Avión presidencial: adiós al Tango 01, hola al Boeing 757
Desde el 2016 hasta la fecha se registraron gastos de hasta 15 millones de dólares en alquileres de vuelos de línea. Además, facilita la seguridad y la sanidad del Presidente.
Alberto Fernández |
Telam
Tras el susto en Bali, el Gobierno de Alberto Fernández tomó la decisión de comprar un nuevo avión, una idea que viene rondando desde el comienzo del mandato. La cuestión está ligada a tener uno propio y que esté a pura disposición del Presidente, según la información brindada por el periodista Alejandro Gomel en Modo Fontevecchia, por Net TV y Radio Perfil (FM 101.9).
El viejo Tango 01 podría entrar en forma de pago y, de esta manera, se lograría abaratar los costos que conlleva la nueva adquisición, como así también reducir los gastos en alquileres de vuelos de línea.
Detalles del nuevo Tango 01
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Un avión presidencial nuevo, un Tango 01. A partir de la salud de Alberto Fernández y la preocupación en Bali, se acelera la compra de un avión y la necesidad de tener uno oficial. También se ve por el lado de poseerlo por cuestiones de facilitar la seguridad y las condiciones sanitarias del Presidente.
Desde el Gobierno se comunicaron con la Organización de Aviación Civil Internacional, un organismo especializado de Naciones Unidas, y se le pidió una evaluación para ver si se podía recuperar el Tango. La respuesta es que es más práctico y barato comprar un nuevo avión que recuperar este viejo modelo, además de que es difícil volver a ponerlo en funcionamiento.
La evaluación que se hace es que desde el 2016 hasta la fecha se gastaron 15 millones de dólares y casi 400 mil en euros en alquiler de aviones, por lo que contemplan que desde lo económico conviene adquirir un avión, ya que también se podría dar en parte de pago el viejo Tango y así rebajar el costo en tres millones de dólares.
El nuevo es un modelo Boeing 757 y es más barato que otros buscados para los traslados de jefes de Estados y que permite cumplir las misiones requeridas, además de permitir aterrizar en todos los aeropuertos del país, tener mejor potencia y autonomía.
En el último vuelo, Alberto estuvo sin conexión a tierra y este tendría conectividad de última generación. Se gastarán 25 millones de dólares y deberá determinarse la forma de financiación, ya que se busca ser austero en este momento y no tener un impacto público negativo.
