan a su electorado. Me hubiese gustado tenerlos más en el bloque, pero el problema es que si se van del bloque para votar con las iniciativas del oficialismo, dejan sin representación a aquellos ciudadanos de cada una de sus provincias que los votaron por esbozar y representar y ser los abanderados de una propuesta política antagónica a la que expresa hoy el oficialismo. Entonces ahí se producen las distorsiones de la democracia.
Porque en una provincia hipotética, supongamos que tenemos dos diputados que salieron de La Libertad Avanza y dos diputados que salieron por Fuerza Patria. Y después los diputados de Fuerza Patria votan en conjunto con el gobierno, con los diputados libertarios, los que se quedan sin representación son los ciudadanos de esa provincia que votaron a los diputados de Fuerza Patria. Entonces eso es lo más grave, a mi criterio. Yo no creo que el peronismo sea una fuerza en disidencia.
Recuerdo claramente que cuando yo llegué a la Cámara de Diputados las cuentas que se hacían eran: Macri por ocho, María Eugenia por otros ocho años más, y después Marcos Peña por cuatro, y ese tipo de cuestiones. Yo presidí ese bloque opositor. Creo que éramos 72, 73 diputados. Hoy tenemos arriba de 90. Así que me parece que no es tan así lo que está pasando. Hay un oficialismo que ganó las elecciones y que trata de hacerle creer al conjunto de la sociedad que representa más de lo que finalmente sucedió en el escenario electoral. Y creo que la presencia del presidente del día de ayer en la asunción y la fiestita que armaron también tiene que ver fundamentalmente con eso. Me parece que en algún momento la burbuja del triunfo electoral baja y que las cuestiones de la política se resuelven más en la realidad, más correspondiente a la realidad que pasa en el conjunto de la sociedad argentina.